Drama | 112 min. | USA-UK 2017
Título: Tres anuncios en las afueras.
Título original: Three Billboards Outside Ebbing, Missouri.
Director: Martin McDonagh.
Guión: Martin McDonagh.
Intérpretes: Frances McDormand, Woody Harrelson, Sam Rockwell, Peter Dinklage.
Estreno en España: 12/01/2018
Productora: Blueprint Pictures. Distribuida por Fox Searchlight.
Distribuidora: Fox España.
Sinopsis
En Ebbing, Misuri, un pueblo del Medio Oeste de Estados Unidos, Mildred Hayes (Frances McDormand) decide gastarse todos sus ahorros en contratar tres vallas publicitarias para poner en evidencia la incompetencia de la policía. Han pasado ya varios meses desde la violación y asesinato de su hija y aún no se sabe nada acerca de lo ocurrido. Estas tres vallas a la entrada del pueblo, con mensajes muy controvertidos sobre el jefe de policía, William Willoughby (Woody Harrelson), servirán para divulgar un recordatorio, el de un crimen sin resolver, y constatar una evidencia, que nadie ha sido detenido. Las consecuencias serán una guerra abierta contra la policía del pueblo, y una agria respuesta por parte de sus habitantes.
CRÍTICA
No existe mejor carta de presentación para el estreno de una película que el haber resultado ganadora al mejor drama en la 75º edición de los Globos de Oro celebrada hace tan solo unos días. Si a eso también le sumamos que en la misma cita se premió también como mejor guion, mejor actriz dramática en la figura de Frances MacDormand, y mejor actor de reparto para Sam Rockwell, podemos afirmar que estamos ante una de los trabajos más importantes de la temporada. Y eso que aún no se han hecho públicas las nominaciones a los Oscars, en las que seguramente también conseguirá llegar a ser finalista en lagunas de las categorías principales…
El film es una atinada mezcla fantástica y memorable de tragedia humana y comedia de tono negro.
Tres anuncios en las afueras se trata del tercer largometraje del cineasta londinense Martin McDonagh, quien después de ganar un Oscar por su cortometraje de 27 minutos Six Shooter en 2006, y destacar con Escondidos en Brujas (su superlativo debut en la gran pantalla de 2008) y Siete Psicópatas (2012), continúa su racha ganadora con esta atinada mezcla fantástica y memorable de tragedia humana y comedia de tono negro. Estamos ante un excelente ejemplo de cómo un guion brillante, un casting perfecto y una dirección enfocada e inteligente pueden elevar una película a clásico instantáneo, en lugar de malgastar cientos de millones de dólares y grandes cantidades de CGI en auténticas montañas rusas sin orden ni concierto.
El director tiene un verdadero don para crear diálogos tan apasionantes como punzantes, que se mueven entre géneros con una facilidad pasmosa. Aquí todos los personajes tienen algo que decir y son importantes en el devenir de la historia. Los cambios tonales en la cuerda floja podrían haber derrotado fácilmente a un talento menor, pero McDonagh está más que a la altura de la tarea, y también asegura que el material nunca sea unidireccional, dotándolo de mucha ambigüedad moral con el que desafiar el punto de vista del espectador. Drama social con elementos de western crepuscular y crítica mordaz contra el sistema, el film se beneficia de unas interpretaciones dignas de elogio, destacando sobremanera la figura de Frances McDormand, con una actuación a la altura de otros grandes trabajos que también contaron con su presencia como Fargo, Casi famosos o Jóvenes Prodigiosos.
Sin embargo, aunque su capacidad de absorción está fuera de toda duda, el desarrollo de la acción se ve disminuido por su algo impostada pulcritud y un puñado de improvisadas resoluciones poco convincentes a los muchos dilemas que pone en juego. Una lectura más profunda del guion nos llevaría a unas cuantas incoherencias (verbigracia: la trágica escena nocturna que tiene lugar en la comisaría). Pero las virtudes del film ganan por goleada a sus defectos, y tan solo apuntamos estos detalles para afirmar que aunque estamos ante una gran película no se trata de una obra redonda. Algunos de los discursos de la protagonista que suelta ante la cámara son dignos de ovación, por no hablar de su espectacular química en las secuencias compartidas con Woody Harrelson, un actor que no suele prodigarse a la hora de recibir premios pero que está firmando una de las filmografías más inmaculadas que uno recuerda en mucho tiempo.
Seríamos injustos si no destacáramos a su vez la labor de Sam Rockwell, un personaje odioso con grandes defectos (racista, violento, farfullero) pero que sin embargo destila una extraña empatía que lo convierte hasta en enternecedor, sobre todo cuando los acontecimientos tuerzan su destino y al personaje se le permite un gran arco emocional. Si nos ponemos a mirar uno de los grandes aciertos es el de presentarnos unos caracteres imperfectos, para nada heroicos. Todos cometen demasiados errores, y nosotros disfrutamos viéndolos meter la pata una y otra vez en ese pueblo pequeño que es un infierno enorme.