Carísmático, divertido, inteligente, popular, locuaz... son sólo algunos de los adjetivos que podrían definir a Bob Pop, uno de los opinadores más mordaces y acertados del panorama actual. En unos meses aterriza en el Teatro La Latina con su monólogo en cuatro únicas funciones que tendrán lugar del 1 al 4 de septiembre de 2022. Los Días Ajenos es una producción de El Terrat (The Mediapro Studio) y Bob Pop.
Durante 70 minutos, sin guion y dando rienda suelta a la improvisación, un Bob Pop en estado puro repasa su vida a través de diarios propios y ajenos. Un collage de experiencias a través de la empática mirada de uno de los rostros más transgresores y reconocibles de la televisión en los últimos años.
Después de su éxito con la serie Maricón Perdido y sus colaboraciones en varios espacios televisivos y radiofónicos como Late Motiv, El Objetivo u Hoy Por Hoy y en los podcast Si si o si no en Cadena SER o BobCast, entre otros, Bob Pop vuelve a subirse a los escenarios con un monólogo inspirado en sus dos libros, Días Ajenos, que codirige junto a Andrés Lima, Premio Nacional de Teatro y que ya ha girado por algunos puntos de la geografía con éxito de crítica y público.
SINOPSIS
Un sillón, una lámpara de pie y un montón de libros emblemáticos. Bob Pop, con su cuello alto, su traje desenfadado y sus míticas gafas de pasta, se prepara para provocar al espectador un volcán de risas y estremecimientos. Con 'Los Días Ajenos', el escritor tragicómico, hombre de opinión y colaborador de 'Late Motiv de Andreu Buenafuente', se desnuda a través de sus dos libros construidos a través de sus diarios y de los de otros que día a día le influenciaron con sus palabras.
Sus trabajos, Primavera-Verano y Otoño-Invierno, que, durante un año entero Bob Pop escribió, plasma con su arrolladora personalidad, cómo se pierde y se vuelve a encontrar a lo largo del camino, y cómo, al igual que Tolstoi, «Sigue con vida, pero ha tenido un mal día».
Él piensa con fervor que «La transición española terminó el día en que Bárbara Rey confesó su noche de amor con Chelo García Cortés». Y a esta misma transición nos dirige Bob, combinando realismo literario, gajos de mandarina, hospitales públicos y grasa de jamón, para contarnos lo que escribió, hace un tiempo, desde Tres Cantos (Madrid), sentado en su sillón.
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