M: Amor y opresión
Título: M.
Título original: M.
Dirección: Yolande Zauberman.
Guión: Yolande Zauberman.
Intervienen: Menachem Lang, Talleen Abu Hana.
Estreno: 31/01/2020
Productora: CG Cinéma / Phobics Films.
Distribuidora: Surtsey Films.
Sinopsis
M cuenta la historia de un joven judío cuya infancia no fue fácil. En la misma, sufrió abusos sexuales constantes hasta que tuvo el valor de denunciar a uno de sus agresores. El trauma, sin embargo, sigue presente. La directora Yolande Zauberman trata de profundizar en los recuerdos del joven, analizando su caso y denunciando que estos hechos siguen sucediendo, y se mantienen en el anonimato. Para ello, Zauberman se adentra en Beni Brak, una comunidad de judíos ultraortodoxos, que no es indiferente ante lo que está ocurriendo.
Crítica de Daniel Bernal:
Yolande Zauberman nos trae su tercer documental, M, el cual hace dos años pasó por el festival de Locarno, donde se llevó el premio especial del jurado, y por el festival de Sevilla, alzándose la directora parisina con el galardón a mejor dirección. También estuvo nominado en la pasada gala de los premios César a mejor documental. Y es que estos reconocimientos no son ninguna casualidad debido a que estamos ante un documental reflexivo, cercano y real. La cineasta francesa se suele tomar su tiempo de reposo y reflexión a la hora de estrenar una obra, ya que en este siglo ha sacado a la luz tres cintas en años totalmente dispersos (2002, 2011 y 2018 respectivamente).
“La directora retrata y refleja la vida de una persona que sufrió abusos sexuales en su ciudad natal con delicadeza y sumisión, sumergiendo al espectador en un ciclón retrospectivo de realidad y crudeza".
La directora retrata y refleja la vida de una persona que sufrió abusos sexuales en su ciudad natal con delicadeza y sumisión, sumergiendo al espectador en un ciclón retrospectivo de realidad y crudeza. En este documental se pueden apreciar unos planos atípicos pero bien empleados, dando mucha importancia a primeros planos en detalles que en cualquier proyecto no parecerían relevantes, pero que aquí sí lo son.
El protagonista denuncia los hechos que le sucedieron en su infancia, pero en vez de incitar al odio y reivindicar la opresión del pueblo judío, denuncia los hechos con pureza y conciencia, y también, transmite la felicidad y el amor hacia sus seres más cercanos y queridos siempre con una sonrisa en el rostro, demostrando así su lado más humanista. Y es que lo más significativo de la obra es la muestra humana que impera sobre una sociedad retrógrada y amoral.
Estamos ante un documental crudo, verosímil, duro y real, que evoca la libertad necesaria en un mundo poco intimista. M de moral, M de malicia, M de misericordia, M de mundano... M es simplemente lo que tus ojos quieran ver reflejado a través de la pantalla. Pues M no es un documental disfrutable, es un documental de conciencia.
Por momentos puede tender a la monotonía y a la pesantez, pero en conclusión, para el que escribe estas líneas, M es un documental profundo y necesario donde Yolande Zauberman consigue reflejar una fría, dolorosa y tierna situación para que el respetable logre reflexionar y empatizar con lo contado.