EL DOCUMENTAL LLEGA A LOS CINES EL VIERNES 27 DE MAYO

Entrevista a Michael Moore, director de ¿Qué invadimos ahora?

Michael Moore vuelve a la carga. Tras ganar un Oscar con Bowling For Columbine y la Palma de Oro con Fahrenheit 9/11, nos trae su película más divertida. ¿Qué invadimos ahora? es una expansiva, divertida y subversiva comedia en la que el oscarizado director Michael Moore, juega el papel de “invasor”, visitando un sinfín de naciones para aprender cómo los Estados Unidos podrían mejorar sus propias perspectivas.

¿Cuáles fueron los orígenes de este proyecto?

Michael Moore: Realmente empezó cuando tenía 19 años. Acababa de abandonar la universidad, conseguí un pase Eurail y una tarjeta de alberguista; y pasé un par de meses viajando por Europa. Estaba en Suecia cuando me rompí el dedo del pie y alguien me llevó a una clínica. No hay mucho que puedas hacer con un dedo del pie roto, pero ellos hicieron lo que pudieron. Cuando fui a pagar la factura, no había factura. No lo entendía. En serio, nunca había oído hablar de algo así.

Entonces me explicaron cómo funcionaba su sistema sanitario. Y por toda Europa me seguí encontrando con cosas del estilo, pensando “¡Es una buena idea! ¿Por qué no lo hacemos?”
Mi idea original era invadir otros países y robar cosas - que no fueran petróleo. Y lo haría sin pegar ni un solo tiro. Tenía tres reglas: (1) No disparar a nadie; (2) no llevarme nada de petróleo; y (3) traer de vuelta a casa algo que pudiésemos utilizar. Una vez comenzamos a invadir estos países, nos dimos cuenta de que sería mucho mejor hacer una película sobre América sin rodar un solo fragmento de la película en América. ¿Cómo resultaría esa película? Me gustaba el reto que esto suponía.

¿Cómo seleccionaste los países a invadir?

Parte de ello fue simplemente saliendo de EEUU y viajando. Viajando y prestando atención. Hace unos años, por las calles de Washington DC, una señora se acercó a mi y me dijo, “Somos número uno en educación”; era la Ministra de Educación de Finlandia y me dio un libro sobre Finlandia – cien cosas que Finlandia hace bien. Me habló de cómo las escuelas de Finlandia habían eliminado los deberes extraescolares, y pensé “me están tomando el pelo ahora mismo.”

En la reunión con el equipo y productores antes de irnos y pregunté si alguno sabía de este caso particular. Si habían leído o escuchado algo sobre ello. Y a pesar de tener a gente muy inteligente – más inteligentes que yo - trabajando conmigo (un par de ellos fueron a Harvard, uno fue a Cornell, otro fue a Dartmouth), y de que todos leíamos tres periódicos al día, la mayoría de las cosas que aparecen en esta película no las conocíamos. Así que pensé que si ese fuera el caso, sería algo nuevo para el público. Me gusta ver películas con las que aprender y experimentar cosas que todavía no conozco.

 

¿Cómo eres capaz de preservar los momentos de sorpresa y espontaneidad en tus películas cuando requieren de una planificación tan deliberada?

Yo no quiero actuar. Quiero que mis reacciones sean reales. No puedes pedir a la gente que estás entrevistando que hagan o digan algo por segunda vez. No son actores, entonces tratan de actuar, y el público lo sabe, es una mierda. Hemos visto demasiados documentales de este tipo. Así que tiene que ocurrir en el momento y además, tiene que ocurrir conmigo en el momento. Y es por eso que a veces si digo algo y es gracioso, es gracioso, y otras veces no lo es tanto. Pero es simplemente lo que dije. Así que no es que vaya en plan “Hey guionistas dadme un frase más graciosa”.

Yo no pienso, “Vaya, no estaría guay si cogiera una lata de Coca-cola y la dejara sobre la mesa del comedor para ver lo que hacen los niños”. Fue más bien como “Quiero una puta Coca-cola”. Y no hay máquinas expendedoras en los colegios. De modo que un ayudante de producción tuvo que correr hasta la ciudad y conseguirme una Coca-cola. Sencillamente la lata estaba allí- así que todo lo que ocurre simplemente sucede.

La escena en el muro de Berlín, no estaba en absoluto planeada en la película. Fue simplemente porque Rod Birleson, el productor ejecutivo, también estuvo de interrail – hemos sido amigos desde que tenía 17 años- él estaba allí, estábamos en Berlín, y más que nada por nostalgia pensamos “no sería guay grabar para nuestro álbum de recuerdos un video de nosotros en el muro, 26 años después de aquella noche en la que estuvimos en Berlín por casualidad. Por qué no vamos allí y hacemos algunas fotos, daremos un paseo y recodaremos, y algún día enseñaremos esto a nuestros nietos.

A veces el mejor material surge de las cosas que no planifico. Del trabajo de investigación que hacen mis productores de campo les pido que me digan solo lo básico, no quiero conocer los detalles. De modo que, por ejemplo, cuando la pareja italiana me dice que ellos tienen su luna de miel pagada durante 15 días, y ves mi reacción, ¡es real! Estaba escuchando aquello por primera vez. A pesar de que mis productores quizás ya lo supieran, no lo compartieron conmigo.

Hablemos sobre tu decisión de recoger las flores, no las malas hierbas.

Los medios de comunicación hacen un gran trabajo contándonos noche tras noche lo malo que es el resto del mundo, pagan muchos impuestos y es simplemente horrible. Y mira, mucho de ello es horrible – y tienes que verlo en televisión, leerlo en los periódicos o en internet. Pero cada pocos años pediré dos horas de su tiempo para presentar la otra versión, las otras verdades sobre lo que sucede. Si quiere saber por qué no señalé la alta tasa de desempleo en Italia, mi respuesta es que fui allí a recoger las flores, no las malas hierbas.

Otras personas pueden recoger las malas hierbas, pero lo que yo quería era mostrar – especialmente a mis compatriotas americanos, pero sin duda a la gente del mundo entero – el contraste entre los dos. Quería decir a los americanos que confiamos en el nivel de su inteligencia y experiencia, ya saben la verdad, ya saben todo, no necesitan ver otro documental que les diga lo jodido que es esto, o lo otro. Necesitamos mover el culo, hacer algo e inspirarnos en lo que podríamos llegar a ser.

Los críticos hablan de esta como su película más optimista hasta la fecha. ¿Hay algo de verdad en esto?

Quizás he encontrado un modo más subversivo de lidiar con la rabia que siento por la situación de este país. Nunca he sido un cínico. Siempre he creído que el cinismo es solo una forma diferente de narcisismo. Creo en la bondad de la gente, creo que la mayoría de personas tienen conciencia y saben distinguir lo que está bien de lo que está mal, saben lo que deberíamos estar haciendo, y simplemente tienen miedo o son ignorantes, y una vez que esto se arregle, dejaremos de vivir con miedo y dejaremos de ser estúpidos, las cosas irán a mejor.

He estado escribiendo sobre prisiones privadas, mujeres que no forman parte igualitariamente de la estructura del poder y otros temas durante mucho tiempo. Debería ser mucho más pesimista y cínico de lo que soy. Nada ha cambiado, y sin embargo todo ha cambiado para mí. Desde los referendos de 2004, cuando todos esos Estados hicieron parte de su constitución que si amabas a alguien del mismo sexo no podías casarte, esto ocurrió hace 10 u 11 años. Ahora, ya ha pasado. Obviamente fue una larga lucha. Pero las cosas cambian todo el tiempo. Cuando pensamos en todas las cosas que han ocurrido a lo largo de nuestra vida, si tienes mi edad: el Muro de Berlín, Mandela; si te fijas en lo que ha pasado este año, solamente en Estados Unidos, de hecho creo que va a mejorar, pero creo que va a ocurrir porque los jóvenes van a hacer que esto suceda.

He cumplido 60, mi padre falleció el año pasado y eso provocó un fuerte impacto en mí, de un modo que no hubiese imaginado. Después de su muerte, me sentí más vivo y con ganas de vivir. No creo que él quisiera que me quedara sentado y deprimido durante un año. Y justamente hice lo contrario.

La película defiende explícitamente el argumento de otorgar más poder a las mujeres, en el gobierno y en el mundo empresarial. ¿Comenzaste con esta premisa o llegaste a esta conclusión de forma orgánica?

Se desarrolló de forma orgánica. Íbamos a enseñar algunos casos sobre cómo las mujeres tenían más poder y más mujeres son elegidas en otras democracias. Pero como dije en la película, a medida que visitábamos cada país, nos contaban, nos enseñaban y veíamos cosas porque las mujeres realmente tienen este tipo de poder. Y no es solo en Islandia, donde el 40% de los directivos de las empresas tienen que ser mujeres. Ocurre lo mismo en Noruega, de hecho creo que Noruega lo inició.

En Alemania ahora el 30% de un equipo directivo tiene que ser femenino. En estos países las mujeres tienen un poder real – no el falso poder que las mujeres tienen aquí – ya sabes, donde el 20% de nuestro Congreso son mujeres. El género mayoritario, 51-52% de la población tienen el 20% del senado y el 20% del Gobierno. Ellas son el género mayoritario y el género minoritario tiene 80 asientos. Es una locura.