The Beast

De todos es sabido que los remakes no suelen dar buenos frutos, pues destrozan en muchas ocasiones la obra original. Los fanáticos del séptimo arte siempre se enervan cuando se enteran de que el título que tienen en un pedestal va a verse sometido a dicho ritual, ese ritual que tanto desespera y desquicia. Uno de los casos más sonados fue el de Park Chan-wook y su Oldboy, que el mismísimo Spike Lee se encargó de deteriorar convirtiéndola en un olvidable despropósito. Hace unos años nos enteramos de que Hollywood iba a rodar el live-action de una las mejores películas de animación del presente siglo, véase Your Name, decisión que no vio (y sigue sin ver) con buenos ojos el público otaku. En esta ocasión, han sido los propios asiáticos los que han querido revisitar de forma innecesaria la cinta francesa Asuntos pendientes.

Lee Jeong-ho se pone una gran carga a sus espaldas, pues no suele ser fácil versionar una película ya existente. El director y guionista coreano quiere andar con soltura, pero en lugar de escoger un correcto calzado, se pone unas zapatillas del revés y se ata los cordones de una manera tan errática que acaba cayéndose al suelo. Y es que la película se pierde en su propio embrollo, un enredijo que cuando te das cuenta ya es demasiado tarde para salir de él.

A medida que va transcurriendo el film, se nos van introduciendo nuevos personajes, algunos interesantes con los que se exprime jugo y dinamismo en ciertas secuencias meritorias de acción, y otros tan innecesarios como una pistola sin balas. Y es que cada vez que se suma al plantel una nueva figura, hace que el espectador pierda el hilo conductor y se disperse de la trama, que tampoco sabemos muy bien hacia dónde va. Y ya que se nos van añadiendo numerosos personajes, este thriller policíaco (más sabiendo que es asiático) podría haber desembocado en un clímax explosivo y disparatado; por lo contrario, nos encontramos con un resultado algo incoherente que tiende a lo plomizo.

En esta cinta de acción se logra rodar escenas suculentas y atractivas para el ojo del espectador; unas peripecias gustables que serán de lo poco destacable de este mediocre conjunto. No obstante, aquí se percibe un montaje precipitado, pues parece ser que el director ha obviado grabar algunas partes de enfrentamientos entre algunos personajes, sin saber cómo han podido salir de las problemáticas en las que se encuentran involucrados o cómo se han metido en ellas, dejando todo así para la imaginación del respetable.

En conclusión, para el que escribe estas líneas, The Beast es una película hecha para el público más conformista. Si os agradan los thrillers enrevesados sin que os importe ver a personajes en acción sin ningún tipo de razón, podréis encontrar en esta propuesta una película de vuestro agrado. El cine coreano nunca suele fallar, de hecho suele ser una buena excusa para ver algo extraordinario. La nueva entrega que llega del país asiático es una de las excepciones que confirman la regla. Un innecesario remake que a más de uno se le hará más largo que un día en el Sahara.