- Título: Knife+Heart
- Título original
- Un couteau dans le coeur aka
- Año
- 2018
- Duración
- 110 min.
- País
- Francia
- Dirección
- Yann Gonzalez
- Guion
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Yann Gonzalez, Cristiano Mangione
- Música
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M83
- Fotografía
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Simon Beaufils
- Reparto
- Vanessa Paradis, Kate Moran, Nicolas Maury, Jonathan Genet, Félix Maritaud, Khaled Alouach, Pierre Emö, Thibault Servière, Pierre Pirol, Naëlle Dariya, Salim Torki, Jeremy Flaum, Noé Hernández, Bertrand Mandico, Romane Bohringer, Elina Löwensohn, Jacques Nolot, Yann Collette
- Productora
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Coproducción Francia-México; CG Cinéma / Piano Producciones. Distribuida por Memento Films
- Género
- Thriller | Años 70. Homosexualidad. Cine dentro del cine
- Estreno en Filmin el 3 de abril
Sinopsis
Paris, verano de 1979. Anne, una productora de películas porno gay baratas, es una mujer violenta, víctima del alcohol y de sus propios demonios. Cuando Loïs, su editora y pareja, la abandona tras años de relación, Anne queda destrozada. Desesperada y decidida a reconquistarla, hace una película mucho más ambiciosa. Pero un asesino misterioso enmascarado merodea en su entorno y esto alterará su vida.
Crítica de Jesús Muñiz-Rimada:
‘Knife + Heart‘ es la segunda película de Yann González como director tras una década de experiencia en el terreno del cortometraje. González cuenta la historia de Anne (Vanessa Paradis), una productora de porno gay que se encuentra en plena crisis con su pareja Loïs (Kate Moran). La película es un animal impredecible que va discurriendo por tonos muy variados e intenta mezclar géneros de una manera bastante forzada, resultando en una amalgama de intentos frustrados por causar impacto y ser transgresora tirando de efectismos.
“Algo que no le puedo negar al filme es su hermosa fotografía, llena de neones, colores intensos y buen gusto a la hora de iluminar escenas que requieren desprender emociones concretas".
El principal problema que le encuentro a esta película es su tono. ‘Knife + Heart’ comienza de forma potente y con las ideas teóricamente organizadas. Hay dos tramas paralelas que se van a cruzar irremediablemente, y ambas van ocurriendo al mismo tiempo, dando más relevancia a la protagonizada por Anne. Sin embargo, hacia el segundo acto, la película decide andar por derroteros distintos y apuesta por un estilo más descarnado y sobreactuado, llevando al extremo las interpretaciones y el drama que viven los personajes. Consigue ser divertida cuando controla el tono, pero cuando se deja llevar y apuesta por el efectismo, me pierde. Creo que se debe al desconcierto que provoca su propuesta, no porque sea una apuesta atrevida (que lo es), sino por olvidar lo construido en el primer acto y regodearse en los extremos más absolutos.
La película parece pertenecer a otra época, e intenta replicar un estilo que la asemeje al propio cine que Anne dirige, un cine excesivo y artificial que basa su modelo en el melodrama. El problema es que, al empezar la película tomándose en serio a sí misma, el cambio posterior resulta contraproducente y genera desconcierto, provocando sensación de incoherencia en sus intenciones. Si hubiera abrazado la locura y el exceso desde el principio habría sido un visionado más divertido y entretenido. Sin embargo, su segunda mitad se me hizo cuesta arriba porque no compraba lo que estaba viendo, no sabía exactamente qué sentir porque la película me enviaba señales discordantes.
Algo que no le puedo negar al filme es su hermosa fotografía, llena de neones, colores intensos y buen gusto a la hora de iluminar escenas que requieren desprender emociones concretas. La dirección de Yann González es estilizada, sabe crear imágenes potentes y sabe conjugar muy bien la elegancia de la historia principal con la torpeza y mediocridad de los rodajes de las películas porno. La banda sonora de M83 tiene varios temas que le van genial a la película, pero no he notado suficiente variedad, y hay una composición específica que se repite en varias ocasiones y se vuelve redundante, porque apela al mismo sentimiento.
En definitiva, ‘Knife + Heart’ es un intento fallido a la hora de plasmar un tipo de cine que ya no se hace, y aunque me gusta su propuesta no comulgo con su tono. Vanessa Paradis se deja la piel y realiza una notable interpretación, pero cuando es al servicio de una historia mal equilibrada, se diluye su trabajo. Y es una lástima.