Drama | 103 min. | Francia | 2018
Título: Las Buenas Intenciones.
Título original: Les Bonnes intentions.
Dirección: Gilles Legrand.
Guión: Léonore Confino, Gilles Legrand.
Intérpretes: Agnès Jaoui, Alban Ivanov, Tim Seyfi, Claire Sermonne.
Estreno: 13/12/2019
Productora: Epithète Films / France 3 Cinéma / La Banque Postale Image.
Distribuidora: Avalon.
Sinopsis
La protagonista de esta comedia dramática es una mujer de entorno a los 50 años, que está entregada a proyectos humanitarios en el centro social en el que trabaja. Será entonces cuando decida embarcar a sus alumnos en clases de alfabetización. Eso sí, para llevar a cabo este audaz proyecto contará con la ayuda de un monitor bastante torpe.
Crítica:
La promoción de muchas películas galas se suele apoyar en las generosas cifras de público que cada año las encumbran en lo más alto de la taquilla francesa. Más allá del innegable orgullo patrio de buena parte de la población del país vecino, el hecho de que masas de espectadores apuesten por la comedia autóctona tiene su razón de ser en una fórmula precisa y ajustada que es capaz de apelar a prácticamente la mayoría de los grupos sociales. Con una inequívoca vocación popular en sus tramas, es capaz de no caer en lo vulgar manteniendo un cierto grado de sofisticación por la vía del diálogo. A ello, cabe sumar un vasto plantel de actores y actrices solventes, una incidencia de lo social en las temáticas que constituyen un adecuado balance entre diversión y reflexión filtrado por las diferentes variantes del humor, en la que cada vez más se tiene más en cuenta la multiculturalidad que forma parte de la Francia del siglo XXI.
“Las buenas intenciones reúne todos estos elementos de contrastado éxito para poner bajo la lupa la solidaridad en Occidente y la dicotomía altruismo-individualismo".
Las buenas intenciones reúne todos estos elementos de contrastado éxito para poner bajo la lupa la solidaridad en Occidente y la dicotomía altruismo-individualismo. ¿Usamos el altruismo y el servicio a los demás para, en el fondo, obtener reconocimiento social y sentirnos mejor con nosotros mismos? ¿Priorizamos ayudar en entornos públicos e instituciones en lugar de poner orden en nuestros círculos privados? ¿Tenemos siempre que complacer a todo el mundo?.
Estas son algunas de las cuestiones con las que opera la película de Gilles Legrand en colaboración en el guión con Leonore Confino, quienes toman como personaje protagonista a Isabelle, una activista de edad madura que afronta la llegada de una compañera más joven y mejor preparada al centro de educación para adultos donde imparte clases de lengua a personas inmigrantes o en riesgo de exclusión social; mientras descuida las necesidades de los miembros de su familia. Una confesa militante progresista como es Agnès Jaoui consigue humanizar a través de sus carencias y defectos un personaje cuya bondad puede parecer irreal, sin llegar a resultar antipática. Le ayudan a ello un elenco formado por rostros desconocidos que imprimen carisma a un plural abanico de secundarios, algunos más bien tratados que otros.
No esconderemos su previsibilidad ni su funcional puesta en escena, pero tampoco le afectan demasiado, ya que la mencionada fórmula fluye haciendo que estas buenas intenciones se confirmen en una obra francamente divertida y susceptible de debate sobre nuestra faceta colaborativa, sin imponer una moralina aleccionadora al espectador.