Caras y Lugares: Ultra Mega Selfies
Agnès Varda (Les plages d'Agnès) y JR (Ellis) dirigen este documental, que va acompañado de la música compuesta por Matthieu Chedid (Bouboule).
Documental | 94 min. | Francia | 2017
Título: Caras y Lugares.
Título original: Visages Villages.
Director: Agnès Varda, JR.
Guión: Rhett Reese, Paul Wernick, Ryan Reynolds (Cómic: Rob Liefeld, Fabian Nicieza).
Aparecen: Jean-Luc Godard, JR, Laurent Levesque, Agnès Varda.
Estreno en España: 25/05/2018
Productora: arte France Cinéma / Ciné Tamaris / Social Animals
Distribuidora: Sherlock Films.
Sinopsis
La cineasta Àgnes Varda y el fotógrafo JR recorren las calles de Francia en la furgoneta en la que trabaja el segundo, con el objetivo de conocer gente con la que intercambiar ideas y de paso fotografiar. De este modo, ambos artistas podrán desarrollar y ampliar su colección de imágenes y experiencias. JR y Varda coinciden con agricultores y una vendedora.
Crítica
Ella tiene ochenta y él treinta, comparten su pasión por el arte, la capacidad transformadora que tiene una obra artística sobre las personas y los observadores. Pero más allá de la brecha generacional, de la admiración y respeto mutuos, sus miradas son sumamente diferentes. Ella es nada menos que la cineasta Agnes Varda, con sus ochenta años a cuestas y un incipiente avance hacia la pérdida de visión, aspecto que en un lapso breve la privará de ver todo aquello que la rodea, la conmueve, la hace sentir vital.
Las miradas confluyen de todas maneras en el oficio intacto de Varda, en su sentido plástico sobre el material con el que trabaja junto al joven JR.
El joven que la acompaña en esta road movie lúdica y nada especulativa desde el punto de vista emocional por el interior de Francia es un artista callejero, portador de una impronta de fotógrafo que encuentra en su móvil adaptado personas comunes para así elaborar definitivamente su arte: gigantografías para empapelar, con rostros anónimos, en un principio fachadas o la geografía rural de Francia.
Las miradas confluyen de todas maneras en el oficio intacto de Varda, en su sentido plástico sobre el material con el que trabaja junto al joven JR, sigla de Jean René, material humano claro está y por una necesidad que la propia Agnes confiesa: la búsqueda de la belleza antes de perder definitivamente la vista. Un viaje que es al mismo tiempo una lección de humanidad en la que hablan de ellos, de los otros, del arte y también del cine. De Godard, al que pretenden visitar en su casa de Suiza, y de Buñuel, porque cada vez que Agnés se pone las gotas de colirio que ahora necesitan sus ojos cansados se acuerda de “El perro andaluz”.
Caras y lugares como indica el título de esta fresca obra de Agnes Varda, quien a sus ochenta años no pierde la picardía cuando charla con JR tampoco censura sus pensamientos ni críticas si alguna cosa no la convence del todo. La petisa cariñosamente hablando es portadora de un carisma avasallante, no obstante su generosidad y humildad una huella que deja en los ojos de cada uno de nosotros al hacernos partícipes de su derrotero actual como artista, como anciana lúcida y desde la humildad de los grandes, algo que parece haber olvidado hace mucho tiempo su otrora compañero Jean-Luc Godard.
Documental imaginativo, jovial y políticamente consciente, virtudes que forman parte el bagaje estético de Agnès Varda, quien lleva el cine en la sangre desde aquel lejano 1961 cuando rodó su primera película –“La pointe courte”- y se situó a la vanguardia de las mujeres cineastas, con las inevitables referencias del nouveau roman entonces imperante y abriendo paso a la nouvelle vague: “la Varda sabe de lo que habla cuando dice que al cine le hacen falta más personas como Jean‑Luc Godard, ese filósofo solitario que supo cómo cambiarlo”.