Los fanáticos de la famosa comedia Friends se han dado un festín con el reciente especial que reunió a sus estrellas y que se encuentra disponible en HBO Max. Sin embargo, todo no ha sido alegría, ya que Matthew Perry (el famoso Chandler Biggs) hizo una dura confesión en el programa.
Perry reconoció que por mucho tiempo rodar la serie fue una tortura para él y confesó que los productores de la cadena NBC lo llevaron al límite para que la audiencia aumentara y el público, que estaba presente en la grabación de los episodios, se riera en sus intervenciones.
La presión en el trabajo afectó su salud e incrementó su dependencia a las drogas y el alcohol.
Tal exigencia hizo que el actor enfermara, se sintiera deprimido y hasta experimentara cosas como no poder recordar haber filmado algunos capítulos.
"Sentía que iba a morir si el público no se reía", dijo. Asimismo, reconoció que sus problemas con la droga estaban ligados a esa tensión laboral.
"A veces decía una línea y si el público no reaccionaba riéndose como creía, empezaba a sudar y entraba en convulsiones", expresó Perry, acerca de la tortura personal que vivió en una de las comedias estadounidenses más queridas y exitosas en todo el mundo.