Thriller | 83 min. |USA| 2017
Título: Mamá y Papá.
Título original: Mom and Dad.
Director: Brian Taylor.
Guión: Brian Taylor.
Intérpretes: Nicolás Cage, Selma Blair, Anne Winters, Zackary Arthur.
Estreno en España: 31/08/2018
Productora: Armory Films / Three Point Capital / Zeal Media
Distribuidora: A Contracorriente Films.
Sinopsis
Una misteriosa epidemia en forma de locura masiva provoca que los padres ataquen violentamente a sus hijos. Carly y Joshua tratarán de sobrevivir durante tan aciaga jornada, amenazados por unos progenitores que poseen los rasgos de Nicolas Cage y Selma Blair.
Crítica
Carly Ryan, una adolescente vaga y tirando a rebelde, y su hermano Joshua, de nueve años, se encuentran atrapados en su casa y deben sobrevivir durante veinticuatro horas velando por sus vidas y, a la vez, evitando matar a las dos personas en quienes más confiaban: su madre y su padre.
Para amantes de películas de serie B, el thriller “Mamá y papá” (Mom and Dad), es una locura de gritos desgarrados y primeros planos en que los actores resultan difícilmente reconocibles.
Para amantes de películas de serie B, el thriller “Mamá y papá” (Mom and Dad), es una locura de gritos desgarrados y primeros planos en que los actores resultan difícilmente reconocibles. Lo que prometía ser una película violenta, con un tema bastante original en principio, a lo largo de su hora y media de proyección arranca en bastantes ocasiones la carcajada de un espectador que había acudido al cine para ver una tragedia sangrienta, y se encuentra con una pantalla salpicada de kétchup, unos padres zombis y una historia sin sentido, fea y mala, decepcionante y aburrida, que ha dirigido Brian Taylor (la saga “Crank”, “Juegos criminales”, “Gamer”) e interpretan Nicolas Cage (siempre peor, “Cotton Club”, “Hechizo de luna”, “Snowden”) y Selma Blair (“In & Out”, “Dark Horse”).
Nicolas Cage está fatal, hay que decirlo claramente ya. No lo hace bien. Aquí oscila entre ser un payaso o una persona con delirium tremens. No sé si es que no han sabido dirigirlo o que él no sabía demasiado bien lo que hacer, pero su personaje acaba resultando demasiado exagerado, patético y poco creíble la mayoría de las ocasiones (especialmente graciosos son los momentos en que lanza alaridos, medio gimiendo, sin venir a cuento). De vergüenza ajena, vaya.
Inicio interesante que luego se apaga para convertirse en un vulgar, previsible, mil veces visto y nada original juego del gato y el ratón, el cual ocupa más de la mitad de la película.
La película juega a ser "violenta" de una manera hipócrita. En realidad no lo es. Quiero decir que se muestran escenas donde se te da a imaginar lo que está pasando, pero no de una manera gráfica. Un chorro de sangre por ahí, un sonido de algo hundiéndose en la carne por allá... Esto me chirría demasiado en una película donde teóricamente hay mogollón de locos violentos por las calles. No puedes hacer una peli así si no estás dispuesto a ser un poco más gráfico. Porque entonces te queda algo raro, descafeinado, desbravado, sin sentido.
Lo peor es que la película, al final, es una malísima copia de "The Signal" del 2007. Solo que donde aquella era fascinante, muy negra, con sus toques de humor y misterio, esta es ramplona, cutre, está mal hecha y deja un persistente olor a estafa cuando al final aparecen los títulos de crédito.