Drama | 96 min. | Israel 2016
Título: El balcón de las mujeres.
Título original: Ismach Hatani.
Director: Emil Ben-Shimon.
Guión: Emil Ben-Shimon.
Actores: Avraham Aviv Alush, Yafit Asulin, Orna Banai, Itzik Cohen.
Estreno en España: 17/03/2017
Productora: Pie Films
Distribuidora: Festival Films.
Sinopsis
Algo horrible sucede en una devota comunidad ortodoxa en Jerusalén. El balcón de las mujeres de la sinagoga se desmorona, lo que significa que las mujeres de aquel pequeño y tranquilo pueblo han perdido su sitio dentro del edificio. Pero lo peor llega cuando la reconstrucción comienza y no hay planes para volver a colocar el balcón en su sitio.
Crítica
En relación con el arte en general, los judíos israelíes se dividen en dos tipos: los ultraortodoxos, que dedican su tiempo a hacerse tirabuzones y cepillar esos sombreros fácilmente reconocibles a varios cientos de metros de distancia y, por supuesto, no solo no se plantean hacer películas, sino que ni siquiera van a ver las que hacen otros (como no leen novelas, no frecuentan museos y no asisten a funciones de teatro ni a conciertos de música), y los judíos «normales» –laicos y practicantes-, algunos de cuyos miembros son realizadores cinematográficos con un gran sentido crítico y mucho más humor del que se les presume.
A esta clase de israelíes pertenece Emil Ben Shimon (Ed Medina, 2005; Susey Pere, 2016), director de «El balcón de las mujeres» (Ismach Hatani), la película más taquillera de 2016 en Israel, y una de las más vistas en los últimos diez años.
«El balcón de las mujeres» es una divertida y estimulante comedia muy sutil, centrada en el abismo que en su país existe entre hombres y mujeres, similar al que existe entre fundamentalistas y simplemente ortodoxos, representado por algunos acontecimientos en una pequeña comunidad, donde las mujeres luchan por la igualdad y, sobre todo, por su libertad. Nada extraño en un país donde existen autobuses que discriminan por el sexo (y las mujeres se tienen que sentar de espaldas), donde ellas no pueden divorciarse sin el permiso del marido y existen restricciones para que puedan rezar en el Muro occidental.
En un barrio de Jerusalén, un grupo de mujeres lucha por su comunidad ortodoxa y sus tradiciones frente a un rabino carismático que llega a sus vidas por casualidad, en el momento en que se ha hundido el balcón de las mujeres de su sinagoga y el viejo rabino está perdiendo facultades a causa de la edad. Ellas deciden enfrentarse a las creencias ultraortodoxas que predica, recogiendo dinero para reparar el balcón, eventualidad que no entra en los planes del rabino. Hasta la llegada del rabino, la vida en el barrio era alegre, las fiestas se celebraban con entusiasmo, existía amistad y amor entre los miembros de la comunidad.
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