Los constructores de la Alhambra
Título original
- Los constructores de la Alhambra
- Año
- 2022
- Duración
- 112 min.
- País
- España
- Dirección
- Guion
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Isabel Fernández, Margarita Melgar
- Música
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Kurt Adametz, Manel Guerrero
- Fotografía
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Tote Trenas
- Reparto
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Documental, Amr Waked, Sofian El Benaissati, Farah Hamed, Adil Koukouh, Mehdi Regragui, Abdel Hamid Krim, Jorge de Juan, Alicia Mohino
- Compañías
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Al Pati Produccions, El de las Dos Vidas AIE, Polar Star Films
- Género
- Drama. Documental | Histórico. Siglo XIV
- Sinopsis
- 1340. Sabiendo que su asediado Reino de Granada está condenado a desaparecer por el avance de los reinos vecinos, Yusuf I, el Sultán de Granada, se embarca en la construcción de un edificio que refleje el esplendor de su civilización y desafíe al olvido: los palacios de la Alhambra. Su visir, Ibn al-Jatib (Amr Waked), poeta y genio adelantado a su época, participa en este colosal desafío. Pero cuando el hijo del sultán, Muhammad V, hereda el trono y lo involucra en las nuevas políticas de su reinado, el visir se debate entre las ideas de su antiguo mundo y el nuevo que está surgiendo. Sus crónicas nos cuentan la historia de la Granada del s. XIV, el canto del cisne de la Europa musulmana.
- CRÍTICA
Es muy satisfactorio para mí, que he desarrollado mi vida profesional en Granada, aunque mi origen esté en la zona más meridional del país, es muy gustoso, digo, haber podido ver este documental, con elementos de dramatización, centrado en esta joya que es la Alhambra, reducto último, como es sabido, de la dinastía Nazarí. Un tesoro de la arquitectura de los volúmenes, de espacios abiertos y cerrados alternando, lugares maravillosos como los Palacios o el Generalife.
Granada está inescrutablemente unida a este maravilloso monumento que se alza sobre la ciudad. Y es siempre un recreo para los que hemos vivido aquí, entrar y pasear por entre sus bosques y muros y admirar tanta belleza que tenemos a escasos minutos de nuestras viviendas o lugares de trabajo.
Confieso que hace unos años era mucho más fácil el acceso, pero incluso ahora, a partir de las 14 horas hay más de quinientas entradas gratis disponibles para los granadinos que queramos hacer una visita.
Un poco de historia
El documental arranca en 1340, cuando el Reino de Granada se sabía asediado. El tal reino por aquel entonces comprendía las actuales provincias de Granada, Almería y Málaga, más el istmo y peñón de Gibraltar. Estaba condenado a desaparecer tras la derrota de la batalla del Salado. Batalla crucial del último periodo de la denominada Reconquista entre las fuerzas de Castilla y Portugal, que de manera conjunta y decisiva derrotaron a los benimerines, que era el último reino magrebí que trató de invadir la península Ibérica.
Entonces, por el avance de los reinos vecinos, Yusuf, sultán de Granada, inicia la construcción de un edificio que refleje el esplendor de su civilización y desafíe al olvido: los palacios de la Alhambra.
Su visir (o asesor político del monarca), Ibn al-Jatib, quien fuera poeta, filósofo y genio adelantado a su época, participa en este grandioso reto, a la vez que la Europa musulmana va cayendo en una especie de «canto del cisne».
Esta película-documental (ficción con elementos de documental o una no-ficción con un gran peso dramático) se inspira en las crónicas del siglo XIV escritas por el visir de los reyes de Granada, Ibn al-Jatib, interpretado muy bien por el actor egipcio francés Amr Waked (que interpretara Syriana, 2005, o La pesca de salmón en Yemen, 2011).
Hay otros intérpretes que cumplen bastante bien, como Adil Koukouh, Sofian El Benaisati como Ibn Zamrak, Mehdi Regragui, Hamid Krim, Farah Hamed, Alicia Mhino (Fátima), Jorge de Juan (Al Yayyab) y otros.
Ibn al-Jatib, hombre muy ilustrado toma las riendas del proyecto para llevar a cabo una empresa de colosal desafío: que la Alhambra permanezca, si no como reino musulmán, sí como un baluarte islámico para la posteridad.
Pero muerto el Sultán de peste negra, su hijo Muhammad V hereda el trono y lo involucra en las nuevas políticas de su reinado. El visir se debate y se estrella entre las ideas de su antiguo mundo y uno nuevo que está surgiendo. Sus crónicas nos cuentan la historia de la Granada del s. XIV, como fase final de la Europa musulmana.
Entre la ficción y el documental
Esta maravilla que es la Alhambra, uno de los monumentos más visitados del mundo, merecía ser conocido más a fondo sobre su construcción y sobre los hombres que la hicieron posible.
Estos constructores de la Alhambra, de Isabel Fernández, van a caballo entre la ficción y el documental, y consigue de manera óptima descubrirnos a los personajes que crearon este palacio-poema, que es único en el mundo.
Además de recorrer todos sus rincones, palacios y jardines de forma muy instructiva, el filme es muy hermoso, bonito de ver, instructivo, pedagógico y muy aleccionador sobre la historia e incluso los usos y costumbres de unos musulmanes cultos y místicos, lo cual podemos ver en las escenas sobre los sufís, o sea, los místicos de la religión del profeta que a base de oraciones repetidas y cantos, persiguen la comunión con Alá.
Cuenta esta obra con la participación de RTVE y otros patrocinadores que, al menos en Granada capital, hemos tenido el privilegio de poderlo visionar en salas Kinépolis, con una respetable afluencia de público.
Isabel Fernández y la historia humana de la Alhambra
Una magnífica dirección de la barcelonesa Isabel Fernández, con un guion suyo y Margarita Melgar, que, amén de bien llevado en sus aspectos históricos, también está bien desarrollado en su vertiente dramática, con personajes muy creíbles.
La propia Fernández dice querer reivindicar a Ibn al-Jatib, personaje histórico «brutal y que es prácticamente desconocido». Y, efectivamente, es posible que sea la figura literaria más importante del siglo XIV en la Península Ibérica.
Ibn al-Jatib ejercía de poeta, narrador, diplomático, político y le denominaban «el visir de las dos vidas», porque al tener insomnio, por las noches continuaba escribiendo. Al parecer, todo cuanto sabemos de la Alhambra en esa época se lo debemos a sus escritos y testimonios. Incluso hizo hasta un tratado de la peste negra, que asoló la península en aquellos entonces.
Como afirma Fernández: «Era una especie de Maquiavelo y en los reinos cristianos se lo llamaba el moro sabidor». Y como esta cinta de hablar de la Alhambra y su gente, en aquella época, lo primero es descubrir al personaje al-Jatib, que nos puede llevar a los demás. Además, al-Jatib se rodeó de los mejores intelectuales, artistas, poetas y pensadores de la época, lo cual que poca gente de gobierno solía hacer.
Isabel Fernández (Barcelona, 1970) es directora y productora independiente de documentales. Está centrada en explorar las narrativas digitales y el audiovisual interactivo, con la mira puesta en producir proyectos con potencial de impacto social. De exitosa carrera, en 2013 fundó la productora Al Pati, para impulsar el desarrollo de proyectos documentales innovadores, que conjugan narración con tecnología, juego e interacción, orientados al cambio social.
Fernández ha declarado: «Con este documental, nuestro objetivo era descubrir la historia humana que rodea a la Alhambra. Conocer a quiénes la crearon y cuáles fueron las razones que les impulsaron a realizar esta obra que sigue fascinándonos. Es la primera vez que se habla de la gente de Al-Ándalus, porque siempre nos acercamos a la Alhambra desde el punto de vista de la historia del arte, estudiando los edificios, la estética… y nosotros intentamos acercarnos a los seres humanos que crearon ese fascinante universo».
E igual ha dicho Fernández: «También queríamos destacar, que hay una parte de historia de Europa que transcurre entre el siglo VII y el siglo XV, en el sur de la Península Ibérica, que es prácticamente desconocida, a pesar de que tiene una huella trascendente a nivel cultural, artístico, económico, gastronómico, paisajístico… no solo para España, sino para toda Europa».
A modo socioantropológico, en esta obra descubrimos cómo era la vida diaria en la Alhambra, las intrigas de la corte, el papel de la mujer en la cultura nazarí (muchas veces ensalzadas como médicos y otros), y los principales avances culturales, médicos, artísticos, paisajísticos que hicieron de la Alhambra la ciudad más avanzada de su época.
Lo cual incluye la historia de sus famosas cúpulas y la de la fabulosa decoración caligráfica que cubre sus paredes. Una arquitectura de versículos. Los muros de la Alhambra están llenos de decoración caligráfica, normalmente son poemas de alabanza a los reyes de la dinastía Nazarí, alabanzas a Dios, extractos del Corán, etc. Pero hay una frase que se repite con más frecuencia. Es la que se transcribe como «wa lâ galibun Îlâ Allah», que se puede traducir por «Sólo Dios es vencedor».
«La Alhambra me impresiona cada vez que la veo —asegura Isabel—, y no por sus dimensiones o espectacularidad, sino porque siento como una vibración profunda Además, toda la Alhambra está llena de elementos que a nosotros nos pueden parecer decoración, como si fueran grafitis, pero para ellos esas escrituras les están contando muchas cosas, desde donde nace la inspiración para una sala concreta, a como se conecta con los astros, con la Luna, con Venus, con los movimientos de rotación de la tierra».
En el documento vemos repetida la idea de que todo cuanto existe es voluntad de Dios, lo que tiene que ver con observar la obra del Creador e intentar emularlo. Y es más que probable que aquella gente hiciera un esfuerzo titánico para encontrar la fórmula de la belleza perfecta, lo cual consiguieron. Consiguieron una obra artística y arquitectónica que ha trascendido, una obra espacio-arquitectónica-escultórica y pictórica que se acerca a la naturaleza y lo que es el cielo para los musulmanes, como obra divina.
Isabel Fernández ha contado con el apoyo científico de los mejores expertos del Patronato de la Alhambra, la Universidad de Granada y la Escuela de Estudios Árabes del CSIC, en una colaboración artístico-científica sin precedentes.
La Alhambra, protagonista
Sin duda la protagonista de esta obra es la Alhambra (al-hamra, la roja, por el color ferruginoso de la arcilla roja que recubre sus muros), y la cámara va recorriendo sus partes y elementos principales de forma acertada y creativa. Así, Los Palacios Nazaríes y sus tres edificaciones: El Mexuar, Palacio de Comares y el Palacio de los Leones, lugares que sirvieron de residencia de los sultanes, además de desempeñar funciones administrativas
Especial detenimiento hace la cámara en la torre de Comares, ocupada por la sala de los Embajadores, donde se encontraba el trono y se realizaban las recepciones oficiales. Los muros ricamente ornamentados con inscripciones decorativas que aluden al Corán, al emir, y ornamentado con bellos poemas, pues la poesía estaba muy arraigada entre los pensadores y maestros musulmanes de le época. A ello dedica este documento una parte del metraje interesante, en alusión a una construcción escrita y ornamentada con trazos de en alfabeto arábigo muy interesantes y bellos.
Primerísimos planos y barridos de cámara sobre los zócalos alicatados, yeserías (conchas, flores, estrellas), paños, mocárabes, celosías de madera y vidrieras de colores llamadas «cumarias», de ahí el nombre de la torre. Y en lo alto los siete cielos del paraíso musulmán, las siete tierras, los siete mares y las siete divisiones del infierno.
Importante en este recorrido son también el Patio de los Leones, un patio que rodea Los Palacios compuesto por una fuente de mármol blanco circular rodeada de 12 leones. El Partal, una de las edificaciones más antiguas del monumento, compuesta por un embalse, un pórtico con cinco arcos y una torre-mirador. Y el Cementerio Real o Rauda, el único cementerio —de los dos que había— que se conserva en la actualidad y que estuvo destinado a los enterramientos de la familia real.
También el documental se recrea en bellas imágenes de los jardines del Generalife, espacio de recreo de los sultanes con sus jardines, patios y huertos perfectamente cuidados. Y la Alcazaba, la parte más antigua del monumento que se utilizaba como defensa ante los ataques y servía también de residencia para la soldadesca.
No podía faltar la panorámica de la Alhambra en su conjunto vista desde la Plaza de San Nicolás, al otro lado del río Darro, el Paseo de los Tristes por medio, un enclave único para un visionado general del monumento.
Además, es la primera vez que la Alhambra acoge un rodaje similar. «A pesar de tener todos los apoyos, el rodaje del documental ha sido complicadísimo. La Alhambra es el sitio más difícil para rodar en España y por eso ha sido un trabajo de seis años. Hemos tenido que rodar con un equipo mínimo, adaptándonos a muchas cosas. Ha sido una gran aventura porque nadie había hecho algo así antes y dudo que se vuelva a hacer en mucho tiempo» (Fernández).
Doy fe de ello, pues he conocido a documentalistas importantes como el Sr. Agustín Núñez Guarda, al que nunca permitieron tantas facilidades para sus trabajos, por demás meritorios, en vídeos y libros sobre el monumento.
La cosa es que, entre la ficción y el documental, el título de Isabel Fernández muestra la Alhambra de Granada como nunca antes.
En este caso es de agradecer, por cuanto de divulgativo e ilustrativo tiene esta obra.
Escribe Enrique Fernández Lópiz Revista Encadenados