La aspirante: La obsesión por la superación
La aspirante
Filmin (últ. incorporaciones) 18 de marzo
Título original
- The Novice
- Año
- 2021
- Duración
- 94 min.
- País
- Estados Unidos
- Dirección
- Guion
-
Lauren Hadaway
- Música
-
Alex Weston
- Fotografía
-
Todd Martin
- Reparto
-
Isabelle Fuhrman, Jeni Ross, Amy Forsyth, Kate Drummond, Jonathan Cherry, Nikki Duval, Charlotte Ubben, Robert Ifedi, Dilone, Eve Kanyo, Al Bernstein, David Guthrie, Sage Irvine, Chantelle Bishop
- Productora
-
Picture Movers Anonymous, H2L Media Group
- Género
- Thriller | Deporte. Cine independiente USA
- Sinopsis
- Alex Dall (Isabelle Fuhrman) es una estudiante universitaria 'queer' que se une al equipo de remo de su universidad, emprendiendo un viaje físico y psicológico obsesivo para ser la mejor en la mejor embarcación, sin importar el coste. Con la intención de superar a sus compañeros de equipo, Alex se esfuerza hasta más allá de sus límites, alienando a todos los que la rodean en nombre del éxito.
- CRÍTICA
En los últimos tiempos han aflorado en las carteleras películas sobre categorías femeninas en el deporte, en contraste con todos los años que llevamos viendo su contraparte masculina. Estos relatos siempre habían ocupado un espacio secundario o se dedicaban a mostrar deportes típicamente asociados a las mujeres como el patinaje. Por suerte esta vieja tendencia está cambiando y en estos años hemos podido ver obras como El método Williams o Saina. Además, algunas de ellas también nos permiten ver los problemas que se esconden detrás de las noticias, como en Athelete A, un documental sobre los abusos ocurridos en la Federación de Gimnasia de los EE. UU.
La Aspirante cuenta una historia más local, lejos de las competiciones mundiales o de la élite del deporte. Conoceremos a Alex Dall quién, en su primer año de universidad, hará todo lo posible para destacar en el equipo universitario de remo. Aunque desconocemos de donde nace su interés por este deporte, la veremos realizar entrenamientos intensivos hasta desfallecer y pasar largas horas en la máquina de remo. Una creciente obsesión que la llevará hasta los límites la cordura.
En su camino hacia el éxito descubriremos la rivalidad que siente con su compañera Jamie Brill, también nueva en el equipo, quién es mejor deportista que ella en todos los aspectos. Esta competición entre ellas, que solo existe en la mente de Dall, llevará a la protagonista a exigirse más en cada paso para alcanzar a Brill. Mes a mes y competición tras competición, su obsesión con ser la mejor empezará a pasarle factura y su vida empezará a desmoronarse.
La cinta está protagonizada por Isabelle Fuhram, quién debutó asustándonos en su papel de niña en La huérfana, y más recientemente pudimos ver en Tape. Su trabajo como Dall no está a la altura de otros en su carrera, pero cumple correctamente y consigue mostrar con suficiente impacto el desequilibrio mental del personaje, hecho más que loable. Por otro lado, Amy Forsyth, de quién el mundo se había olvidado después de su aparición en las lamentables Hell Fest y La invocación, da vida a la rival que Dall se autoimpone. Creo necesario destacar el estreno en el mundo del largometraje de la modelo Janiece Altagracia Dilone, que transmite una naturalidad en cada escena que solo me hace pensar que no actuaba, sino que ella es así.
Lauren Hadaway nos muestra como la competición no solamente está en las grandes ligas o en la élite del deporte, sino también en los equipos más pequeños. En su estreno como directora asienta unas buenas bases para su carrera, aunque su falta de experiencia es notable y hay aspectos a pulir en el resultado final. La banda sonora es posiblemente lo mejor de la película y el trabajo con los efectos de sonido es casi perfecto. Aunque las transiciones entre escenas son muy mejorables, la fotografía es realmente buena, aún siendo el primer largometraje de su director de fotografía, Todd Martin, especializado en la creación de videoclips.
Lamentablemente, los recursos de imagen son repetitivos, más propios de una película de terror y en situaciones provocan la sensación de que se están repitiendo escenas. Esto se acentúa cada vez que usa el mismo recurso teatral de luces para mostrar la concentración de Dall en los entrenamientos o el más que cansino efecto de distorsión en los fondos cuando la obsesión nubla el juicio de la protagonista. Unas ideas a priori interesantes que de tanto utilizarlas hacen perder el interés al espectador, dando la terrible sensación de “esto ya lo he visto antes”.
El guion, a cargo de la propia directora, tampoco va más allá de lo expuesto anteriormente. La inquina de La aspirante hacia sus compañeras o el porqué de su necesidad por ser la mejor son preguntas que no quedan resueltas. Las tramas secundarias que se abren no llegan a cerrarse y la historia de amor que tímidamente se muestra tampoco aporta nada al desarrollo del personaje ni al futuro de la historia. En definitiva, todo queda en una serie de intentos por mostrar un elenco de personajes profundos, con sus vidas y sus motivaciones, que de base parecen más interesantes que la protagonista, pero de los que no se nos cuenta nada más, dejándonos con mal sabor de boca.
Las comparaciones son odiosas, pero es imposible no notar los parecidos con Cisne Negro, de Darren Aronofsky, en la rivalidad enfermiza que siente Dall o con la maravillosa Whiplash, de Damien Chazelle, cada vez que vemos a la protagonista entrenar hasta el desmayo. Unas similitudes que flaco favor le hacen a esta obra.
Sin duda, en La aspirante encontramos un canto a la autosuperación y a todas esas personas que dan su vida por conseguir sus metas. Pero lejos de ser una visión positiva y motivadora de ello, pretende mostrar que a veces se pierde más en el camino al éxito de lo que se gana al llegar.