Para quienes andamos en la treintena o casi cuarentena La Historia interminable es una de esas historias que ya sea por la aclamada película, o el libro de Michael Ende del que procede, es parte demuestra infancia. No obstante, estamos hablando de uno de los grandes clásicos del cine ochentero y de la literatura juvenil.Una historia que nos enseñó en su momento grandes valores que nunca viene mal recordar como son el valor y la amistad, y que también nos hizo hacer volar la imaginación, sin dejar de tener los pies en la tierra.
Ahora Beon Entertainment nos trae una nueva visión de esta historia en formato de musical, que podrá verse en el Teatro Calderón durante toda la temporada.
Lo primero que llama la atención nada más llegar al patio de butacas es el imponente escenario con elementos de la obra ya reconocibles como el Auryn o las esfinges, enormes, que ya nos hacen intuir que vamos a ver una gran producción. En cuanto comienza el espectáculo es inevitable sentirse totalmente engullido por la atmósfera, la historia de Bastian, Atreyu, y el mundo de Fantasia. Algo que está muy bien representado además es la convivencia en un mismo espacio del mundo real y el del interior del libro. A esto ayudan las excelentes actuaciones de todo el elenco, tanto en las partes de dialogo como en las canciones, de las cuales hablaremos más adelante.
Visualmente toda la producción es un gran espectáculo, a lo que contribuye el elaborado vestuario, los juegos de luces, la escenografía y por supuesto, los animatrónicos, que son casi los grandes protagonistas de la función. El trabajo de Kreat FX es formidable, y han creado para la ocasión unos personajes como el del dragón Fujur, el Monstruo Come Rocas o la tortuga Morla, que son imponentes (entre otros personajes). Estos logran una estupenda integración con el elenco. Nunca pensé que llegaría a ver en un escenario una simbiosis de estas características, y que además pudiera funcionar tan bien.
Por último, y no menos importante, están las canciones, especialmente compuestas para la ocasión, obra de Iván Macías. Estas logran la difícil tarea de trasladar todo el feeling de la película y el libro al escenario. Sin bien es verdad que todos conocemos el mítico tema que cantaba Limahl, es cual interpretó por sorpresa el día del estreno tras la función, crear un conjunto de canciones que le hagan justicia a este clásico no es tarea sencilla, y esto sin duda se ha logrado. Prácticamente todo el repertorio emociona, y hay números especialmente brillantes, ya no solo por la música, sino también por las coreografías, con muchos momentos sobresalientes, como el número de las arañas.
Sin duda el musical de La Historia interminable es un espectáculo que logra hacer disfrutar a toda la familia, que sirve para que muchos adultos regresemos a la niñez, y que el público infantil descubra una historia que hará volar su imaginación. De esta forma probablemente vuelva a repetirse el círculo , cual Auryn, que emocionó a una generación hace casi cuarenta años.