CRÍTICA DE CINE

Una gran mujer: Heridas de guerra

Este drama lo dirige Kantemir Balagov, responsable de la película Demasiado cerca(Tesnota, 2017).

Drama | 130 min. | Rusia |  2019

Título: Una Gran Mujer.
Título original: Dylda.

Dirección: Kantemir Balagov.
Guión: Kantemir Balagov, Aleksandr Terekhov.
Intérpretes: Viktoria Miroshnichenko, Vasilisa Perelygina, Konstantin Balakirev, Andrey Bykov.

Estreno: 19/12/2019
Productora: Non-Stop Productions.

Distribuidora: BTeam Pictures.

 

Sinopsis

1945, Leningrado. La Segunda Guerra Mundial ha devastado la zona, demoliendo sus edificios y las vidas de sus habitantes. Dos mujeres jóvenes, Iya (Viktoria Miroshnichenko) y Masha (Vasilisa Perelygina), lucharán por reconstruir sus vidas en una ciudad en ruinas. 

Crítica de Vicente I. Sánchez:

Ambientada en otoño de 1945, “Una gran mujer” es un intenso drama de cámara que cuenta la historia de dos jóvenes enfermeras y excombatientes del ejército rojo tras la Segunda Guerra Mundial. Aunque la guerra ya ha terminado, Leningrado continúa siendo una ciudad devastada en la que sobrevivir se presenta como un importante reto. Un entorno oscuro, gris y frio, en el que dos mujeres, Iya y Masha, tratan de encontrar un objetivo por el que vivir.

El joven director ruso, Kantemir Balagov, dirige una cinta sombría que presenta un mundo opresivo y lleno de cicatrices. Se trata de un intenso drama en el que todos los personajes muestran importantes heridas, tanto físicas como morales. Si con su anterior película, “Demasiado cerca” logró que la crítica internacional pusiera sus ojos en él, con este trabajo solo se puede constatar que estamos ante un creador de mucho talento. No olvidemos que el mítico Alexander Sokurov ha sido el padrino que le ha dado a conocer. La cinta llega a nuestras carteleras tras ser galardonada este año con el premio Un Certain Regard en la sección FIPRESCI de Cannes. Además es la película seleccionada por Rusia para competir por el Óscar a la Mejor Película Extranjera.

“Una gran mujer” es la constatación de que estamos ante un realizador que habrá que seguir de cerca".

“Una gran mujer” es una cinta que parte de los miedos y miserias de la sociedad de postguerra. Desde el comienzo seremos testigos de la parálisis que sufre Iya. Una extraña enfermedad que le paraliza durante unos segundos ante la sociedad. Metáfora clara sobre la dificultad de salir adelante tras la guerra.

El resultado final es una cina que exige del espectador un importante ejercicio de atención y crítica.  No es una película fácil de ver, pero si logramos entrar en su mundo, el viaje es fascinante. En sus extensos, pero no aburridos, 130 minutos, asistiremos al día a día de dos mujeres por las calles de Leningrado. Serán testigos de la destrucción moral y física que ha vivido la ciudad. Por sus calles deambulan personajes de difícil descripción y con moral muy cuestionable. ¿Merece la pena traer hijos a un mundo corrompido? Ésta es una de las reflexiones más interesantes que propone la cinta.

Balagov presenta un mundo casi absurdo en el que combina personajes sacados de Dostoievski con un entorno que oscila entre Sokurov y Tarkoskvi. Fruto de ello nos encontramos con una historia en la que nada tiene demasiado sentido, con algunos comportamientos que están más cerca del surrealismo que del drama de salón que pretende ser. Un ejemplo lo tenemos en esa escena magistral en la que Masha conoce a los padres de su novio. Cada segundo es un regalo al cine.

Si la historia funciona es gracias al trabajo de las debutantes Viktoria Miroshnichenko y Vasilisa Perelygina. Dos actrices inmensas que dan vida a la perfección a dos enfermeras con evidentes trastornos mentales. Su relación es tan ambigua como interesante.

Finalmente resulta muy difícil empatizar con alguno de los personajes. Todos son demasiado oscuros, psicóticos y antipáticos. La guerra ha causado demasiaras heridas para que la ciudad pueda desarrollar una vida normal. No hay bombas o disparos, pero todos los protagonistas son el ejemplo perfecto de heridos de guerra. Cómo renacer en estas circunstancias es el gran tema de la película.

En definitiva “Una gran mujer” es la constatación de que estamos ante un realizador que habrá que seguir de cerca. Con 28 años Kantemir Balagov ha creado una película fascinante, dura de ver, pero que si logramos entrar nos propone algunos temas de gran interés.