¿Qué invadimos ahora?: Verdades como puños
A estas alturas de la película no vamos a descubrir quién es y que representa en el mundo del cine Michael Moore. Polemista nato especialista en el conocido como narcidocumental, se ha encargado desde hace ya un buen puñado de años en atacar de manera despiadada las injustas políticas que se vienen desarrollando desde tiempos inmemoriales en Estados Unidos.
Documental | 119 min. | USA 2015
Título: ¿Qué invadimos ahora?.
Título original: Where to Invade Next.
Director: Michael Moore.
Guión: Michael Moore.
Actores: Michael Moore.
Estreno en España: 27/05/2016
Productora: Dog Eat Dog Films / IMG
Distribuidora: Avalon.
Sinopsis
Sátira en la que Moore se embarca en una "invasión" por Europa para encontrar soluciones que se puedan aplicar a los problemas internos de Estados Unidos.
Crítica
A estas alturas de la película no vamos a descubrir quién es y que representa en el mundo del cine Michael Moore. Polemista nato especialista en el conocido como narcidocumental, se ha encargado desde hace ya un buen puñado de años en atacar de manera despiadada las injustas políticas que se vienen desarrollando desde tiempos inmemoriales en Estados Unidos. Con total seguridad antes de su puesta en escena a finales del siglo XX y principios del XXI con títulos fundamentales como Bowling for Columbine o Farenheit 9/11 ya existía el documento filmado de guerrilla, pero también es cierto que Moore supo darle una pátina de comercialidad para nada reñida con la crítica y sus trabajos se convirtieron en auténticos regalos para la taquilla.
Con el paso de los años la fuerza de sus documentos comenzó a decrecer, debido por una parte a la repetición de algunas de sus constantes y sobre todo por priorizar más su presencia y protagonismo en los mismos que en profundizar sobre la materia mostrada. De todas formas, antes de lo que podríamos llamar leve declive en su trayectoria, filmó una de sus películas más esenciales, Sicko, donde denunciaba el sistema sanitario norteamericano mostrando todas y cada una de sus carencias y vergüenzas.
Con el paso de los años la fuerza de sus documentales comenzó a decrecer.
Ahora vuelve a la carga con una buena dosis de mala uva e ironía en ¿Qué invadimos ahora?, sátira en la que se embarca en un viaje por algunos países de la vieja Europa (al que hay que añadir una breve parada en Túnez) para buscar soluciones que se puedan aplicar a los problemas internos del país de las barras y estrellas. De entrada diremos que se trata de un documental cuando menos curioso en el que, a no ser que estés muy versado en las distintas vicisitudes sociales que acontecen en cada país visitado, te puedes llegar a sorprender de algunas políticas revolucionarias que allí funcionan de manera común.
El periplo comienza en Italia, donde una joven pareja autóctona le adoctrinan en las ventajas laborales que allí se disfrutan.
El periplo comienza en Italia, donde una joven y guapa pareja autóctona adoctrina al neófito en las ventajas laborales que allí se disfrutan: jornada de treinta y cinco horas semanales; descanso de una hora para comer; cuatro semanas de vacaciones pagadas…al pobre hombre no le queda más remedio que alucinar, porque en los EEUU todavía están a años luz de conseguir ese tipo de bondades aplicadas al trabajo. Luego se da una vuelta por Francia, donde puede comprobar de primera mano cómo se alimentan los niños en edad escolar en los centros públicos franceses. Ni que decir tiene que los manjares que les sirven a los pipiolos gabachos, ríos en proteínas y sobre todo en salubridad, distan mucho de las comidas basura que obligan a devorar a los niños norteamericanos, donde sufren de una tasa muy elevada de obesidad.
Poco a poco tenemos la sensación de que cada tema que se va tocando en cada país lo trata de manera un poco más seria, y si a eso sumamos sus dos horas largas de metraje, hay que reconocer que existen momentos de altibajos en los que se puede llegar a perder un poco el interés de lo que se nos está contando. Pero gracias a la habilidad y el buen hacer del director, versado en mil y una batallas contra el poder establecido, estos instantes son mínimos, y enseguida volvemos a conectar para ver por ejemplo lo bien que se trata a los presos en Noruega (a pesar de los atentados acaecidos en el país en 2011); la permisividad de la policía portuguesa en delitos que tienen que ver con drogas, o la efectiva lucha contra la corrupción bancaria en Islandia, y otras muchas aventuras que aquí no desvelaremos para no desengranar todo el meollo del asunto.
En definitiva, como decían los Celtas Cortos en aquella mítica canción, Michael Moore se dedica a hacer turismo invadiendo países (en cada lugar efectúa el acto simbólico de colocar la bandera americana como si hubiera conquistado el país visitado) mientras a nosotros nos entretiene y sobre todas las cosas nos ilustra, lo que ya es mucho para como están las cosas. ¡Ah!, y ojo al giro final de la historia, porque es de los de mear y no echar gota.