Shooting for Mirza

Título original

Shooting for Mirza

Año

2021

Duración

93 min.

País

 España

Dirección

Juan Gautier

Música

Luis Herrero

Fotografía

Lamia Sabic

Reparto

Documental, Intervenciones de: Mirza Delibašić

Compañías

Coproducción España-Bosnia y Herzegovina; 

Dynamite Films, Udruzenje Mirza Delibasic - Kindje

Género

Documental | Guerra de Bosnia. Baloncesto. Documental deportivo

Sinopsis

Mirza Delibašić reinó en el baloncesto europeo de los años 70 y primeros 80. Su clase y su elegancia al frente del Bosna Sarajevo, del Real Madrid y de la mítica selección yugoslava le convirtieron en una leyenda. El estallido de la guerra de Bosnia le situó en una encrucijada dramática. Mirza decidió permanecer voluntariamente junto a su pueblo en lugar de escapar con su familia convirtiéndose así en un héroe nacional. Hoy, su hijo Danko trata reconstruir la historia del hombre detrás del mito.

 

CRÍTICA

Cuando uno se enfrenta a un documental como Shooting for Mirza de entrada le asalta una duda que puede llegar a poner en tela de juicio la objetividad del crítico. Yo crecí viendo jugar a Delibasic, un fino estilista de la cansata que no dejó a nadie indiferente en su corta etapa en la que vistió a elástica del Real Madrid.

Tan sólo con escuchar su nombre a uno le entra el efecto Ratatuille y se traslada en el tiempo a aquellos míticos torneos de Navidad donde la escuadra blanca se enfrentaba en duelos antológicos a equipos y selecciones de leyenda como el Marlboro All Stars, la URSS o la selección israelí.

Con esto quiero decir que de entrada uno sabe que el documental a analizar le va a encantar como mero espectador. ¿Pero qué sucede cuando se proyecta a alguien que no tiene ni idea de quienes eran Corbalán, Llorente, Brabender, Martín, Rullán...?. Ahí la cosa cambia, porque el elemento emocional queda aparcado en un segundo plano y se pasan a priorizar aspectos más técnicos propios estructurales de la obra en cuestión. Vamos a intentar ser lo más imparciales posibles, pero va a costar…

Sobre la figura del astro bosnio ya se había podido disfrutar algún trabajo previo como el Informe de Vamos dedicado a su figura con el título de Informe+: Delibasic. El maestro de Sarajevo, donde se conmemoraban los veinte años del fallecimiento de Mirza a la par que los treinta años del asedio de Sarajevo, un homenaje a un hombre que, según la frase promocional del programa:  “llegó a España como un desconocido y se fue siendo leyenda”.

Y ya allí se atisbaba lo que en el documento que ahora nos ocupa se desarrolla de manera más profunda: El nombre de Delibasic no sólo está vinculado a un excelente jugador de baloncesto, también al de un hombre que dio la vida por su país. En un contexto socialpolítico muy difícil, que tiene ciertas similitudes con la actualidad de Europa, el protagonista no tuvo duda en defender sus ideales a pesar de poner en peligro su propia vida.

Y la valía de lo que se nos cuenta en la casi hora y media que se pasa como un suspiro tiene el añadido de estar narrado por su familia en general y por su hijo pequeño en particular. Danko se propone que conozcamos de primera mano a su padre, y lo hace sin cortapisas, alabando sus virtudes aunque no por ello escondiendo sus puntos débiles.

El apogeo de Delibasic coincidió con una era dorada para el deporte yugoslavo, y luego con el declive durante la década de 1980 que presagiaba la sangrienta y catastrófica ruptura de la república socialista. Para Mirza Delibasic, el declive físico se produjo a los 29 años mediante el primero de varios golpes; se retiró de la corte a los 33 años, y los 16 años restantes estuvieron plagados de excesos. No es una historia desconocida en los deportes (George Best es quizás el análogo más cercano al fútbol), pero Delibasic era claramente un individuo excepcional en todos los aspectos: "un hombre complejo y bohemio", acosado por demonios personales, pero reverenciado por todos los que conocían o conocían.

Mirza sufrió de lo lindo, tanto en lo personal cuando tuvo que abandonar la práctica del baloncesto cuando se le diagnosticó una enfermedad crónica como en lo colectivo cuando asistió incrédulo a lo cruento de la guerra de Bosnia, acontecimiento trágico que, entre otras penurias, le obligó a separarse de sus seres queridos. Fue en aquellos momentos difíciles donde solo pudo encontrar refugio en los excesos y en la depresión exacerbada, aunque al final acabar remontando el vuelo y plasmar su sentido identitario nacional, consiguiendo formar la primera selección bosnia de baloncesto, a pesar de las dificultades impuestas por la citada guerra en la que se encontraba inmersa el país.

El grueso de aquella selección estuvo formado por jugadores que llevaban meses apartados de la práctica profesional del baloncesto e implicados en tareas militares, por lo que atender a las imágenes de archivo y ver a ese grupo de jugadores dándolo todo en la pista en campeonatos tan importantes como los Juegos del Mediterráneo o incluso en el Campeonato de Europa de selecciones  en condiciones precarias no tiene precio.

El documental nos tiene preparados momentos de alto disfrute que aquí no vamos a revelar, pero a los más nostálgicos del lugar seguro que les va a caer alguna lagrimilla, sobre todo en lo que respecta al tramo final del mismo. Y un aspecto a destacar es la cantidad ingente de documentos en forma de fotografías, vídeos domésticos o las imágenes de archivo ya señaladas que se nos sirve en bandeja de plata. Todo un arsenal de recuerdos y vivencias con los que se nos va a bombardear el corazón y d elos que resulta harto difícil salir inmunes.