Drama | 127 min. | Palestina-Holanda| 2019
Título: Los informes sobre Sarah y Saleem.
Título original: The Reports on Sarah and Saleem.
Dirección: Muayad Alayan.
Guión: Rami Musa Alayan.
Intérpretes: Ishai Golan, Hanan Hillo, Maisa Abd Elhadi, Kamel El Basha,
Estreno: 13/09/2019
Productora: KeyFilm / Manderley Films / Monofilms / Palcine Productions.
Distribuidora: La Aventura Audiovisual.
Sinopsis
Saleem (Adeeb Safadi) es un repartidor que regenta la cafetería de la que Sarah (Sivane Kretchner) es dueña. Todos los días ella le invita a algún que otro café y entre esas cuatro paredes surge un sentimiento que ninguno de los dos podrá controlar. Sin embargo, su amor es una pasión prohibida por una sola razón: sus respectivos matrimonios. Sarah es la esposa de un coronel del ejército israelí (Ishai Golan) y Saleem tiene a una mujer embarazada (Maisa Abd Elhadi) esperándole en casa.
A pesar de ello, los dos amantes deciden arriesgarse y dar rienda suelta a su desenfreno pasional cada noche en la camioneta de Saleem. Pero ni todas las precauciones del mundo pueden evitar que la pareja sea sorprendida por una sociedad y una religión que castiga la infidelidad como un crimen.
Crítica de Nuria Vidal:
El hecho de que esta película sea palestina ya la hace distinta. El que trate de un adulterio en un lugar donde normalmente se habla de guerra y de resistencia, aun la hace más distinta. Sobre todo porque, a pesar de no ser un film abiertamente político, Los informes sobre Sarah y Saleem dan más información y hacen un retrato más fiel de lo que pasa en ese espacio no privilegiado del mundo: la ciudad dividida de Jerusalén. El film lo dirige un palestino que ha decidido volver a su país para hacer cine con y para los palestinos. Eso no significa hacer cine en el que los malos son los judíos y los buenos somos nosotros. No. Para Muayada Alayan y su hermano Rami que firma el guión, las cosas no son tan simples.
La película ayuda más que muchas informaciones y análisis a entender ese extraño lugar que forman en un adulterio permanente Israel y Palestina.
Los dos Alayanes han contado con la colaboración de actores palestinos y judíos que se han metido de lleno en esta historia que no es exactamente de amor, pero tampoco cabe entenderla como una metáfora, es un melodrama, pero también un thriller y cine de espías: todo junto. Sarah es una mujer judía, vive en Jerusalén Oeste, tiene un café, está casada con David, coronel del ejército y tiene una hija. Saleem es palestino, es repartidor de una panadería, está casado con Bisan una joven embarazada, vive en Jerusalén Este en una casa de la familia de Bisan. Cuando los conocemos, Sarah y Saleem ya están metidos en su historia, un adulterio mucho más complicado de lo normal al ser una judía y un palestino y tener lugar en una ciudad dividida, con controles policiales constantes. Ellos lo viven con cierta alegría, aunque son conscientes de lo que arriesgan. Hasta una fatídica noche en que intentan ir un poco más allá y se dejan ver en un bar de Belén. Y ahí empieza todo el lio.
Todo sucede por un cúmulo de errores: una estúpida pelea da lugar a una denuncia que se resuelve con una mentira que a su vez da origen a una detención y acusación en una espiral de destrucción kafkiana que encadena las situaciones en una estructura de tres partes: el incidente, dominado por la pareja protagonista; el contexto familiar, donde crecen las figuras de David y Bisan; las consecuencias en todos los implicados, en la que son importantes la abogada de Saleem y el hermano de Bisan. Lo mejor de todo es que la película nunca juzga a sus personajes ni toma partido por ninguno de ellos. Deja que el espectador los siga en sus reacciones y comprenda porque mienten, traicionan, o engañan, mientras nos descubre y acerca a una realidad que estamos acostumbrados a ver en los telediarios sin pensar mucho que la gente que vive en esos territorios ocupados y divididos, son personas absolutamente normales que sobreviven en un mundo asfixiante que los tiene prisioneros del miedo, y lo que se considera políticamente correcto.
Los informes de Sarah y Saleem ayuda más que muchas informaciones y análisis a entender ese extraño lugar que forman en un adulterio permanente Israel y Palestina. Y deja un rayo de esperanza en los rostros de las dos mujeres protagonistas, Sarah y Bisan.