SEFF – DIA 6
Comienza fuerte el día con la nueva película de Ulrich Seidl, Safari, y que en cierto modo es una vuelta a sus orígenes con la interesante Hundstage (no en vano hay ciertos fotogramas parecidos en ambas películas).
Al igual que en aquella, el director utiliza el documental como un medio de análisis de la sociedad en la que vive y en la que se pregunta: ¿Qué lleva a alguien a querer matar a un animal?
La excusa para esto es una mirada documental a una familia en pleno safari africano, dónde ellos mismos toman parte mediante unas entrevistas a cámara que contienen los momentos más interesantes de la película y en los que Seidl impone cierto humor negrísimo como viene siendo de costumbre en su filmografía.
El gran acierto es sin duda no buscar una réplica por parte de asociaciones animalistas ya que la película no pretende criticar en ningún momento a la gente que practica la caza de animales, que se ve perfectamente y en la que contemplamos escenas realmente aterradores de cómo se matan o despellejan a estos.
Tras la película, y como viene siendo habitual en el festival tuvimos la suerte de contar con la presencia del director que nos habló un poco de los orígenes de la cinta, de cómo lo más complicado fue buscar a los actores pues sabían a lo que se estaban exponiendo pero que a pesar del tema en Austria ya había sido estrenada y la recepción había sido por las ambas partes (a favor y en contra de la situación).
Ha sido tal vez, la rueda de prensa más agresiva (debido al tema que trata) y dónde se le han preguntado por cuestiones demasiado personales al director y que no tenían nada que ver con la película y en dónde el director se ha mostrado lo suficientemente correcto contestándolas.
Al mediodía llegó la propuesta más diferente de todas las que se pueden encontrar en la sección oficial del festival, Malgré la Nuit de Philppe Grandieux, para muchos el primero lejano francés de David Lynch aunque en sus últimas películas ha ido centrándose más en la temática de los cuerpos en la pantalla.
Y precisamente de cuerpos va la cosa, y lo que comenzamos a ver parece una versión más ampliada y estudiada de su anterior obra Meurtrière. Una auténtica confrontación de los cuerpos en un ambiente oscuro, turbio, provocador y onírico donde su guión perfectamente planificado inquieta y descoloca hasta poco a poco las piezas del puzzle creado por el director se van vislumbrando y encajándose. Sin olvidar la música de Ferdinand Grandrieux creando una atmósfera opresiva junto a las imágenes y que contiene dos números musicales que en parte son la pieza fundamental para comprender el enigma.
Un filme que necesita los sentimientos, el odio, los celos, el amor en todas sus vertientes para seguir adelante en clave de thriller contemporáneo que bebe de las conductas sadomasoquistas y de las snuff movies.
Una propuesta fascinante y en la que la mayoría de los críticos de la sala han ido abandonando paulatinamente hasta quedar unos pocos de nosotros allí sentado. Una lástima, pero refleja perfectamente como esta magnífica obra de arte se encuentra en tierra de nadie dentro de la sección oficial del festival debido precisamente a que su estructura, sus formas, son todo menos festivaleras. A nosotros nos ha fascinado desde sus primeros minutos y nos ha tenido hipnotizados en sus poco más de dos horas y media de película que se pasan volando
