Mavka: Guardiana del bosque

Próximos estrenos España 28 de abril  

Título original

Mavka. The Forest Songaka 

Año

2023

Duración

90 min.

País

 Ucrania

Dirección

Aleksandra Ruban, Oleh Malamuzh

Guion

Yaroslav Voytseshek, Jeffrey Hylton. Poema: Lesya Ukrainka

Música

Maksym Berezhnyak, DakhaBrakha, Dario Vero

Fotografía

Animación

Reparto

Animación

Compañías

3Beep, Animagrad Animation Studio, FILM.UA Group, Ukrainian State Film Agency, United States Agency for International Development. Distribuidora: FILM.UA Distribution, Feelgood Entertainment, Kinomania, Shout! Factory, Universal Pictures Content Group

Género

Animación. Fantástico. Romance. Aventuras. Comedia | Cine familiar

Sinopsis

Mavka, un alma del bosque, se enfrenta a la elección imposible entre el amor y su deber como guardiana cuando se enamora de un humano.
Más allá de las altas Montañas Negras se extiende un reino poblado por criaturas fantásticas. Mavka, la guardiana de este bosque encantado, tiene como misión principal proteger el bosque de cualquier agresión o intrusión, incluso por parte de los humanos. La aventura empieza cuando Mavka conoce a Lucas, un joven amante de la música perdido en las montañas, y se enamoran. En contra de todas las reglas, Mavka y Lucas emprenden una historia de amor sin tener en cuenta las consecuencias que recaerán sobre el reino. ¿Podrá Mavka salvar el bosque?.

 

CRÍTICA

El próximo 28 de abril llega a las salas de cine españolas Mavka, guardiana del bosque, de la mano de la distribuidora Selecta Visión. La ópera prima de Oleksandra Ruban junto a Oleg Malamuzh (La princesa robada) narra la historia de Mavka, una especie de espíritu mágico encargado de proteger el bosque de la codicia humana. Esta película comenzó su andadura en 2017, pero a principios de 2022, cuando se encontraban ya en las últimas fases del proyecto, el equipo tuvo que parar la producción debido a la invasión rusa en territorio ucraniano.

Tras unas semanas, continuaron trabajando a distancia, desde sus nuevos hogares y desde los refugios antiaéreos de la capital. Sin duda, Mavka es una de las películas más esperadas de este año, como ya se pudo anticipar en la pasada 25ª edición del Cartoon Movie, celebrada a comienzos de marzo en Burdeos.

Con un guion inspirado en el poema Canción del bosque de Lesya Ukrainka, una de las poetas más importantes y reconocidas del país, este largometraje entronca con la mitología y tradición ucranianas. La animación en 3D y la paleta cromática —colorista y vivaz— contrastan positivamente con el folklore que se reivindica en la película.

No obstante, las localizaciones rurales y el diseño de vestuario de los personajes nos evocan un tiempo pretérito con tintes bucólicos, un amable relato fantástico. Los recursos que se emplean, como el paso a animación 2D para las analepsis, las texturas, una ambientación envolvente donde los paisajes son un personaje más o la música, diegética pero también extradiegética, son la principal diferencia entre esta y otras producciones de animación algo más convencionales.

A modo de cuento de fantasía, la historia se desarrolla según la estructura narrativa a la que estamos acostumbrados, por lo que hacia la mitad de esta puede ser algo pesada. Con todo, la realización técnica es muy buena, hay cierta identidad propia reconocible desde el inicio.

Lo que no se puede negar es que, a pesar de unos potentes mensajes antibelicistas y medioambientalistas, Mavka está dirigida, principalmente, a un público infantil y, por tanto, cae en tópicos y prejuicios ya muy manidos. Durante su desarrollo, algunas situaciones resultan previsibles y los personajes algo simples y con aires bobalicones, incluso los protagonistas.

Sin embargo, la intención de los directores era, precisamente, la de adaptar una obra clásica para divulgar el legado y la riqueza cultural a los más pequeños, llegando así a un público más amplio. De ahí que hayan llevado a cabo, también, algunas modificaciones respecto al hipotexto: por ejemplo, han decidido eliminar el trágico final, sustituyéndolo por uno feliz y esperanzador donde el conflicto entre los humanos y las criaturas mágicas del bosque se resuelve, volviendo a unir fuerzas como antaño, sin la necesidad de destruir a los antagonistas —en este caso, gran parte de los humanos—.

Al mismo tiempo, se trata de una metáfora de la explotación de los recursos naturales por parte del hombre y un homenaje a la belleza de los Cárpatos ucranianos, la cordillera más alta del país repleta de verdes bosques.