CRÍTICA DE CINE

Aves de paso: Nadando libre

Lejos de la ñoñería y moralina de este tipo de películas, el filme es un canto a la libertad y la naturaleza.

 Familia | 84 min. | Francia 2015

Título: Aves de paso.
Título original: Les Oiseaux de passage.

Director: Olivier Ringer.
Guión: Olivier Ringer, Yves Ringer.
Actores:  Clarisse Djuroski, Léa Warny, Alain Eloy, Myriem Akkhediou.

Estreno en España: 03/02/2017 
Productora: Ring Prod / Les Films d'Antoine / Good Lap Production 

Distribuidora: Pack Magic.

 

 

Sinopsis

En su décimo cumpleaños, el padre de Cathy le regala un huevo cuyo patito está a punto de salir del cascarón. Cuando el patito nace, Cathy es incapaz de cuidarlo y sus padres deciden deshacerse de él. Es entonces cuando Cathy y su amiga Margaux se embarcan en un viaje para salvar al patito y descubren más sobre sí mismas.

Crítica

Un error muy común, y el que creo que todos los críticos caemos alguna que otra vez, es prejuzgar ciertas películas de temática familiar e infantil pensando que estas tendrán una sobredosis de bondad y cursilería que nos echará para atrás a los pocos minutos. En el mayor de los casos hay cierta veracidad en este razonamiento (solo hace falta mirar la cartelera algunas semanas), pero de vez en cuando, y para alegría nuestra, este lo es, nos encontramos una obra que perfectamente podría haber estado en la lista de mejores películas del año pasado, tal y como vio mi colega Manuel J. Lombardo con el que estoy totalmente de acuerdo. 

Y es que la tercera película de Olivier Ringer (las otras dos no tuvieron una distribución decente) tiene poco de convencional y de seguir la norma de este tipo de filmes, entregando una propuesta sencilla en su planteamiento, pero con la fuerza y el tono suficientemente pensado. Un canto a la naturaleza y a la libertad en una sociedad hipertecnologizada, no hay más que ver el inicio de la obra y los dos regalos que recibe una de las protagonistas de la historia: el huevo donde reside el patito de manos del padre y un teléfono móvil última generación por parte de la madre o la maravillosa escena vía videollamada del baño de la muchacha discapacitada con el patito ante la mirada de su amiga.

A esa sencillez se une precisamente la veracidad con la que todos los actores interpretan sus papeles, empatizando rápidamente con el espectador y que sólo se reserva un retrato algo más caricaturizado en esos policías que hacen acto de presencia en el último acto del relato y que aportan cierto alivio cómico a la tensión dramática que se ha ido generando en el transcurso de la historia con la relación entre las dos jóvenes y el patito que intentan cuidar.

En el particular trío que se genera con ellos tenemos las lecciones más importantes que nos da la película pero sin caer en la moralidad vacía y casi dictadorial (pienso ahora mismo en cintas como la aclamada Untouchables o las mayorías de Disney/Pixar), y que se van dando en el particular camino iniciático de las niñas en busca de un lugar mejor para el patito y las responsabilidades que este conlleva, ofreciéndonos en el transcurso de este toda la belleza del paisaje de la campiña francesa llena de bosques y lagos; y de paso nos da una lección a los adultos, padres sobre todo, con esa tendencia actual de sobre proteger a los niños cuando estos deberían aprender las grandes lecciones de la vida descubriéndolas por ellos mismos para acabar con una de los clímax más hermosos que se han visto en algunos años.