Scarlet: Cuento fantástico con ingredientes folletinescos
Scarlet
Título original
- L'envolaka
- Año
- 2022
- Duración
- 100 min.
- País
- Francia
- Dirección
- Guion
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Pietro Marcello, Maurizio Braucci, Maud Ameline, Geneviève Brisac. Novela: Alexander Grin
- Música
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Gabriel Yared
- Fotografía
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Marco Graziaplena
- Reparto
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Raphaël Thierry, Juliette Jouan, Louis Garrel, Noémie Lvovsky, Yolande Moreau, François Négret, Ernst Umhauer, Inès Es Sarhir, Antonin Stahly-Vishwanadan, Athénaïs Sifaoui-Blanc, ver 9 más
- Compañías
- Coproducción Francia-Italia-Alemania;
arte France Cinéma, CG Cinéma, Match Factory Productions, RAI Cinema, Avventurosa, Eurimages, Ministero della Cultura
- Género
- Drama. Romance
- Sinopsis
- Juliette creció sola con su padre Raphaël en el norte de Francia. Él un veterano de la Primera Guerra Mundial. La niña, apasionada por el canto y la música, conoce un verano a un mago que le promete que unas velas escarlatas algún día la sacarán de su pueblo. Juliette nunca dejó de creer en esta profecía.
- CRÍTICA
Primer largometraje francés, y tercero de ficción del realizador italiano Pietro Marcello («Brella e perduta», «Martin Eden»), la película «Scarlet» (L’envolé) tiene la virtud de ser una fábula distinta que nos traslada del lodo de las trincheras y un pueblo perdido a la belleza de los cielos, los paisajes, el arte y la inocencia.
Ganadora del premio a la Mejor Dirección en el pasado Festival de Sevilla, «Scarlet[1]» es una adaptación libre de «El velero rojo» del ruso Alexander Grin, protagonizada por Raphaël Thierry, Juliette Jouan, Louis Garrel y Yolande Moreau. Un relato muy teñido de política sobre la emancipación de las mujeres en la Francia rural de los comienzos del siglo veinte.
Raphaël (Raphaël Thierry, actor y artista plástico, «El corazón de piedra», «Sous les étoiles de Paris») es un soldado que regresa, bastante asilvestrado, de las trincheras de la Primera Guerra mundial a su pueblo en el norte de Francia, donde una buena mujer (Noémie Lvovsky, «La buena esposa»), a la que los lugareños tienen por bruja y marginan, se ocupa de criar a su hija, Juliette (Juliette Jouan, un descubrimiento del realizador de veinte años), nacida después de que su mujer fuera víctima de una violación que también le costó la vida.
Apasionada por la música y el canto, Juliette, quien ya es una adolescente, conoce a una maga (Yolande Moreau, «Seraphine») quien le pronostica que unas velas escarlata vendrán un día para llevarla lejos del pueblo. La solitaria Juliette no dejará de creer en la profecía mientras su padre desarrolla un enorme talento trabajando como ebanista.
Poética e ingenua, «Scarlet», entre fábula fantástica y comedia musical con aviadores que caen del cielo (Louis Garrel, «El hombre fiel», «El inocente»), aborda directamente la violación y la muerte con personajes que mantienen un difícil equilibrio entre sus emociones y la realidad de un entorno hostil, apto para folletines, siempre desde un punto de vista femenino, delicado, y siempre con un pie en la realidad y otro en la fantasía.