Yaksha: Operaciones despiadadas
Netflix (estrenos destacados) 8/04/2022
Título original
- Yaksha: Ruthless Operations
- Año
- 2022
- Duración
- 125 min.
- País
- Corea del Sur
- Dirección
- Reparto
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Sul Kyoung-gu, Park Hae-soo, Hiroyuki Ikeuchi, Yang Dong-kun, El Lee, Song Jae-rim, Jinyoung Park, Lee Soo-kyung
- Productora
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Sang Sang Film, Sangsang Film. Distribuidora: Netflix, Showbox/Mediaplex
- Género
- Thriller. Acción | Espionaje
- Sinopsis
- Un líder de operaciones encubiertas notoriamente despiadado recibe el apodo de Yaksha, en honor a un espíritu devorador de humanos. Un fiscal decide investigarlo, para descubrir una misión que podría sacudir a todo el continente.
- CRÍTICA
¿Qué justifica que las películas orientales tengan tanta aceptación en Occidente sino un nuevo orden natural, iniciado en las últimas dos décadas, que estandarizó la cultura de sus producciones siendo cada vez más valoradas? Aliado a un auge en el crecimiento del interés por sus efectivas filmografías, los países asiáticos más pudientes han invertido en la masificación de su, digamos, marca en todo el mundo. Si hasta la década de 1990, lo que se consumía en los países del Este (China, Japón, Irán, Corea del Sur, Vietnam, etc. ) no salía de sus fronteras, a partir de la entrada del nuevo siglo, el cine de género terminó por descubrirse fuera de su ámbito.
Aquí es donde entra el creciente interés, por ejemplo, de una plataforma de transmisión como Netflix en lanzar mensualmente numerosas series y largometrajes de esta alejada región del mundo, y así abrazar una legión creciente de fanáticos. Yaksha – Operation Relentless ha estado entre los más vistos del canal en su semana de estreno y no es de extrañar. La película contempla al público que vibra con los productos surcoreanos disponibles, así como también tiene el potencial de llegar a quienes no les importa mucho su nacionalidad. Posee el lenguaje universal del cine de acción producido en Estados Unidos, con el siempre agradecido añadido de artes marciales que le ponen para hacer aún más sabrosa la típica mezcla.
El complot es una, bastante simple, trama de espionaje que pone a Japón, China y las dos Coreas en curso de colisión por secretos cuidadosamente guardados por un grupo de agentes gubernamentales no convencionales. Partidarios de "disparar primero y hacer preguntas después", se les mantiene atados porque obtienen resultados dentro de los estándares que no cumplen. Hasta que un inspector puritano (en realidad, un fiscal jubilado a regañadientes cuya intención es recuperar su antiguo puesto) los pone a prueba y termina descubriendo los pros y los contras de ser un hueso duro de roer. Ese esquema de mundos separados que se encuentran depara un choque inevitable y una comprensión futura a ambos lados de sus ecuaciones.
Como corresponde a esta narrativa, es lógico que todos vayan cambiando su rol y sean plenamente conscientes de lo difícil que es estar del otro lado, sea el que sea. En el camino, incluso Ji-Hoon, el costado más educado y recién llegado del grupo, demostrará ser mucho más hábil de lo que uno podría imaginar, mientras que Kang-Inn también tiene su carga emocional muy bien guardada entre su grupo de amigos. Es una producción que no tiene muchas novedades que presentar desde ningún punto de vista, ya sea narrativo o técnico, pero que funciona para el público sediento de novedades en el ámbito del entretenimiento escapista sin compromiso; usado y olvidado.
El director Nah Hyeon cumple su cometido con creces en su segunda incursión detrás de la cámara y además se le nota buena mano en algunas secuencias de apertura, mostrando potencial si le hubiera tocado en suerte una película menos enlatada. Trabaja con toda la geografía presente en las escenas y la fotografía tiene un destaque positivo, destacando tanto el ballet de cuerpos como la propia coreografía de captura de imágenes. A partir del minuto 6, sin embargo, todo adquiere un aire un tanto repetitivo, sin mostrar siquiera la preocupación estética que subyace en su lanzamiento. A lo largo de la producción, vemos que en otros momentos -como la escena del rescate de un cadáver acribillado en la plaza- la película intenta apostar por algo más atrevido, pero en su conjunto es una producción con bajas pretensiones.
Yaksha: Operation Relentless tiene un buen elenco actoral, que puede manejar lo que se requiere, ya sea vertical u horizontalmente, es decir, pararse frente a la escena o pelear en posiciones inverosímiles. Son buenas coreografías que llaman la atención en la medida justa, para desactivar la espiral constante de acontecimientos en la película, con personas que se traicionan a raudales. Lo que la película realmente quiere es vender su acción lo más rápido posible y. A poder ser, plantear las bases que desencadenen en una posible secuela, lo que queda bastante claro con cierta licencia acaecidad durante los créditos finales. ¿Franquicia candente?. Ya lo veremos.