Reyes Contra Santa: Preservar la costumbre desde la globalización
Reyes contra Santa
Cartelera España 18 de noviembre
Título original
- Reyes contra Santa
- Año
- 2022
- Duración
- 104 min.
- País
- España
- Dirección
- Guion
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Carmen López-Areal, Benjamín Herranz, Lelé Morales, Eric Navarro
- Música
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Pilar Onares
- Fotografía
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David Valldepérez
- Reparto
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Karra Elejalde, David Verdaguer, Matías Janick, Andrés Almeida, Adal Ramones, Eva Ugarte, Isa Montalbán, Cosette Silguero, Laura Quirós
- Compañías
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Morena Films, RTVE. Distribuidora: TriPictures, Amazon Prime Video
- Género
- Comedia. Fantástico | Navidad
- Sinopsis
- Los Reyes Magos, hartos de que Santa les quite cada vez más protagonismo, han decidido enfrentarse sin saber que esa guerra despertará a un enemigo común mucho más peligroso, el Krampus, que llevaba siglos inactivo.
- CRÍTICA
Frente al poder de la cultura anglosajona, hegemónica en las miradas a muchos temas y en la codificación de géneros, resultan positivos los ejercicios de apropiación de estos para luego darles una vuelta y adaptarlos a los contextos locales, y más en un caso tan eminentemente americano como es la comedia navideña, pródiga en la dictadura franquista, pero enterrada a lo largo de las siguientes décadas con puntuales apariciones hasta estos últimos años, con casos populares como El refugio (Macarena Astorga, 2021) o la tercera entrega de Padre no hay más que uno (Santiago Segura, 2022). En lugar de enfrentarse, se une a él para modificarlo por dentro y preservar la idiosincrasia propia. Esto es lo que hace Reyes contra Santa como película y es lo que acaba sucediendo en su historia: la proeza de mantener la tradición local en tiempos de modernidad globalizada.
La rivalidad entre sus Majestades de Oriente y Papá Noel abraza los exponentes del cine familiar y los instala en la España actual, sin renunciar a la creación de un universo mágico propio (ese escenario de Oriente o esa C.H.U.S.M.A. -Comisión y Hermandad Universal de Seres Mágicos-), el cual puede recordar al de los primeros Harry Potter dirigidos por Chris Columbus –no en vano, artífice de clásicos noventeros para todos los públicos como Solo en casa (1990) o Sra. Doubtfire (1993). La presentación del universo es lo más destacable de una cinta que se desarrolla sin grandes sorpresas, eficazmente, pero que empieza a perder fuelle a la mitad y a despojarse de la magia del inicio para entregarse a una narración de sucesos más enclenque y parca.
De hecho, la premisa del título es cambiada en el punto medio y adopta un camino más moralista y menos excitante en sus posibilidades de aventura. Aparte de la gracia del entorno que dibuja en la primera parte, lo más interesante (dentro de su convencionalidad) es la crisis de identidad del rey menos apreciado, Gaspar, humanizado por alguien que bascula tan bien la vis cómica con la ternura como David Verdaguer. El catalán, junto a un Karra Elejalde haciendo lo suyo y Matías Janick, son la base que da energía a la película y la realza limando la sofisticación de la que pueda carecer el libreto. Un guion que se sostiene y no está exento de sonrisas, pero que también peca de alguna que otra broma que huele a Navidades muy pasadas.
Con un punto de partida tan gamberro, es fácil caer en especulaciones y preguntarse qué toque negro le habría impregnado un ejemplo paradigmático como Álex de la Iglesia, pero es contraproducente porque sería otro tipo de película, alejada de ese público familiar que el cine español necesita alimentar. No obstante, a Reyes contra Santa le habría venido fenomenal empaparse del espíritu de una figura a medio camino como Javier Fesser, ya que le falta potenciar más la singularidad y la locura del material. Como veníamos diciendo, es en el principio donde estas dos cosas resaltan más que, no es por nada, es donde el tramo donde el cine del madrileño se vería más reflejado. A pesar de no mantener la magia durante todo el metraje, Reyes contra Santa es una digna aportación al canon familiar navideño autóctono -no especialmente abundante- que no dista mucho de lo que Estados Unidos nos hubiera traído por la chimenea, pero propulsada por el carbón de aquí.