CRÍTICA DE CINE

La Maternal: El crecimiento de las niñas

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La maternal

Próximos estrenos España 18 de noviembre  

Título original

La maternal
Año
Duración
122 min.
País
 España
Dirección

Pilar Palomero

Guion

Pilar Palomero

Fotografía

Julián Elizalde

Reparto

Carla QuílezÀngela CervantesJordan DumesPepe LorenteOlga HuesoRubén MartínezGal-la SabatéNeus Pàmies

Compañías

Inicia Films, BTeam Pictures, RTVE, TV3, Aragon TV, Movistar Plus+

Género
Drama | MaternidadAdolescencia
Sinopsis
Carla tiene 14 años y es una joven desafiante y rebelde. Vive en un viejo restaurante de carretera en las afueras de un pueblo con su joven madre soltera mientras falta a clase y pasa las horas con su amigo Efraín. Cuando la trabajadora social se da cuenta de que está embarazada de cinco meses, Carla ingresa en 'La Maternal', un centro para madres menores de edad donde comparte su día a día con otras jóvenes como ella. Juntas con sus bebés, se enfrentarán a este nuevo mundo de adultos para el que no les ha dado tiempo a prepararse. 
 
CRÍTICA

Con Las niñas, Pilar Palomero dibujó un retrato pasado por el filtro de la ficción de una preadolescencia zaragozana con la que podía sentirse identificada, deviniendo una obra cercana, íntima y sencilla con la que conquistó por todos los sitios donde pasó. Poco antes de su irrupción, la directora ya había empezado a trabajar en La maternal que, curiosamente, podría funcionar en cierto modo como una continuación tanto formal como temática de su ópera prima, al situarse ahora en una adolescencia más revulsiva y dolorosamente marcada, pero igualmente atribuible a más jóvenes de las que pensamos.

Ubicada en una residencia para menores en circunstancias desfavorables que se han quedado en embarazadas, la película abre las puertas a una situación existente, pero generalmente invisibilizada y estigmatizada por el carácter marginal que se atribuye a unas chicas que, casi siempre, son víctimas.

Para lograr la verdad y verosimilitud que Palomero opta por buscar, repite la mezcla que tan bien funcionó en Las niñas de mezclar a actrices no profesionales con intérpretes con bagaje, la cual aquí toma aún más potencia. Esto sucede tanto desde su personaje principal, una Carla Quílez que se tira a la piscina con una protagonista de su edad, pero con el añadido de estar sometida a una situación límite y transformadora ajena a lo que debería ser una adolescencia ordinaria.

Junto a ella, otras caras desconocidas, muchas de ellas interpretándose a sí mismas, con las que Palomero acierta de pleno al no glamourizar algo tan serio, impactante y real. Una decisión que va emparentada con la línea que la cineasta adopta al reseguir finamente el viaje emocional de Carla sin recrearse en morbos o suplicios, realizando elipsis inteligentes que logran concentrarse en el jugo emocional que entraña La maternal.

En ningún momento cae en la condescendencia e indaga en la materia de forma natural, evitando focalizarse en la idea del trauma y apostando por ser constructiva sin dejarse llevar por el didactismo. Y si bien se podría recortar en su tramo central reincidir en alguna coyuntura, es cierto que es el tipo de película que podría acortarse o dilatarse y probablemente se seguiría sosteniendo. Porque la fragmentación de ese año y medio en la vida de Carla no viaja a golpe de efecto, sino a base de la observación dentro de una cotidianidad de un crecimiento vital forjado en el día a día, donde asoman pequeños momentos de trascendencia personal.

Estos son palpables en secuencias de altos vuelos como la presentación de las compañeras, la llamada en el sofá o esa invocación a Tu calorro de Estopa –cuando uno llegue a su casa, lo primero que hará uno es ponerse el primer álbum de los hermanos Muñoz, que seguro que uno tiene en su casa-.

Y, aun así, incluso tiene espacio para la cinefilia, guiñando el ojo a otro título con aroma aragonés como el Jamón, jamón que Bigas Luna filmó en 1992, sutilmente planteando los personajes de Ángela Cervantes –en un paso adelante interpretativo donde vuelve a brillar su espontaneidad- y Carla como descendientes de aquellas Anna Galiena y Penélope Cruz de la película, esta última encarnando a una joven que también descubría y crecía a marchas forzadas en la aridez de los Monegros.

Al igual que en otros ejemplos de compañeras de generación como Carla Simón o Celia Rico, se trata de una película cuya intensidad se fundamenta en una franca simplicidad de la cual emergen instantes poderosos que remueven por dentro mientras no se pueden apartar los ojos de la pantalla. La maternal es la reafirmación de Palomero como una autora con mirada propia e ideas claras dentro de la fluidez y libertad de sus métodos.