Ariaferma

Próximos estrenos España 8 de abril  

Título original

Ariafermaaka 

Año

2021

Duración

117 min.

País

 Italia

Dirección

Leonardo di Costanzo

Guion

Leonardo di Costanzo, Bruno Oliviero, Valia Santella

Música

Pasquale Scialo

Fotografía

Luca Bigazzi

Reparto

Toni Servillo, Silvio Orlando, Fabrizio Ferracane, Salvatore Striano, Roberto De Francesco, Antonio Buil, Giovanni Vastarella, Leonardo Capuano

Productora

Coproducción Italia-Suiza-Francia; 

Tempesta, Amka Films Productions, RAI Cinema, RSI-Radiotelevisione Svizzera, Office Fédéral de la Culture, Fondazione Sardegna Film Commission, Eurimages

Género

Drama | Drama carcelario

Sinopsis

Una antigua prisión del siglo XIX, ubicada en una zona inaccesible e indeterminada del territorio italiano, está siendo abandonada. Por problemas burocráticos, los traslados están bloqueados, y quedan alrededor de una docena de presos, con pocos agentes, esperando nuevos destinos. En esa atmósfera extraña, poco a poco, las reglas parecen tener cada vez menos sentido, los protocolos se relajan y se vislumbran nuevas formas de relación entre los hombres que allí quedan.

 

CRÍTICA

Es evidente que Italia, como muchos otros pueblos, ha vivido épocas de mayor esplendor y, aunque desde el capitalismo y el neoliberalismo se constate que nunca se ha estado mejor, hay una cierta percepción de que el presente se va quebrando a raíz de las costuras de un sistema imperante fallido. La decadencia de esta sociedad encuentra su metáfora espacial en la cárcel de Ariaferma, en la que Leonardo Di Costanzo ambienta una historia casi teatral de dos bandos (presos y carceleros) en convivencia forzada a causa de un error burocrático que retrasa el traslado de los últimos reclusos de este centro en pleno desmantelamiento.

Di Costanzo filma Ariaferma en un edificio real, con lo cual deja claro que su acercamiento al drama carcelario es desde una óptica realista, dejando de lado todos los trucos propios del género que reman a favor del espectáculo. No esperen grandes motines ni peleas, sino una película sutil sobre la comprensión progresiva del otro a partir del cara a cara entre un funcionario de prisiones y un camorrista preso. Un duelo que corre a cargo de dos magnos de la escena italiana como son Toni Servillo y Silvio Orlando respectivamente, quienes nunca habían coincidido juntos en la pantalla. Ambos actores se amoldan al tono reposado que Di Costanzo imprime al film, ofreciendo unas interpretaciones solemnes y sin estridencias, pero que guardan un enorme poder que de por sí sostiene el metraje.

Austera como el entorno en el que se desenvuelve, Ariaferma expone sin afectaciones la lamentable situación a la que se abocan muchos presos, pero también de un país en declive en el que, al final, todo sigue igual mientras la base se mantenga dividida. Di Constanzo tiene claras sus proclamas, pero no las explicita bastamente, en una película a la que algo más de contenido elevaría más allá de lo solvente que ya es en su propuesta. Una pieza de humanismo y compasión que bien merece un hueco entre artificio y artificio.