Otra ronda
- Druk aka
- Año
- 2020
- Duración
- 116 min.
- País
- Dinamarca
- Dirección
- Guion
-
Tobias Lindholm, Thomas Vinterberg
- Fotografía
-
Sturla Brandth Grøvlen
- Reparto
- Productora
- Co-production Dinamarca-Suecia-Países Bajos (Holanda);
Zentropa Productions, Topkapi Films
- Género
- Drama | Alcoholismo. Colegios & Universidad
- Sinopsis
- Cuatro profesores de instituto se embarcan en un experimento sociológico en el que cada uno de ellos deberá mantener la tasa de alcohol en su cuerpo al mismo nivel, durante su vida diaria, intentando demostrar de esa manera que pueden mejorar en todos los aspectos de su vida.
- CRÍTICA DE DANIEL BERNAL
El año pasado, los amantes del séptimo arte estarían entusiasmados al conocer la noticia de que Thomas Vinterberg sacaría dos años después un nuevo título. Su estreno mundial hubiese sido en la Sección Oficial de Cannes 2020, certamen que por desgracia no se celebró debido a la situación pandémica del momento, y, por ende, el visionado se hizo esperar. Fue en septiembre del mismo curso cuando se proyectó en el Festival de San Sebastián, donde los cuatro actores que protagonizan el filme (Mads Mikkelsen, Thomas Bo Larsen, Magnus Millang y Lars Ranthe) se alzaron con el premio a Mejor actor; galardón más que merecido, pues este ebrio póker protagonista saca a la luz su lado más fascinante y carismático. Con Druk, Thomas Vinterberg se reafirma como uno de los grandes cineastas europeos y Mads Mikkelsen confirma que se sitúa en el olimpo actoral.
El cineasta danés filma extraordinariamente un drama sin dramatismo, humanizando la tragedia de sus personajes sin caer en la superchería barata, además de invitarnos a un chupitazo, que, paradójicamente, no perjudica a nuestra vista; todo lo contrario, nos la alboroza.
En el arranque de la cinta, Thomas Vinterberg se disfraza de Larry Clark, mostrándonos su gran habilidad a la hora de filmar a un grupo de jóvenes bajo el efecto del alcohol, eso sí, con un estilo más formal y menos underground. Nada más contemplar la primera secuencia, a este crítico le rondó por la cabeza la feliz idea de poder ver en un futuro un proyecto al estilo Clark con la esencia de Vinterberg (un sueño lúcido que no creo que vaya a suceder).
No estamos ante un largometraje que haga apología del alcohol, tampoco se pretende criticarlo. Los profesores protagonistas de la cinta se ven en la necesidad de cambiar su modus operandi, y encuentran en el consumo porcentual de alcohol la manera de hacerlo. Logran huir de la monotonía con el pretexto de redactar un ensayo psicológico sobre el efecto que causa la bebida al ser humano. El director de La Caza consigue que los docentes, en especial Martin (Mads Mikkelsen), proyecten gradualmente su vertiente más gozosa arraigada a una inesperada desdicha. Todos al compás de Schubert, The Meters y Pleasure.
Vinterberg dirige una obra simbólica que no rehuye de los temas secundarios como el romance o la docencia, sino que atrae estos a un primer plano gracias al foco principal de la misma. También, de una manera u otra, emborracha a los espectadores, puesto que altera el estado anímico de estos con sobria facilidad. Pasamos de la pasividad al goce y del disfrute a la tristeza sin comerlo ni… Aun así, no queremos salir nunca del convite.
En definitiva, para el que escribe estas líneas, Otra Ronda es la dosis que todo abstemio necesita para emborracharse de placer. Vinterberg traza magistralmente una historia pura, emocional y con mensaje; filmando una memorable última secuencia donde el luto baila al amor y a la vida. “¿Qué es la juventud? Un sueño. ¿Qué es el amor? El contenido del sueño.” ¿Y la vida? La vida es sueño. Y los sueños, sueños son.