Planta permanente
- Planta permanente
- Año
- 2019
- Duración
- 89 min.
- País
- Argentina
- Dirección
- Guion
-
Ezequiel Radusky, Diego Lerman
- Música
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Maximiliano Silveira
- Fotografía
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Lucio Bonelli
- Reparto
- Productora
- Coproducción Argentina-Uruguay;
Campo Cine, Salado Films
- Género
- Comedia. Drama | Comedia dramática. Comedia negra. Trabajo/empleo
- Sinopsis
- Lila y Marcela trabajan desde siempre como personal de limpieza en una dependencia estatal. Conocen sus recovecos como nadie y se han inventado una forma de subsistencia –y un sueño– gestionando un comedor absolutamente irregular en un rincón abandonado del edificio. Pero los tiempos cambian: llega una nueva directora –con sus discursos cínicos, plagados de lugares comunes– y con ella las promesas vacías, el cierre del comedor y una ola de despidos que destruyen el precario equilibrio de la vida en el Estado y transforma las tareas cotidianas en una lucha por la supervivencia.
- CRÍTICA
Planta permanente es el primer film en solitario del realizador argentino Ezequiel Radusky, quien vivió en carne propia las injusticias de los empleos públicos, y a partir de la información que fue recopilando a lo largo de sus vivencias, decidió llevar a cabo un proyecto cinematográfico, en el que documentó la indiferencia del poder, ante la lucha de la clase trabajadora.
La historia se centra en Lila (Liliana Juárez) y Marcela (Rosario Bléfari en su rol póstumo) dos aseadoras de un ministerio en la ciudad de La Plata, que alternan su trabajo con un comedor comunitario (no autorizado) para obtener más ingresos, sin embargo con la llegada de una nueva directora (encarnada por Verónica Perrota) el comedor es cerrado, lo que desequilibra la amistad entre Lila y Marcela, y empuja a la primera a recurrir a un préstamo y actuar impulsivamente para reabrir el comedor, lo que dejará en evidencia, la falta de conmiseración por parte de la administración pública ante las necesidades y sueños de la clase trabajadora.
El interés principal de Radusky junto con Diego Lerman era retratar en el guion, un contexto político, cuyo realismo social permitiera ver las consecuencias producidas por la burocracia, el desempleo, y una clara denuncia de cómo la clase trabajadora se ve afectada, a causa de un sistema que es indiferente a sus necesidades.
Con una narrativa de carácter documental social, la película puede parecer algo lenta a la hora de ser apreciada, sin embargo nos muestra un universo donde la supervivencia y la lucha, son dos ingredientes que le dan fuerza a la historia y de paso cómo los cambios abruptos pueden afectar la vida y las relaciones de dos mujeres, que no cuentan con el apoyo del gobierno.
Planta permanente, es una película que se debe apreciar desde la óptica de la clase trabajadora, que vive diariamente enfrentándose a obstáculos, con infinidad de necesidades, una denuncia que nos permite vislumbrar otra faceta de la sociedad, donde los menos favorecidos no corren con los beneficios para hacer realidad sus sueños.
Una película con muchas características del Free Cinema británico de la década de los 60 por su estética realista combinada con ficción, porque acerca a esos seres anónimos e ignorados de la sociedad, y nos presenta personajes cuya realidad puede que no se asemeje a la nuestra pero que nos conmueven y nos hacen caer en cuenta de lo difícil que puede resultar, en ocasiones, la vida y un reflejo de una sociedad mecanizada, y carente de empatía.
Un cine con un compromiso social, con enfoque humano, narrado de una manera contundente realista y sin artificios, que nos invita a cuestionarnos, a sentir compasión por una clase que tiene que ingeniárselas para salir adelante, a través de personajes cotidianos con unas interpretaciones naturales, una historia lineal que demuestra las grietas de la sociedad y las relaciones humanas.