Comedia | 99 min | USA 2016
Título: Maggie´s Plan.
Título original: Maggie´s Plan.
Director: Rebecca Miller.
Guión: Rebecca Miller.
Actores: Greta Gerwig, Julianne Moore, Ethan Hawke, Travis Fimmel.
Estreno en España: 28/10/2016
Productora: Round Films / Specialty Films
Distribuidora: Sony Pictures Spain.
Sinopsis
Maggie, profesora y mujer decidida, está preparada para ser madre soltera. Sus amantes no le duran más de seis meses, pero tiene un donante ideal. Con la muestra en la mano, se le declara John, un compañero casado...
Crítica
Pues también es mala suerte que la única ocasión en la que Greta Gerwig ha trabajado a las órdenes de Woody Allen haya sido en una película rodada fuera de Nueva York. Fue concretamente en Italia y para rodar A Roma con amor, uno de los trabajos considerados “menores” del maestro de clásicos incombustibles como Annie Hall o Manhattan.
Igual es que no quedaron satisfechos de la experiencia conjunto, pero lo cierto es que no han vuelto a repetir, y eso que no se nos ocurre una heredera mejor para Mia Farrow y Dianne Keaton que esta actriz que se consagró gracias a trabajos como Frances Ha y Mistress America, a las órdenes de su pareja en la vida real Noah Baumbach.
Rebecca Miller, quien se apunta al carro de emular a Allen en sus devaneos por la Gran Manzana
En este plan de Maggie que ahora nos ocupa la dirección ha corrido a cargo de Rebecca Miller, quien se apunta al carro de emular a Allen en sus devaneos por la Gran Manzana después de una filmografía errática repleta de títulos olvidables como La balada de Jack y Rose (2005) y La vida privada de Pippa Lee (2009). Algunos han querido ver en este melodrama preñado de personajes pseudointelectuales o intelectuales del todo que hablan por los codos y beben vino en copa mientras acarrean sus emociones a flor de piel un resurgir de la Screwball americana de los años 30 y 40. Ni punto de comparación. Algún diálogo punzante aislado no justifica la reencarnación de Cary Grant y Katherine Hepburn en Ethan Hawke y la ya citada Greta Gerwig.
¿Y cuál es el plan de Maggie que todo lo complica?. Pues que quiere ser madre.
¿Y cuál es el plan de Maggie que todo lo complica?. Pues que quiere ser madre, y como para las relaciones amorosas es bastante calamitosa decide inseminarse con la ayuda de un matemático reciclado en vendedor de pepinillos (un Travis Fimmel con su barba de Vikingos y todo), con tan mala pata que la misma noche en la que va a tener lugar el embarazo artificial se le declara un pretendiente cuya vida marital deja bastante que desear. Pasan los años y Maggie ya es madre de una niña monísima, pero como el tiempo lo erosiona todo, lo que parecía una relación duradera se convierte en un tormento rutinario. Y hasta aquí podemos contar…
Los mejores momentos de este trabajo urbanita tienen lugar precisamente cuando la trama abandona su campo base y abraza ese “locus amoenus” donde se dan conferencias de párrafo largo mientras se intenta revitalizar el pasado. Con ecos de Los amigos de Peter de Kenneth Brannagh hay una secuencia de karaoke coral donde se canta a grito pelado el Dancing in the Dark de Bruce Springsteen que vale por medio guion.
Es un poco como lo que le ocurre al héroe de la función, un Ethan Hawke que pega igual de bien de pistolero justiciero (la nueva versión de Los siete magníficos) que de profesor sabiondo con gafas de culo de botella. Lleva tiempo dándole vueltas a una novela que no acaba de encontrar su tono en ningún momento, y llega su exmujer y un santiamén sabe perfectamente cómo se debe obrar para acabar con la dificultad. Pues eso, el film luce más en pequeños chispazos que en su farragoso discurso.
No podemos terminar la crítica sin nombrar a la robaescenas oficial de la película. Nos referimos a Julianne Moore. Su presencia en pantalla eclipsa a todo lo que se mueve a su alrededor. Si alguien ha tenido alguna vez dudas de que una actriz pueda elevar el nivel de una película aquí existe un claro ejemplo afirmativo. Se mueve entre géneros como pez en el agua con una actuación matizada que rompe los moldes de sus maniqueos acompañantes de reparto, entre los que también hay que citar a los televisivos Bill Hader y Maya Rudolph (ambos cómicos de experiencia contrastada forjados en el Saturday Day Live).
