Terror | 85 min. | USA | 2018
Título: Los Extraños. Cacería Nocturna.
Título original: The Strangers: Prey at Night.
Director: Johannes Roberts.
Guión: Bryan Bertino, Ben Ketai.
Intérpretes: Christina Hendricks, Bailee Madison, Martin Henderson, Lea Enslin.
Estreno en España: 01/06/2018
Productora: Intrepid Pictures / Mandate Pictures / Relativity Studios / thefyzz.
Distribuidora: Diamond Films España.
Sinopsis
Cindy (Christina Hendricks) y Mike (Martin Henderson) se embarcan en un viaje por carretera y planean pasar una temporada en un campamento de remolques antes de dejar a su problemática hija Kinsey (Bailee Madison) en un internado. Pero el viaje se ve interrumpido por la llegada de tres psicópatas enmascarados que atacan y matan sin piedad.
Crítica
Si hay algo que logra esta innecesaria secuela o relectura de aquella interesante Los extraños (2008), cóctel entre cine de los ’70 y sadismo moderno que generaba muy buenos climas de terror y suspenso, precisamente aquí no sorprenden ni siquiera en el intento de encontrar algo de creatividad a una historia donde la motivación de tres psicópatas adolescentes no es otra que gozar con los asesinatos de personas que ocupan un espacio y tiempo.
El efecto del drama de los personajes acechados por los tres psicópatas de turno no es suficiente a pesar de aparecer la violencia y el enfrentamiento cara a cara.
En este caso, un parque de casa rodantes, refugio de una familia tipo constituida por papá, mamá e hijos adolescentes. La muchacha rebelde (Bailee Madison) a un paso de terminar recluida en un internado porque sus padres jóvenes (Christina Hendricks y Martin Henderson) no saben manejarla. Esta segunda entrega viene rodada por Johannes Roberts (con cierta fama en el género actual por su rápidamente amortizada pieza indie "A 47 Metros" [2017]), del que se intuyen las intenciones de, ante todo, ser fiel a la estética oscura, por momentos feísta, de la anatomía hacia el horror de su predecesora. En esta secuela, nuevamente con un núcleo familiar con cierta controversia interna (aquí con adolescente problemática mediante), cuyos miembros se embarcan en una ruta de campamentos de remolques atravesando ese espectro tan interesante de la orografía de los Estados Unidos como son las carreteras secundarias.
Pronto aparecerá el germen de maldad de la iconografía del universo de "Los Extraños", las efigies de enmascarados allanadores que convertirán esos días de descanso en una auténtica pesadilla. A Roberts rápidamente se le ven las intenciones de escapar a cualquier intento de repetir el ejercicio de estilo que suponía la obra de Bertino en lo que a construcción de tensión se refiere, a favor de un envoltorio del ahora tan recurrido enfoque neo-80’s, no únicamente en lo que a la inclusión de hits musicales de la época se refiere.
Ese no es un defecto en sí mismo pero sí lo es la falta de consistencia en el guión, el efecto del drama de los personajes acechados por los tres psicópatas de turno no es suficiente a pesar de aparecer la violencia y el enfrentamiento cara a cara, o mejor dicho, rostro a careta. Elemento que perturba pero que termina cansando al público cuando la película se estanca y no logra tomar vuelo en cuanto a la historia que se resume en un ejercicio de estilo, sadismo y guiños cinéfilos para gusto de los seguidores del cine de género de otras épocas.
Es justo alabar cierto distanciamiento con Los Extraños, especialmente en lo concerniente a la catarsis dramática que proponía Bryan Bertino (Roberts fusila esto con unos primeros 15 minutos, intrascendentes, todo sea dicho), dejando que su principal destreza sea el respeto gran parte a su imagenería estética pero más ligada en su ejecución a los tropos del slasher de manual, obviando esas lineas salvajes del home invasion que se proponían en su predecesora. "Los Extraños : Cacería Nocturna" plantea el conformar unas formas propias sin que le haga pesar en demasía el recuerdo de la primera película, aunque la caída en los propios tópicos de la vertiente más convencional del género actual acabe por difuminar algunos de sus momentos más destacados, expuestos con un particular modo de diversión de barraca de feria; nada sorprenderá al espectador más experimentado, pero es posible que en momentos determinados origine su sonrisa amiga, envueltos de unos hits 80’s incluidos con gusto y cierta justificación.
La segunda de Los extraños, igual que sus perversos asesinos logra matar todo tipo de secuela. ¿Queda claro que con una alcanzaba, no?.