Los Elfkins
Título original
- Die Heinzels - Rückkehr der Heinzelmännchen aka
- Año
- 2020
- Duración
- 78 min.
- País
- Alemania
- Dirección
- Guion
-
Jan Strathmann
- Música
-
Alex Komlew
- Fotografía
- Animación
- Reparto
- Animación
- Productora
-
Akkord Film Produktion GmbH, Tobis Film, ZDF, Deutsches Filmorchester Babelsberg, Studio Rakete
- Género
- Animación. Infantil. Comedia
- Sinopsis
- Durante más de 200 años, los Elfkins han estado viviendo bajo tierra, escondiéndose del mundo superior y evitando cualquier interacción con los seres humanos "ingratos y malos". Pero un día, Helvi, Kipp y Butz deciden subir a la superficie de la tierra. Después de muchas aventuras, Helvi se hace amiga de Theo, un chef de pastelería un poco gruñón que le recordará a ella y a todos los demás Elfkins su verdadero propósito en la vida: ¡ayudar a los demás!.
- Distribuidora: VerCine
- CRÍTICA
La directora Ute von Münchow-Pohl, especializada en el género de cine dirigido a los más pequeños de la platea, se basa en esta ocasión una leyenda alemana y nos trae a la palestra a una serie de seres legendarios del folklore teutón casi olvidados. Los protagonistas de la historia son tradicionales de Colonia y comparables a los elfos o goblins. Según reza la leyenda, por la noche invadieron las panaderías y talleres de los artesanos de la urbe germana para ayudar a la gente con su trabajo.
Todo comienza con una representación músico-teatral donde los que usan sombreros puntiagudos muestran sus dotes todos revelando a la audiencia su pericia y maestría en sus respectivos oficios, todos menos Helvi. Ella es la heroína de la función que busca encontrar su lugar en la vida, pero la pobre no es muy ducha en el arte laboral, lo que dará pie a un sinfín de desastres y equívocos que la llevarán a la postre y a los postres bastante lejos de su hábitat natural, arrastrando con ella a un par de compatriotas que le ayudarán en sus aventuras culinarias, una ayuda necesaria hacia un estresado pastelero que se ve agobiado por la competencia y por una inmobiliaria con propósitos nada amigables. Un buen producto requiere amor, dedicación y tiempo, y aquí toda la peripecia se irá cociendo a fuego lento para regalarnos un bonito cuento animado.
La animación no solo nos ilustra sobre los temas típicos de las películas infantiles, como puedan ser el coraje ante la adversidad y la amistad a prueba de bombas, sino que también, y quizás sea el objetivo primordial de sus hacedores, cumple un mandato educativo: Los Elfkins transmiten la importancia de la artesanía (algo un pelín paradójico si nos atenemos a que se trata de una producción realizada cien por cien digital) y lo importante y sabroso que puede ser elegir la calidad, sí, incluso la tradicional a la hora de emprender una trayectoria profesional. Todo sazonado con los ingredientes justos que puedan resultar satisfactorios para los paladares más menudos y escondido inteligentemente detrás de un argumento emocionante que también toca el corazón.
Por poner algún pero quizás a la historia le falte algo en términos de innovación, ya que, por ejemplo, aquí se pueden reconocer algunos elementos obvios que nos remiten directamente a Ratatouille. Pero en general, la película resulta inspiradora y contiene todos los ingredientes que una película de este tipo necesita para entretener a los niños. Aventuras sentidas que dan confianza a los espectadores jóvenes y los anima a tomar conciencia de sus propias fortalezas.