Santero y Los Muchachos salen de nuevo a la carretera para presentar su tercer disco ‘Royal Cantina’ y recordar las canciones más representativas de sus discos anteriores.
CRÍTICA
Si algo me gusta del grupo valenciano Santero y Los muchachos es esa fuerza vital y alegría con la que impregnan cada tema nuevo que sacan. Canciones como Qué voy a hacer o Carretera de El Saler son ya prácticamente himnos que deben estar presentes en cualquier celebración o brindis a la que vida que se tercie.
Ellos definen su estilo como un rock reposado en el que la melodía y el ritmo son partes fundamentales de sus letras. Lo cierto es que el grupo liderado por Miguel Ángel Escrivá, Josemán Escrivá, Soni Artal, Pau García-Serra y Javier Escrivá es a día de hoy una banda llena de creatividad y talento con mucho camino que recorrer. Desde su primer disco, Ventura, publicado en 2017, sus seguidores no han hecho más que multiplicarse por todos los lados.
Una prueba de la pasión que levanta la banda ha sido el concierto que el pasado 16 de febrero Santero y Los muchachos ofrecieron en la mítica sala madrileña El Sol. La banda volvía a la capital para hacer un repaso por su repertorio más famoso y para presentar su último disco, Royal Cantina, publicado el año pasado. Disco que para muchos se ha situado entre lo mejor de 2022 y que busca también ser un homenaje a grupos como The Kinks, Rolling Stones, Linda Ronstadt, Beatles, Creedence o Jimi Hendrix.
Bajo el cartel de todo vendido salía la banda liderada por Miguel Ángel Escriba al escenario con el tema Volver a casa, una de las canciones más emblemáticas del disco Rioflorido. Comienzo muy interesante con una banda que salía a escena con muchas ganas de pasárselo bien y dispuesta a dar toda su energía cantando. Había ganas de fiesta.
Pronto llegaron los temas más reconocidos de su nuevo disco como Qué voy a hacer, Sheriff o Brindis escoba. Temazos que saben conectar muy bien con el público y su estado de ánimo, especialmente el emblemático Carretera de El Saler que desde los primeros compases dejó claro que es uno de los temas mas queridos del último disco. No obstante, los momentos más emocionantes de la noche llegaron un poco después con la versión de El perdedor y Ventura, dos éxitos sobradamente populares para que el público los cante y se metan de lleno en el concierto.
Durante casi dos horas la banda se mostró en todo muy momento muy cercana y empática con el público. “Hoy salimos de fiesta de Madrid por contrato, mañana Dios dirá” bromeaba el cantante al tiempo que se acordaba de su paso por otras salas de la capital como la ya cerrada Costello Club.
Otro de los momentos más emotivos de la noche fue la interpretación de Octubre, que cantó en solitario Miguel Ángel Escrivá ya durante el tiempo de bises. El concierto concluyó con Sálvame de mi, otro de los himnos más populares de la banda y exponente claro de ese peculiar estilo que tienen en el que rock, el folk, y el country se dan la mano.
Ya en la despedida final sonaron los acordes de A mallow flowery rain, su single en colaboración con el artista ucraniano Remez. Un tema que, como recordaron, esperan tocar en directo algún día cuando termine la injusta invasión de Ucrania.
En definitiva, Santero y Los muchachos nos recordaron el gran momento vital y creativo en el que se encuentran. Ojalá no haya que esperar mucho para volverles a ver.