Redacción
2 de marzo de 2020, 17:44
Firmada por Nuria Vidal
La historia transcurre en un universo alternativo parecido, pero no igual al nuestro, donde los hombres viven acompañados de animales llamados daimons, manifestaciones físicas del alma humana de la que nunca pueden separarse. La protagonista es Lyra, una niña huérfana de once años que vive en la Universidad de Oxford junto a su daimon, Pan que adapta la forma de hurón, gato o pájaro, y con un único amigo, el pequeño Roger. La desaparición misteriosa de varios niños, entre ellos Roger, coincide con el descubrimiento de un secreto relacionado con una sustancia llamada el Polvo. Dispuesta a rescatar a Roger y averiguar que es el Polvo, Lyra parte en una aventura llena de peligros donde se encuentra con poderosos enemigos y extraños aliados, entre ellos, un gran oso blanco provisto de una potente armadura. La materia oscura adapta la trilogía del escritor inglés Philip Pullman publicada entre 1995 y el año 2000.
Destinados a un público adolescente, (como el de Buzzati estaba destinado a los niños) el éxito de los libros fue inmediato al interesar también a lectores adultos que veían en las aventuras de Lyra en los mundos paralelos que atraviesa, tanto una crítica a las religiones dogmáticas, como una manera entretenida y muy imaginativa de acercarse a la metafísica, la filosofía y la física cuántica.
El primer intento de adaptación de los libros se hizo en el año 2007 en la película La brújula dorada de Chris Weitz, con Nicole Kidman y Daniel Craig. Pero el miedo a despertar las críticas de la iglesia y los sectores más conservadores del público de Estados Unidos, hizo que la película omitiera muchos pasajes y diluyera su mensaje. El resultado fue decepcionante para todos. Pullman recuperó los derechos de sus libros y en el año 2015 se alió con Jack Thorne, guionista y creador entre otras de This Is England y The Accident, para adaptar las novelas.
La materia oscura está más cerca de Harry Potter que de Juego de Tronos, pero en realidad no se parece a ninguna de estas grandes sagas literarias inglesas. Es una historia mucho más compleja en la que las tres influencias declaradas por el escritor, la novela romántica El teatro de las Marionetas de Heinrich Von Kleist, la obra pictórica de William Blake y el libro de John Milton El paraíso perdido, se dejan sentir bajo la apariencia de una nueva forma de mostrar la guerra entre el cielo y el infierno. La serie exige un poco de tiempo para entrar en ella. Los dos primeros capítulos sirven para conocer a los personajes y situarnos en su espacio y su tiempo. Pero a partir del tercero, la incorporación de algunos seres fantásticos como el oso Iorek Byrnison y la aparición de William, un chico que desde nuestro mundo está en conexión con Lyra, convierte la serie en una aventura de la que queremos saber cada vez más. De momento se pueden ver los ocho primeros capítulos que en su estreno en Gran Bretaña tuvieron un gran éxito. No gustó tanto en Estados Unidos donde los grupos de presión religiosos tienen la Trilogía de Pullman en el índice de libros prohibidos por blasfemos y ateos. En España, donde la controversia religiosa y el trasfondo filosófico seguramente pesan menos, la serie puede encontrar su éxito simplemente por su excelente puesta en escena y su desbordante imaginación.
Un complemento: Estos días estoy leyendo una novela alquímica titulada Mercurius, de Patrick Harpur. Cuando buscaba información sobre el autor, me encontré con que tiene un libro que se llama Realidad Daimónica. No lo he leído todavía, pero por lo que sé, tiene mucho que ver con lo que se cuenta en La materia oscura. Lo ha publicado Atalanta.