Estrenada en los Estados Unidos el viernes 25 de octubre de 2013, y muy esperada en su momento en nuestro país, pues Drácula está basada en el mítico libro del mismo nombre del gran Bram Stoker y se centra en el poderoso personaje de Alexander Grayson, Drácula, uno de los más emblemáticos de la Historia de la ficción universal. Es en el siglo XIX, y durante la noche de Halloween, cuando el misterioso Drácula llega a Londres haciéndose pasar por un empresario estadounidense, que quiere acercar la ciencia moderna a la sociedad victoriana. Está especialmente interesado en una nueva tecnología: la electricidad, que promete iluminar la noche, hecho muy útil para alguien que evita el sol.
Pero además tiene otra razón de peso para sus viajes: espera para vengarse de aquellos que lo maldijeron con siglos de inmortalidad antes. Todo parece ir de acuerdo al plan... hasta que se enamora de una mujer que parece ser la reencarnación de su difunta esposa. De los productores de la aclamada Downton Abbey, llega ahora esta nueva versión para televisión de Drácula, con un personaje sofisticado y mucho más sensual que demostrará que algunas historias nunca mueren.
Dirigida por Steve Hill (Los Tudor, Dexter) y con un reparto muy cuidado, encontraremos en ella a Oliver Jackson-Cohen (The Raven) en el papel del periodista Harker, Jessica De Gouw (Helena Bertinelli en Arrow) como Mina Murray, Ilona Thomas kretschmann (Abraham), Katie McGrath (Morgana en la serie Merlin en el papel aquí de Lucy Westenra), Nonzo Anozie (Xaro Xhoan en Juego de Tronos, como R.M. Renfield) o a Victoria Smurfit (Lady Jayne Wetherby).
La serie ha sido rodada en Budapest (Hungría) y en Londres y se verán diez episodios de aproximadamente una hora de duración, pues la serie fue cancelada tras la emisión de la primera temporada, por bajas audiencias. Ya tenemos otra buena razón para seguir pegados a la televisión y enganchados a las series.