Como todo el mundo bien sabe, la trigésimo tercera edición de los premios Goya se ha celebrado en la ciudad de Sevilla por motivos de aforo y para dar visibilidad al Cine Andaluz, lo cual me parece muy correcto.
Con lo que no estoy tan de acuerdo es con los pasos que ha seguido la organización de la gala durante la alfombra roja. Multitud de personas han esperado durante horas y horas para ver a sus artistas favoritos desfilar por la alfombra roja ataviados con sus mejores galas. Todos ellos, incluida yo, esperábamos poder ya no tocarlos sino poder verlos pasar por nuestro lado y sacarle alguna que otra foto.
Esto no se ha podido llevar a cabo porque la alfombra se situó dentro del recinto del auditorio. Esta idea no me parece del todo incorrecta, pero la organización podría haber puesto vallas alrededor de esta para que la gente se situara allí. Por el contrario, esta ha tenido que agruparse justo detrás de las vallas del propio auditorio. Estas a las que hago referencia medían unos dos metros de alto y constaban de doble barrotes, los cuales a penas te dejaba ver entre los diminutos huecos pasar a lo lejos a todos los invitados.
Es cierto que mucha gente solo se pasó para echar un vistazo, pero muchas otras han estado alrededor de cinco horas esperando a que empezara. Otra gran parte de la gente que acudió venían de otros barrios de la ciudad o incluso desde fuera de Sevilla.
Fueron multitud los gritos y abucheos que recibió la organización por culpa de esto. Me quedo con algunos como: “Esto en Madrid no pasaba” o “Sevilla se queda fuera de los premios Goya”. Este último me gusta especialmente ya que era una oportunidad para meter a Sevilla en una gala como esta y nos han dejado literalmente fuera, tras unos altos barrotes como si de presos se
tratara.
Afortunadamente, han sido mucho de los invitados los que se han acercado para disculparse y estar más cerca de nosotros aunque sea unos minutos. De esta forma, pudimos ver más de cerca a actrices como Rossy de Palma, Loles León o María León. También al actor Bryce Efe o a la directora Arantxa Echevarría, finalmente galardonada por Mejor dirección Novel por la película “Carmen y Lola”.
Puede que alguno de vosotros no comparta esta opinión conmigo o sienta que estoy exagerando, pero vuelvo a repetir que la alfombra roja se podría haber organizado de otra forma, aún manteniendo algunos aspectos por motivos de seguridad.