Vuelven a estrenar en España películas inéditas, viajan a los años 80 de la mano del Instituto Goethe para sumergirnos en la escena underground con el ciclo “La movida berlinesa”, se celebra una gran fiesta el viernes 10 de junio en el Café Berlín y se homenajeará junto con Bertelsmann a uno de los mayores cineastas de todos los tiempos y maestro del expresionismo, Fritz Lang, con una de las joyas menos conocidas, pero más inspiradoras de su brillante cinematografía, Las tres luces, sonorizada por el DJ Raphaël Marionneau.
Es el caso de la más que interesante apertura de la muestra de este año: Fukushima, mon amour, nuevo trabajo de la veterana Doris Dörie que se pudo ver en la Berlinale y que aborda la relación improvisada entre una joven alemana y una anciana japonesa superviviente de la catástrofe de Fukushima. Una historia de amistad y perdón que tiene todos los ingredientes para entusiasmar al público. Tras su proyección en Sundance, Nicolette Krebitz aparecerá en Madrid con Wild, protagonizada por la imagen de la pasada entrega, Lilith Stangenberg, que narra una historia de pulsiones provocadas por el encuentro entre una mujer y un lobo.
Sin duda, una cinta que no dejará indiferente. Por otro lado, ¿recuerdan Goodbye Lenin!? Pues su director, Wolfgang Becker, estrena filme. Su título, Yo y Kaminski, liderado de nuevo por Daniel Brühl y que cuenta el enésimo choque entre juventud y vejez encuadrado, esta vez, dentro del marco de la crítica y el arte. El autor del sleeper de 2013 Wetlands, David Wnendt, también pasará por la capital española con Er ist wieder da, parodia que juega con el regreso de Adolf Hitler encabezada por Oliver Masucci. Completan el apartado principal otros cinco largometrajes.
Además, como proyección especial, se podrá disfrutar del reestreno de Las tres luces: «Fritz Lang es uno de los grandes directores de la historia de Alemania. Estoy especialmente emocionado de ofrecer a nuestro público la oportunidad de descubrir su primera obra maestra, Las tres luces (1921), en una brillante y nueva restauración digital acompañada por una excelente partitura musical», comentaba con orgullo Rainer Rother, previo a la premiere de su versión restaurada en la Berlinale. Una versión que se exhibirá en Madrid con música de Raphaël Marionneau. La guinda de un pastel con sabor a butterkuchen.