Drama 91 min. | USA | 2018
Título: La (Des)educación de Cameron Post.
Título original: The Miseducation of Cameron Post.
Dirección: Desiree Akhavan.
Guión: Desiree Akhavan, Cecilia Frugiuele, Emily M. Danforth (novela).
Actores: Chloë Grace Moretz, Forrest Goodluck, Sasha Lane, John Gallagher Jr., Jennifer Ehle.
Estreno: 05/07/2019
Productora: Beachside Films, Parkville Pictures.
Distribuidora: Good Films.
Sinopsis
Cuando a Cameron (Chloë Grace Moretz) la descubren besando a una chica, su tía, quien ejerce de tutora, la envía a un centro de terapia de conversión, donde será “(des)educada” junto a otros jóvenes adolescentes homosexuales, que han sido enviados para "curar" sus "atracciones del mismo sexo".
Crítica
¿Qué hay más americano que acabar la noche de tu graduación en el asiento trasero de un coche besando a tu amor de adolescencia? Una lástima que, cuando los amantes son del mismo sexo, el esplendor en la hierba es apagado al instante. Su familia considera que debe cambiar, y por ello Cameron es enviada a un centro de reconversión sexual, con el prometedor nombre de “La promesa de Dios”. Este film trasciende a su género, además de destacar del resto de películas coming-out y coming-of-age, haciéndola más que digna merecedora del Gran Premio del Jurado de Sundance. Esta pieza tiene un tacto y un humanismo especial, con un compromiso para con respetar las diferencias sin renunciar a tener un claro punto de vista ético.
Al mantenerse escéptica y con actitud pasiva, conecta con la reacción del espectador, mientras intenta mantenerse a salvo y proteger sus sentimientos.
Otra de las decisiones más inteligentes es el tono de la protagonista. La reacción de Cameron es muy realista, sin aceptar los más que usados roles de adolescente rebelde o joven sumisa. Al mantenerse escéptica y con actitud pasiva, conecta con la reacción del espectador, mientras intenta mantenerse a salvo y proteger sus sentimientos. Cameron no duda de su propia identidad, pero las influencias de este campamento religioso la hacen vulnerable respecto a qué hacer con ella.
La actriz Chloë Grace Moretz nos muestra su papel más maduro, lejos de sus anteriores personajes planos típicos de blockbuster. Su brillante interpretación es clave para poder ver todos los matices. Además, está apoyada por un gran reparto, en el que hasta el personaje más secundario realiza un trabajo impecable. El cast no sólo celebra la diversidad, que eso siempre es un plus, sino que en esta ocasión, el film está más interesado en cómo se sienten sus personajes que en lo que podrían simbolizar.
La protagonista intenta lidiar con sus sentimientos encontrados, mientras conoce a los personajes secundarios que vienen de diferentes orígenes y entornos. Forrest Goodluck (conocido por The Revenant e Indian Horse) es un joven nativo americano que interpreta a Adam, quien se define como winkte, término de tradición Lakota explicado en el cortometraje. El reverendo Rick, también es un personaje interesante, ya que afirma haberse “curado” de su propia homosexualidad. Últimamente ha surgido un acercamiento cinematográfico a este tipo de terapias. A diferencia de Boy Erased (Edgerton, 2018), la cual tenía un carácter más clásico y obvio, La (Des)educación de Cameron Post no es, en ningún momento, melodramática.
Realiza una crítica mucho más perspicaz y con menos consigue mucho más. Además, en este centro, a diferencia del otro film, el maltrato es psicológico y no físico, como en un momento reconoce la protagonista “No nos pegan”. Pero lo peligroso está en lo cotidiano y en los juegos psicológicos, ¿es así como nuestra sociedad trata al diferente? Aquí, en el mejor de los casos, los jóvenes internos aprenden a odiarse a sí mismos
El film es la antítesis de la feel-good Love, Simon (Berlanti, 2018). Quizás por eso es aún más imprescindible. Esto pasa en un país supuestamente civilizado. La película está ambientada en el 1993, pero lamentablemente es un relato todavía vigente. Según The Williams Institute, durante 2018 casi 700.000 personas en los Estados Unidos han recibido estas conocidas terapias de conversión, de las cuales la mitad eran adolescentes.