Cazafantasmas: Escalofríos
Bajo la idea de Dan Aykroyd, que fue delineada junto a Ivan Reitman, Bill Murray y Harold Ramis, Los Cazafantasmas captaron al público con su primera película y sobre todo por sus efectos especiales adelantados a su época.
Título: Cazafantasmas.
Título original: Ghostbusters.
Director: Paul Feig.
Guión: Katie Dippold, Paul Feig.
Estreno en España: 12/08/2016
Productora: Sony Pictures Entertainment (SPE) / Pascal Pictures
Distribuidora: Sony Pictures Spain.
Sinopsis
Manhattan, Nueva York. Después de casi treinta años sin saber de ellos, los fantasmas y demonios se han vuelto a escapar de los infiernos para destruir la ciudad. Esta vez un nuevo equipo de los Cazafantasmas, formado por un grupo de cuatro mujeres, está dispuesto a terminar con cualquier amenaza espectral.
La física cuántica Erin Gilbert (Kristen Wiig) y su compañera Abby Yates (Melissa McCarthy) llevan toda la vida estudiando lo paranormal. Ambas han escrito un libro en el que avalan la existencia real de los fantasmas. Es gracias a este ensayo que Erin se convierte en el hazme reír de la Universidad de Columbia, lugar donde ostenta un prestigioso puesto de trabajo.
Pero pronto aparecen algunos espectros causando pánico y terror en toda Manhattan. Así que Gilbert y Yates no se lo piensan dos veces, y organizan un nuevo grupo de Cazafantasmas, al que se unen la ingeniera Jillian Holtzman (Kate McKinnon) y Patty Tolan (Leslie Jones), una taquillera del metro que conoce cada rincón de Nueva York. A las cuatro divertidas heroínas se suma Kevin (Chris Hemsworth), a quien contratan como secretario y ayudante para todo. Ahora que hay terroríficos avistamientos por toda la ciudad, el trabajo de estas cuatro mujeres va a ser imprescindible para salvar el mundo.
Crítica
Los 80 fue una década que marcó el origen de muchos clásicos: Regreso al futuro, Terminator y Los Cazafantasmas, solo por citar algunos ejemplos. Bajo la idea de Dan Aykroyd, que fue delineada junto a Ivan Reitman, Bill Murray y Harold Ramis, Los Cazafantasmas captaron al público con su primera película, sus efectos especiales adelantados a su época, un puñado de fantasmas, pero más que nada por su desarrollo concentrado en un cuarteto al que pudo haberse sumado Eddie Murphy, quien finalmente fue desplazado por Ernie Hudson.
El merchandising, el símbolo característico y los personajes de siempre fueron el gran atractivo.
La moda no murió ahí, el Ecto 1, el merchandising, el símbolo característico y los personajes de siempre fueron el gran atractivo. Sin embargo, en aquellos años se debatió por muchísimo tiempo la realización –o no- de una tercera película.
Hubo rumores por años, que los Cazafantasmas irían al infierno, que habría una nueva generación e incluso existió un guión que el propio Bill Murray devolvió en pedazos al considerarlo “ridículo” por tenerlos como viejos volviendo a las andadas.
Ellos fueron un símbolo, donde habían tenido una participación especial, incluso una vez volvieron momentáneamente a sus personajes para cumplirle el sueño a un niño con cáncer terminal. Ahora imaginen que un director -Paul Feig- elige a esos personajes y temeroso de la opinión de los fans toma malas decisiones. Sabemos que los estudios Sony son muy influyentes en sus proyectos y que no ha tenido los mejores aciertos, por ejemplo con sus dos versiones de Spiderman. Por el contrario, Feig hace borrón y cuenta nueva e incluso no toma demasiado en serio la diferencia entre secuela o falsa secuela o reboot, tal como se sugiere en los trailers.
Feig no arriesgó, pero tampoco tiene la culpa de todo: la película es un rejunte de las dos anteriores, las escenas y hasta los mismos personajes; vemos a la rubia inteligente, la castaña líder nata, la colorada nerd y -cuando no- una afroamericana que se incorpora a lo último y tiene más alma que todos los personajes juntos. Y a no olvidarse del secretario torpe y estereotipado.
Hubiese sido preferible que Cazafantasmas (2016) sea otro film y tal vez el resultado sería distinto. Confieso que esperaba ver algo parecido a Los 4 Fantásticos, pero no fue así, ya que las actrices -a su medida- demostraron que por más refrito que haya pueden lograr algo aceptable.
De todos modos, con Cazafantasmas no está todo perdido, porque cuando está por terminar el film a Feig le cae la ficha y ahí nos brinda una excelente escena, donde las cazafantasmas se enfrentan al villano de turno y explora mucho más la relación entre ellas.
Seguramente, las nuevas generaciones estarán encantadas con los efectos especiales y el 3D, pero para los fans, el plus de diversión está con los chistes exagerados.
No quiero parecer sexista, no es culpa de las chicas ni nada, sino del director y de Sony. Después de todo solo intenta ofrecer una versión diferente a lo ya visto.