Comedia | 90 min. | Israel 2016
Título: Asuntos de familia.
Título original: Omor Shakhsiya
Director: Maha Haj.
Guión: Maha Haj.
Actores: Maisa Abd Elhadi, Ziad Bakri, Jihan Dermelkonian, Hanan Hillo.
Estreno en España: 21/07/2017
Productora: Yellow Dawn Production.
Distribuidora: BTeam Pictures
Sinopsis
El maduro matrimonio formado por Nabila (Sana Shawahdeh) y Saleh (Mahmoud Shawahdeh) pasa sus días viviendo juntos, pero no conviviendo. Saleh se pasa el día en el ordenador mientras Nabila, en silencio, cocina, teje y mira telenovelas. Saleh cada vez está más preocupado por este aislamiento y quiere llevarla de vacaciones, con la excusa de visitar a su hijo Hisham (Ziad Bakri) en Suecia, con la esperanza de solucionar la situación.
Los hijos, han cruzado diferentes fronteras. Al otro lado, Tareq (Doraid Liddawi) vive en Ramallah y demuestra estar poco comunicativo con Maissa (Maissa Abed El Hadi), quien espera que su relación sea algo serio. Mientras, George (Amer Hlehel), el marido de su hermana Samar (Hanan Hillo) se obsesiona y fantasea con la idea de ver por primera vez el mar.
Crítica
Basado en su propio corto, esta es la Opera Prima de Maha Haj, se construye en torno a una familia, con diferentes personajes, cada uno con sus conflictos personales. La familia está unida por llamadas de Skype o móvil y alguna comida familiar, con los típicos tuppers de mamá para que todo el mundo se lleve a casa. Atrapados en esa mezcla de tradición y tecnología con la que cualquiera se puede sentir identificado. Además esta familia tiene un elemento que la hace especial y es el hecho de tener un toque adorablemente disfuncional. ¿Qué familia, vista desde fuera, no parece a veces loca?.
El film gira, con un tono suavemente burlón, alrededor de los protagonistas y sus relaciones, con el conflicto, del que pronto se cumplirá un siglo, entre Israel y Palestina de trasfondo.
El film gira, con un tono suavemente burlón, alrededor de los protagonistas y sus relaciones, con el conflicto, del que pronto se cumplirá un siglo, entre Israel y Palestina de trasfondo. Habitualmente, cuando se habla sobre este conflicto en el cine, dicho conflicto es la parte más importante de la trama, o la descripción de la influencia que ejerce sobre los protagonistas.
Aquí, en cambio, lo que vemos es la rutina diaria y como viven el día a día con el conflicto en su entorno. Aunque la influencia está en todas partes, afecta a toda su vida diaria. No puedes ir allá donde quieres porque estás delimitado por una frontera militar; si no has visto nunca el mar solo puedes soñar con él, porque no te está permitido ir hasta allí sin visado… Cuando una directora americana vea a George en el taller, le dará al instante un papel para su película. Casi todos los amigos y familiares darán por hecho que, al ser palestino, el papel que interpretará será el de un terrorista. La influencia del conflicto lo abarca todo, vives rodeado de controles, interrogatorios…
Tan importante como los diálogos, son los temas de los que no hablan. Nadie quiere hablar de lo que están pasando ni personal ni políticamente. Es el hecho de evitar deliberadamente el conflicto israelí-palestino lo que hace provocador este film. Las elecciones tomadas por la dirección de Haj hacen del film un relato fresco. Con fotografía de Elad Debi impecable, con una distancia perfecta para que el espectador sea un observador racional y mantener la simpatía de todos los personajes durante los problemas familiares. Aun así, está lo suficientemente cerca como para apreciar cada mirada de compasión o de rencor.
El reparto, al no ser actores profesionales, trasladan la naturalidad necesaria, cada gesto entre ellos, levantar las cejas o suspirar, está tan lleno de complicidad que parecen una familia real. Es más, el matrimonio de los personajes de Nabila y Saleh son marido y mujer en la vida real. Con una perspectiva irónica de nuestras costumbres y comportamientos sociales, la película trata con un estilo casi poético como los personajes, de una manera u otra, se sienten atrapados. Sólo cuando los protagonistas quedan aislados por las circunstancias, libres de la distracción del entorno, finalmente se ven obligadas a hablar y reconocen sus verdaderos sentimientos.
Incluso en estos momentos más dramáticos por las revelaciones, la película mantiene su sentido del humor y la ligereza, sin melodramáticas conversaciones. Es una familia, no hacen falta las palabras. Es entonces cuando se requiere especial atención por parte del espectador para poder cerrar las tramas, ya que es en esos silencios y gestos donde se intuyen las conclusiones de los personajes.
Seleccionada para la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes del año pasado, la película brilla por sus diálogos agudos, pero sobre todo por sus situaciones absurdas, pero totalmente creíbles.
