Backtrack: Suéltame pasado
Predecible de la A a la Z, Backtrack es un thriller sobrenatural que trabaja sobre la idea de la negación y la culpa como disparadores psicológicos de los trastornos de un psicólogo que no ha podido aún elaborar el duelo de la pérdida de una hija.
Thriller | 90 min. | Australia 2015
Título: Backtrack.
Título original: Backtrack.
Director: Michael Petroni.
Guión: Michael Petroni
Actores: Adrien Brody, Sam Neil, Bruce Spence, Olga Miller.
Estreno en España: 29/04/2016
Productora: Screen Australia / See Pictures
Distribuidora: Selecta Vision.
Sinopsis
La vida del psicólogo Peter Bower cambia bruscamente cuando una serie de hechos inexplicables comienzan a alterar su entorno. Aunque, al principio, todo le parece inverosímil, pronto empieza a sospechar que algo sobrenatural se está apoderando de su vida. Antes de que sea demasiado tarde, decide investigar a fondo su pasado, lo que lo lleva al descubrimiento de un terrible secreto.
Crítica
Predecible de la A a la Z, Backtrack es un thriller sobrenatural que trabaja sobre la idea de la negación y la culpa como disparadores psicológicos de los trastornos de un psicólogo que no ha podido aún elaborar el duelo de la pérdida de una hija.
El verosímil se sostiene sencillamente por marcar una delgada frontera entre la realidad y las alucinaciones del protagonista, interpretado por Adrien Brody, sufriente y torturado por una trágica juventud en su pueblo natal de False Creek, con un secreto que no le permite comenzar su camino a la redención, fundamental para continuar con una vida junto a su esposa Carol.
La confrontación con pacientes que llegan a su consultorio e interactúan con él, aturdido por las voces, toman un rumbo diferente al aparecer una niña con un mensaje, que rápidamente conectan la historia de Peter -Adrien Brody- con su pueblo y con el trillado viaje para resolver alguna situación dolorosa.
El problema de Backtrack es que todas las jugadas y las vueltas de tuerca del guión se anticipan muy rápido.
El problema de Backtrack es que todas las jugadas y las vueltas de tuerca del guión se anticipan muy rápido, da la sensación por momentos que el director piensa que el espectador se convencerá de que no puede ocurrir lo que termina por ocurrir, y en ese sentido el relato no ayuda por su morosidad y su enorme solemnidad atada a los humores de Adrien Brody, quien aporta a su personaje la capa de drama y sufrimiento requerido por el realizador Michael Petroni, cuyos antecedentes como guionista arrojan como resultado la infumable El rito (The rite 2011)
Eso no implica que su tragedia sea empática, tampoco que logre atar cabos con indicios.
Eso no implica que su tragedia sea empática, tampoco que logre atar cabos con indicios y una memoria prodigiosa que aflora en esa brumosa mezcla de sentimiento negador y culposo, elementos que no son explorados ni explotados de manera eficiente durante el desarrollo de la historia.
Si bien no hay abuso de efectos visuales a la hora de esparcir la galería de fantasmas -propia de cualquier relato de estas características- tampoco es de destacar en la puesta en escena la conjunción de dimensiones en un mismo plano, como ocurre en varias ocasiones con el objeto de que el film no caiga en lugares comunes ni flashbacks explicativos.
Sin mucho más que agregar, Backtrack no es ni siquiera una opción para ver a Adrien Brody en un papel muy poco atractivo para su riqueza actoral.