Moneyboys
Próximos estrenos España 8 de julio
Título original
- Moneyboys
- Año
- 2021
- Duración
- 118 min.
- País
- Austria
- Dirección
- Guion
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C.B. Yi
- Música
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Yun Xie-Loussignan
- Fotografía
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Jean-Louis Vialard
- Reparto
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Ko Kai, Chloe Maayan, Yufan Bai, J.C. Lin, Qiheng Sun, Yan-Ze Lu, Daphne Low, Mu Chen
- Productora
- Coproducción Austria-Francia-Taiwán-Bélgica;
KGP Kranzelbinder Gabriele Production, Zorba Production, arte France Cinéma, Panache Productions
- Género
- Drama. Romance | Homosexualidad. Prostitución
- Sinopsis
- Fei se gana la vida en la gran ciudad trabajando en la prostitución. Su mundo se derrumba cuando se da cuenta de que su familia acepta su dinero pero no su forma de vida ni su homosexualidad. Con el corazón roto, Fei lucha por comenzar una nueva vida.
- CRÍTICA
Solamente hace falta leer las noticias para constatar que, desgraciadamente, la homosexualidad (u otras diversidades sexuales) siguen siendo un factor de estigma y objetivo de odio en multitud de países, muchos de los cuales ejercen un gran poder a nivel mundial.
Por represivas razones obvias, raramente se ha visto plasmado este tema en la cinematografía de un país tan retrógrado como la China, pero Moneyboys hace la jugada de contar con una financiación mayoritariamente austríaca -país donde reside desde su adolescencia el director C.B. Yi-, y haberse rodado en un estado asiático más aperturista como Taiwán, donde Ang Lee ya ubicó su aportación al cine gay El banquete de boda (1993), hace casi ya 30 años.
Pero la ópera prima de Yi no tiene nada que ver con la cinta de Lee, al narrar una historia mucho más cruda sobre un joven prostituto repudiado por su familia, a pesar de aceptar el dinero que les envía, ganado en sus servicios sexuales. En medio, mentores y amores de adolescencia que regresan para poner todo patas arriba. En su lugar, nos encontramos con una película solemne, que combina la frialdad europea con la ambición estética de Wong Kar-Wai.
Un apreciable intento con demasiados altibajos, oscilando entre escenas de notable potencia –algunas que pueden recordar a la sequedad de Michael Haneke, no en vano uno de sus maestros en Austria-, con otras de planas y sobrantes, ocasionando que la película se detenga demasiado para no saber dónde ir más de una vez, alargándose en exceso en su desarrollo claramente diferenciado en tres episodios. Distante, Moneyboys carece tanto de la pasión de Kar-Wai como de unos mayores gramos de sordidez para resultar verdaderamente impactante y aportar algo más en el tratamiento de una temática que, más allá de su localización, suena a déjà vu.
Veremos si Yi logra sacar brillo a sus capacidades como cineasta, de indudable presencia a la vista de la ejecución de varias secuencias y su cariño por el aspecto visual, en la trilogía sobre el tema que ha planeado, consiguiendo ir más a fondo en alguno de los frentes abiertos (romanticismo pasional, denuncia social o drama sordido) y, sobre todo, inyectando calor en sus personajes, situaciones y diálogos.