Cartas a Roxane
- Edmond
- Año
- 2018
- Duración
- 112 min.
- País
- Francia
- Dirección
- Alexis Michalik
- Guion
-
Alexis Michalik
- Música
-
Romain Trouillet
- Fotografía
-
Giovanni Fiore Coltellacci
- Reparto
- Thomas Solivéres, Dominique Pinon, Olivier Gourmet, Guillaume Bouchède, Alexis Michalik, Simon Abkarian, Blandine Bellavoir, Mathilde Seigner, Antoine Duléry, Clémentine Célarié, Alice de Lencquesaing, Jean-Michel Martial, Dominique Besnehard, Bernard Blancan, Lionel Abelanski, Nicolas Briançon, Tom Leeb, Benjamin Bellecour, Marc Andreoni, Marc Citti, Igor Gotesman, Hélène Babu, Fayçal Safi, Michel Derville, Vincent Joncquez, Arnaud Dupont, Adrien Cauchetier, Sophie de Furst
- Productora
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Légende Films / Rosemonde Films / Umedia
- Género
- Drama. Comedia | Biográfico. Siglo XIX. Literatura
- Sinopsis
- París, 1897, en plena Belle Époque. Edmond Rostand es un dramaturgo prometedor. Pero todo lo que ha escrito ha sido un fracaso y ahora sufre una parálisis creativa total. Gracias a su admiradora, la gran actriz Sarah Bernhardt, conoce al mejor actor del momento, Constant Coquelin, que insiste en interpretar su próxima obra. Y, además, quiere estrenarla dentro de tres semanas. El gran problema para Edmond es que todavía no la tiene escrita. Solo tiene el título: “Cyrano de Bergerac”.
CRÍTICA DE VICENTE I. SÁNCHEZ
“Cartas a Roxane” nos cuenta el proceso artístico que llevó al famoso escritor Edmond Rostand a crear a Cyrano de Bergerac. Una de las obras de teatro francesa más representadas y con mayor éxito internacional.
El director y guionista Alexis Michalik adapta esta historia basada en su propia obra de teatro, “Edmond·, con la que logró un gran éxito al conseguir cinco Premios Molières en 2017. La cinta vuelve a situarnos en el París bohemio de finales del siglo XIX. Allí veremos como este prometedor escritor trata de salir adelante y encontrar la inspiración tras el fracaso de su anterior obra.
La cinta posee una magnífica puesta en escena que no pierde detalle en buscar el realismo y el encanto por el romanticismo y la bohemia. Alexis Michalik construye una cinta de impecable factura técnica en la que recrea muy bien los tiempos de la “Belle Époque”, con sus cafés llenos de artistas y sus animadas calles y teatros. Un dato curioso es que la cinta fue Rodada en Praga debido a los costes elevados que supondría disponer de un teatro en Francia durante más de un mes. Algo que no impide que París esté fielmente recreada.
“Cartas a Roxane” es una obra que narra muy bien los procesos artísticos que llevan a la creación. En este sentido es un placer comprobar como Edmond Rostand va configurando e ideando el argumento de Cyrano de Bergerac. Un proceso que nace desde el famoso folio en blanco y que iremos viendo cómo se perfila y madura.
Pero la cinta da un poco más allá y también juega con el metalenguaje cinematográfico y con la denominada cuarta pared. Durante sus 112 minutos iremos viendo paralelamente como nace Cyrano al tiempo que vemos cómo se configura y monta un espectáculo teatral.
Muy deudora de otras cintas como “¡Qué ruina de función!” y ligeramente inspirada en obras maestras como “La noche americana”, “Cartas a Roxane” es principalmente una película sobre cómo se monta un espectáculo. Vestuario, ensayos, atrezzo, problemas técnicos… son muchos los elementos que están presentes y que irán desfilando por el escenario.
Como comedia romántica no se le puede reprochar nada. Funciona muy bien y nos mantiene con una sonrisa constante en los labios. En este sentido es clave un casting impecable encabezado por un convincente Thomas Solivéres y por un magnífico Olivier Gourmet.
Más allá de su buen ritmo y magnífica fotografía, hay que reconocer que “Cartas a Roxane” no cuenta nada que no hayamos visto ya muchas veces en pantalla. Nada es original y tampoco el director busca ningún riesgo en sus planteamientos. Todo lo relacionado con la creación de Cyrano no deja de ser una actualización de la emblemática “Shakespeare in Love”. Lo cual no impide que estemos ante una comedia muy disfrutable.
Dudo que el espectador que se acerque ante esta propuesta pueda sentirse desencantado o defraudado. “Cartas a Roxane” solo busca ser un comedía divertida y realmente lo consigue.