Yo y Las Bestias
Título original
- Yo y Las Bestias
- Año
- 2021
- Duración
- 77 min.
- País
![Venezuela]()
Venezuela- Dirección
- Guion
-
Nico Manzano
- Fotografía
-
Nico Manzano
- Reparto
-
Jesus Nunes, Eduardo Bol, Gael Gaviota, Gabriel Agüero, Jorge González, Carolina Leandro, Estefanía Quijada
- Compañías
-
Films Austères, Linterna Studio, TRES Cinematografía. Distribuidora: Bendita Films Sales
- Género
- Drama. Fantástico | Música
- Sinopsis
- El cantante y guitarrista de una banda de rock alternativo comienza una carrera en solitario, buscando inspiración mientras la crisis de Venezuela se agita, acompañado por Las Bestias, dos seres enmascarados y misteriosos.
- CRÍTICA
VenezuelaLa música es para muchos un pasatiempo, la banda sonora de los tropiezos y aciertos del día a día o, simplemente, algo que escuchar en segundo plano. En cambio, para Andrés Bravo (interpretado por Jesús Nunes), el protagonista de ‘Yo y las bestias’, una canción es un traductor de sentimientos, un megáfono con el que gritar a viva voz los deseos y las heridas que se ocultan bajo su inadvertida presencia. Es por eso que Andrés no deja de componer a pesar de las constantes caídas, ya sea en un grupo, en solitario o ayudado por dos misteriosas bestias.
‘Yo y las bestias’, la ópera prima del director venezolano Nico Manzano, aterrizó en Madrid el pasado jueves 17 de noviembre de 2022 para poner patas arriba el Festival Internacional de Cine y Cultura Entrelazada con su premisa llena de interrogantes, su particular estética y su rock indie onírico. Según Gabriela Martí, directora del festival, ‘un largometraje que no podía faltar en la sección oficial a competición por el premio Rizoma de cine’.
El actor Jesús Nunes afirmó en el coloquio posterior a la proyección del filme que tuvo que aprender a tocar la guitarra específicamente para la película, recibiendo dos meses de clases impartidas por el hermano del director, músico de profesión. Nunes es el encargado de conducir en solitario la trama de ‘Yo y las bestias’, una tarea para nada fácil que termina desempeñando con creces.
El interprete consigue construir dos caras de una misma moneda a la hora de interpretar a Andrés, un músico amateur con bastante mala suerte cuyas catastróficas desgracias producen carcajadas inevitables entre las butacas, pero el cual, cuando canta y compone, se convierte en un talentoso cantautor al que deseas estar escuchando horas y horas. Son, esas desgracias de Andrés de las que el espectador se ha reído previamente las que endurecen y fortalecen la melodía y la letra de cada pieza musical, logro digno de cualquier tragicomedia.
El filme encuentra su propia personalidad en una estética peculiar y colorida. Desde la ejecución de los planos, hasta la elección de los escenarios en los que se desarrolla la travesía del protagonista, ‘Yo y las bestias’ construye una apariencia basada en el placer visual y en el tratamiento del sonido, generando la sensación de estar viendo un videoclip musical de larga duración.
Esta fachada desenfadada, a su vez, contrasta con el agitado trasfondo político que tiene lugar en Venezuela: Aunque Andrés no preste mucha atención a la situación crítica de su país y se mantenga al margen, el contexto en el que el protagonista compone sus canciones es de todo menos colorido y desenfadado. Gracias a esta estética onírica, el espectador se inmerge en la burbuja del protagonista, donde las manifestaciones y los problemas quedan lejos y lo único que se oye son melodías y riffs de guitarras eléctricas.
Cuando una propuesta tan interesante se ejecuta correctamente, in crescendo, lo único que puede esperar el público es un cierre a la altura. El problema surge en los últimos minutos del filme, momentos antes del fundido a negro y los créditos, con un desenlace que, en comparación con el resto de la película, parece estar inacabado y a medio cocer.
Aún así, ‘Yo y las bestias’ tiene muchas más luces que sombras. Los temas musicales compuestos para la película crean una atmósfera acompasada por los colores vivos de la pantalla y la doble naturaleza trágica y cómica de su historia no deja indiferente a nadie. Andrés podría ser cualquiera del público: Alguien que encaja los golpes de la vida como puede y los termina utilizando a su favor para marcar el ritmo de sus canciones. Alguien que no abandona su pasión, aunque se encuentre sin arnés al borde del caos, al pie del volcán.
