Damas de hierro
Título original
- Teräsleidit aka
- Año
- 2020
- Duración
- 92 min.
- País
- Finlandia
- Dirección
- Guion
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Aleksi Bardy, Pamela Tola
- Música
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Panu Aaltio
- Fotografía
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Pauli Kairismaa, Päivi Kettunen
- Reparto
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Leena Uotila, Seela Sella, Saara Pakkasvirta, Heikki Nousiainen, Pirjo Lonka, Samuli Niittymäki, Jani Volanen
- Productora
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Helsinki Filmi Oy
- Género
- Comedia. Drama | Vejez/Madurez
- Sinopsis
- Inkeri tiene 75 años y está planeando enterrar a su marido, al que acaba de matar de un sartenazo, en el jardín de su casa. Cuando se da cuenta de que va a pasar el resto de su vida en la cárcel, se lanza a un enloquecido último viaje con sus hermanas Sylvi y Raili.
- CRÍTICA
A lo largo de estos años, el cine finlandés nos ha regalado interesantes piezas no muy reconocidas por el gran público. Ejemplos claros podrían ser el diplomático biopic de Helene, el cual nos narraba a través de una estética formal la historia de la pintora más relevante del país nórdico que nos ocupa o El Artista Anónimo, una obra que, pese a tener muchas más luces que sombras, nos recordaba a un cuadro de Caravaggio por su tono claroscuro. Ahora es el turno de disfrutar de la directora finlandesa Pamela Tola, quien debuta en el mundo del largometraje con Damas de Hierro, título que se consolidó como una de las mejores comedias europeas en los premios del cine europeo del año pasado.
Y no es para menos que los académicos europeos hayan fijado su mirada en esta ópera prima, pues la directora y actriz finlandesa (hay que recordar que antes de saltar a la dirección, había protagonizado algunas producciones de su país) traza en su comedia una gracia tan fina como buenamente grotesca, y es que el fenomenal trío de hermanas protagonista muestra una mixtura de registros, desde un humor negro y un carácter lenguaraz hasta unas ingenuas y candorosas actitudes, todo ello con naturalidad y evadiéndose de los tópicos gags forzados y las bromas previsibles.
La libertad es un concepto tan amplio y complejo al mismo tiempo... ¿Qué es la libertad? ¿Hasta qué punto somos o podemos ser libres? ¿Cuándo dice basta el tiempo para poder serlo? Creo que podríamos ser libres a la hora de responder a estas cuestiones, pero ya sabemos que las palabras se las lleva el viento, y nuestros actos, por el propio hecho de no arriesgar y sí precaver en el intento, son los que nos hacen ser auténticos conservadores en esta presa y limitada vida. A medida que avanzan los años, las personas son más reacias a proyectar sus deseos, piensan cuán lejos está esa rebeldía desmedida que desprendían en su desenfrenada juventud. Creen que la vida debe de latir a otro ritmo, o que ya han perdido el derecho a vivir. Pues en este filme, los personajes intentarán redescubrirse a la vez que reencontrarse con la libertad anhelada por medio de una grácil comicidad.
Pamela Tola filma una película donde perece la vergüenza, donde regresa el espíritu recóndito y pasado y donde se dice lo que se piensa, sin ni ningún tipo de miramientos ni arrepentimientos. Y esto es lo que la hace libre. A lo mejor, demasiado. Y es que la cineasta se toma la libertad de cohesionar en su conjunto comedia y drama, y es en este último apartado donde no consigue dar el Do de pecho ni transmitir toda la fuerza enfática pretendida. En otras palabras: no consigue remover del todo nuestras emociones ni logra que el espectador se derrumbe junto a los protagonistas. Y es que, como bien dice el dicho: el que mucho abarca poco aprieta. Aun así, en su ironía,fluidez y madura inmadurez se encuentra la magia de esta comedia negra que hará que el respetable más veterano se sienta identificado, riéndose tanto con ella como de ellos mismos.
En definitiva, para el que escribe estas líneas, Damas de Hierro es una madura e interesante dramedia que brilla gracias a su irracional, imprudente, hilarante, dispar y complementario trío actoral. Un filme que combina de forma efectiva comedia dialogal con comedia física y que surca en la necesidad del adiós, del reencuentro y de los placeres por descubrir. Una lástima que la luz cómica de la cinta haga sombra a su trivial lado dramático.