Crimen | 120 min. | España | 2019
Título: El Crack Cero.
Título original: El Crack Zero.
Dirección: José Luis Garci.
Guión: Allan Elliott, Sidney Pollack.
Intérpretes: Carlos Santos, Miguel Ángel Muñoz, Luisa Gavasa, Patricia Vico
Estreno: 04/10/2019
Productora: Nickel Odeon Dos
Distribuidora: Fílmax.
Sinopsis
Seis meses después del suicidio del afamado sastre Narciso Benavides, una misteriosa y atractiva mujer casada visita a Germán Areta (Carlos Santos), prestigioso ex policía de la Brigada Criminal y ahora detective privado, para que inicie una investigación sobre el Caso Benavides. La mujer está convencida de que el sastre, que además era su amante, fue asesinado. Aunque su instinto le dice a Areta que la gente sólo mata por amor o por dinero, el detective irá descubriendo que hay otros motivos ocultos, y más de un sospechoso relacionados con la muerte del sastre.
Crítica de Vicente I. Sánchez:
“El crack Cero” es una rareza dentro de la industria cinematográfica española. Podríamos decir decir que estamos, en claves de misterio, ante un oopart. Es decir (en castellano), un objeto fuera de lugar que desafía la cronología histórica convencional. Para empezar porque José Luis Garci dirige una película con clara vocación de clásico, que no se avergüenza de estar construida “al viejo estilo” y con claras referencias al mejor cine noir de los años 40 y 50. Una forma de sentir y entender el cine que poco tiene que ver con lo que demanda el público en la actualidad. “No hay que tener miedo a mirar hacia atrás, el pasado es cálido”, sentencia Garci por boca de uno de sus personajes durante la película. Un mensaje que no puede definir mejor esta propuesta.
“El crack Cero” viene a cerrar la saga que protagonizó hace 40 años Alfredo Landa y Miguel Rellán. Un grupo de películas interpretadas por el detective privado Germán Areta, en las que tenía que sobrevivir en la convulsa España de los años 80 resolviendo crímenes y desapariciones. En esta ocasión Garci construye una precuela que busca dar forma y sentido a la obra original. Un cierre de trilogía que ayuda a comprender el mundo de “El crack” y que hacía falta rodar.
En esta ocasión Garci construye una precuela que busca dar forma y sentido a la obra original. Un cierre de trilogía que ayuda a comprender el mundo de “El crack” y que hacía falta rodar.
Una película que, en definitiva, no duda en situar sus raíces en el pasado y que nos devuelve al mejor Garci. Director, que no olvidemos, aseguró hace siete años que se retiraba tras el estreno de “Holmes y Watson, Madrid Days”. Una horrible propuesta que sumada a la también fallida, “Sangre de mayo”, supusieron un duro golpe de recaudación y crítica.
Nada tiene que ver con el José Luis Garci de “El crack Cero”. Nos encontramos con un trabajo depurado, sereno, con una magnífica fotografía y con una de esas historias que atrapan desde el comienzo. Posiblemente estemos ante una de las mejores películas de su carrera, o por lo menos a la altura de otros trabajos como “El abuelo”, “You're the On” o la oscaridada “Volver a empezar”.
La cinta se mueve por un Madrid lleno de canallas, mujeres fatales, cigarros y envidias. Todo ello con una ambientación perfecta y con unas imágenes de archivo que nos devuelven a la época de Galerías Preciados, las cabinas telefónicas y los cine Rex y Coliseum. Todo ello bajo la música de Jesús Gluck, responsable de la música de toda la trilogía de “El Crack”.
Un Madrid de otra época que ha sido resucitado para una historia clásica de gangsters y que tiene un marcado tono crepuscular y de despedida. Si realmente este es su último trabajo, ahora sí, puede estar contento de brindarnos este regalo. Una declaración de amor al cine.
En definitiva una película para disfrutar y que se sitúa entre las sorpresas más interesantes de 2019. Un clásico instantáneo.