Rey Arturo: La Leyenda de Excálibur: Del mito al videojuego
Enfocada para impresionar al espectador joven y aficionado a los superhéroes, esta es una de las muchas versiones de la leyenda que envuelve la figura del Rey Arturo, en la que lo más destacable son sus deslumbrantes efectos especiales.
Acción| 126 min. | USA 2017
Título: Rey Arturo: La Leyenda de Excálibur.
Título original: King Arthur: Legend of the Sword.
Director: Guy Ritchie.
Guión: Joby Harold, Guy Ritchie, Lionel Wigram.
Actores: Charlie Hunnam, Jude Law, Astrid Bergès-Frisbey, Aidan Gillen, Eric Bana.
Estreno en España: 11/08/2017
Productora: Warner Bros., Village Roadshow Pictures, Weed Road Pictures, Wigram Productions.
Distribuidora: Warner Bros Pictures España
Sinopsis
Arturo (Charlie Hunnam) crece en burdel de un mal barrio de Londinum, donde con el tiempo será el líder de una banda de pandilleros. Es un artista del trapicheo hasta que conseguirá arrancar de la piedra la espada Excalibur y entonces deberá decidir que hace con ese legado. Necesita aprender a manejar la espada, aunque su estilo es más de trabajar con los puños, para poder vencer al malvado de la historia que asesinó a sus padres y lo eliminó del camino a la corona que le pertenece.
Crítica
Una de singularidades de una leyenda es esa fascinante imprecisión, entre el mito y la realidad, con elementos sobrenaturales para atrapar al público y hacer que se transmita a través de las generaciones. Enfocado para impresionar al espectador joven y aficionado a los superhéroes, esta es una de las muchas versiones de la leyenda que envuelve la figura del Rey Arturo, en la que lo más destacable son sus deslumbrantes efectos especiales. Si el Rey Arturo tenía a su emblemática Excalibur, aquí la mejor arma que empuña el relato es sin duda el mágico efecto del GGI.
La película utiliza los elementos fantásticos de la leyenda como coartada para poder lucir los espectaculares efectos especiales. Con un montaje muy rápido para entretener al gran público y acompañados por una peculiar banda sonora, que resalta el estilo frenético del film, la motivación principal de éste es pasar un buen rato de acción, como blockbuster para esta temporada de verano.
El alucinante embrujo que posee la espada hubiese sido imposible de descubrir sin el breve cameo que realiza David Beckham.
El alucinante embrujo que posee la espada hubiese sido imposible de descubrir sin el breve cameo que realiza David Beckham, ya que es él quien le dice al futuro rey como debe coger Excalibur. Como si de un videojuego se tratara, al alzarla con las dos manos, su portador se funde en unos mágicos sucesos que lo hacen invencible. Con un prólogo en medio de una épica pero excesiva batalla, entre enormes elefantes y brujos con ropajes de chamanes, se hace evidente que la gran duda del guión no ha sido la decisión entre inspirarse por Chrétien de Troyes o T. H. White.
El famoso director Guy Ritchie no se toma nada con calma, quien marcó estilo con Snatch: Cerdos y diamantes (2000) y RocknRolla (2008), en este film se pierde en sí mismo. Su estética es agitada e indistinta: la cámara en constante movimiento, incluso en ocasiones sin sentido alguno, excepto resaltar el intrépido ritmo de aventuras. El rey Arturo se convierte aquí en uno de los gamberros favoritos de Ritchie, con la intención de conectarlo con los otros protagonistas de sus películas.
Imitando lo que ya hizo con su particular Sherlock Holmes (2009), aquí hay muchos puños. Impaciente como un adolescente, Ritchie tarda un cuarto de hora en meter una escena de boxeo. El gamberro de Arturo luce uno de los peinados más populares del año pasado, llama a todo el mundo “colega” (dice tantas veces mate que la propia traducción no ha dado abasto) y es un auténtico as en los trapicheos, debido sobre todo al hecho de que se crió en un burdel. El poderoso Merlín solo es nombrado en una ocasión, además, uno de los pocos personajes femeninos podría llegar a parecer Morgana, pero ésta solo es conocida como “Maga”, ya que palabras como druida y celta parecían quizás demasiado complicadas para el relato.
La leyenda no es la única que sale perjudicada en la adaptación, ya que ésta tiene detalles que prueban la exhaustiva documentación histórica realizada, que a juzgar por la aparición de los vikingos, se ha basado en visionar trailers de series con popularidad in crescendo. Imposible no comentar el momento en que los soldados doblan las banderas al más puro estilo del protocolo militar USA y se la entregan a la familia del caído, como es de rigor en la actualidad. Sí, aunque no lo parezca, seguimos hablando de la leyenda que se originó en el siglo VI.
Esta historia ha inspirado en diversas ocasiones varios films; el relato más fiel sigue siendo Excalibur (1981), ya que se basaba en La Muerte de Arturo de Thomas Malory, mostrando no solo los momentos más esplendidos del héroe, sino haciendo hincapié a su caída, con el contexto del resurgimiento del mundo celta, representado por los elementos mágicos, tras la dominación del cristianismo.
Antes de este blockbuster, la película más reciente del mito fue El rey Arturo (2004), que aunque prometía mostrar una perspectiva realista y basada en hechos históricos, no impresionó ni a la crítica ni a la taquilla. Sin duda, uno de los comentarios más mordaces respecto a ella, fue el que realizó mi admirado profesor de Historia del Arte: “sólo faltan los ninjas”. Estimado profesor, en este Arturo de Guy Ritchie no hay ninjas, pero si hay un poco de Kung Fu…