Drama | 125 min. | Noruega-Suecia-República Checa | 2019
Título: Amundesen.
Título original: Amundsen.
Dirección: Espen Sandberg.
Guión: Ravn Lanesskog.
Intérpretes: Katherine Waterston, Ted Otis, Herbert Nordrum, Eirik Evjen.
Estreno: 08/11/2019
Productora: SF Studios / Motion Blur Films.
Distribuidora: Flins y Pinículas.
Sinopsis
Roald Amundsen (Pål Sverre Hagen), el ambicioso explorador noruego está empeñado en realizar una expedición al Ártico Polar para adelantarse a los británicos, que pretenden incorporar la Atlántida a su imperio. A pesar de los consejos que le da su círculo de amistades, él decide realizar el viaje a toda costa, aunque con ello tenga que mentir y engañar a las personas que lo acompañan.
Al llegar allí, se encuentran un panorama mucho más diferente. Las temperaturas, las condiciones metereológicas y los peligros derivados de ambos se convierten en un obstáculo que les costará la vida a muchos. Cuando las muertes empiezan a sucederse, Admundsen abandona a su equipo, que tendrá que apañárselas solo para sobrevivir.
León Admundsen (Christian Rubeck), ayudado por Bess Magids (Katherine Waterston), una inquieta joven con experiencia previa en climas extremos, intentará rescatar a los supervivientes y resarcir el daño causado por su hermano.
Crítica de Vicente I. Sánchez:
El explorador noruego Roald Amundsen fue uno de los grandes aventureros de comienzos del siglo XX. Entre sus grandes gestas destaca liderar la primera expedición a la Antártida que alcanzó el Polo Sur y ser el primero en cruzar el Paso del Noroeste que unía los océanos Atlántico y Pacífico. También formo parte de la primera expedición que sobrevoló el Polo Norte en un dirigible. “El héroe de los hielos” fue un hombre adelantado a su tiempo que definió la técnica de las futuras exploraciones y que acabó dando su vida por la aventura.
El director noruego Espen Sandberg (“Piratas del Caribe: La venganza de Salazar”) dirige un biopic en el que se analizan los logros y vida privada de Roald Amundsen. Un pionero que compagino una exitosa trayectoria de aventuras y descubrimientos con una desastrosa vida personal y sentimental.
“El guion centra demasiado interés en las relaciones personales de Amundsen con su familia y amigos. ".
Luces y sombras que están presentes en una película que tiene importantes bajones de ritmo y calidad durante sus extensos 127 minutos. Espen Sandberg construye una historia que es mucho más interesante cuando se limita a contar las expediciones y aventuras de Amundsen por la Antártida. Unos viajes en los que podemos sentir los peligros del frio polar y la inmensidad de los desiertos de hielo.
Desgraciadamente el guion centra demasiado interés en las relaciones personales de Amundsen con su familia y amigos. Una parte que acaba desdibujando la historia y que dirige la película hacia el tedio.
“Amundsen” es una película muy ambiciosa que trata de centrarse en demasiados aspectos del aventurero noruego. El resultado final es bastante aburrido y denso. Posiblemente uno de los principales problemas sea el carácter antipático y egoísta del protagonista, con el que es muy difícil sentir empatía. Es cierto que Pål Sverre realiza un gran trabajo para dar vida al llamado “El héroe de los hielos”, pero resulta un personaje demasiado oscuro para poder soportar el peso una historia. La realidad es que en ningún momento me llegan a interesar y conmover los problemas personales y tribulaciones de Amundsen.
Es una pena porque la película tenía material suficiente para convertirse en una interesante historia de aventuras polares. Desgraciadamente Espen Sandberg desaprovecha el material y lo lleva demasiado hacia el dramón y el conflicto personal. Por el camino se pierden reflexiones interesantes sobre la ambición, la fama o sobre como Reino Unido intentó destruir la carrera del aventurero mediante calumnias y presiones. Ni siquiera la magnífica fotografía de Pål Ulvik Rokseth sobre los glaciares o la buena recreación de la Noruega de comienzos de siglo XX logran salvar la partida. La sensación final es de una película que con treinta minutos menos habría sido un estupendo telefilme para después de la comida.