Drama | 102 min. | Colombia-Argentina-Alemania | 2019
Título: Monos.
Título original: Monos.
Dirección: Alejandro Landes.
Guión: Alexis Dos Santos, Alejandro Landes (Historia: Alejandro Landes).
Intérpretes: Julianne Nicholson, Moises Arias, Jorge Román, Sofia Buenaventura.
Estreno: 14/02/2020
Productora: Franja Nomo / Campo Cine / Film I Väst / Le Pacte / Lemming Film / Mutante Cine.
Distribuidora: BTeam Pictures.
Sinopsis
En la cima de una imponente montaña, en Colombia. Lo que a primera vista parece un campamento de verano, resulta ser un campamento paramilitar donde ocho niños guerrilleros apodados 'Los Monos' conviven bajo la atenta mirada de un sargento. Su única misión es cuidar a la doctora Sara Watson (Julianne Nicholson), una mujer americana a la que han tomado como rehén. Cuando la misión comienza a peligrar, la confianza entre ellos empezará a ponerse en duda.
Crítica:
Vamos a tratar de hablar de esta película sin necesidad de citar que toma como referente a El Señor de las moscas y Apocalypse Now. No hay crítica que en su dejadez no aluda a estas socorridas fuentes. Si se hubieran tomado la molestia de escuchar al director sabrían que, si bien se tratan de dos obras seminales a las que es difícil no acudir, los trabajos que más han influenciado la estructura de Monos son Buen trabajo de Claire Denis (Beau Travail, 1999) y Masacre: ven y mira de Elem Klimov (Idi Smoitri, 1985). Ya hay motivo más que suficiente para verlas, porque si esta espectacular película que nos ocupa bebe de ellas, es que valdrán mucho la pena.
“ No sabemos ni dónde ni cuándo transcurre la acción, pero pronto averiguaremos que no están precisamente de acampada".
Se abre el telón: un sargento chusquero instruye con saña a un grupo de chavales con una pinta bastante especial, todo ello ante la mirada tranquila de una vaca lechera (para que te metes). No sabemos ni dónde ni cuándo transcurre la acción, pero pronto averiguaremos que no están precisamente de acampada. Como ocurría en La Chaqueta metálica de Kubrick, hay una parte de teoría estática y otra de práctica adrenalítica. Y las dos atrapan e incomodan a partes iguales. Todo parece improvisado pero se nota un trabajo hercúleo en todas las facetas: fotografía, música, interpretación, diálogos, movimientos de cámara… Nombres como Jasper Wolf, Mica Levi, Alejandro Landes, un puñado de actores debutantes, todos en sintonía para regalarnos un espectáculo inmersivo y violento.
Por ahí también ronda una secuestrada inquieta que desencadenará más de un embrollo. Nunca debes de dar la espalda a tu enemigo, y menos a tu amigo. Tampoco adoptar a según qué tipo de adolescentes vaticina nada bueno, porque las amistades peligrosas pueden ponerse un pelín celosas. El director acierta a la hora de presentarnos una atmósfera pesadillesca que se puede incluso masticar de lo densa que resulta. Aunque en algunos lados se diga que su visión puede llegar a ser una experiencia desagradable desde aquí rompemos una lanza para afirmar que se trata de todo lo contrario. No hay escenas fuertes; todo entra dentro de una lógica de desarrollo argumental donde no sobra absolutamente nada y todo encaja a la perfección.
Uno de los aspectos más poderosos es el de que nada es blanco o negro. Todos los personajes tienen su momento de gloria, y son capaces de sublimar la emoción y acto seguido cometer una atrocidad. Una experiencia alucinante y alucinógena difícil de situar sobre los efectos disparatados y deshumanizantes de cualquier guerra. Por último hablar un poco del cartel internacional: Arriba referencia a los abundantes premios recibidos; en primer término uno de los protagonistas lanzando un alarido espeluznante, y en segundo plano el resto de sus compañeros sumergidos en el agua en plena nocturnidad. En el de aquí se ha suprimido el remedo de hombre lobo.