Animación | 87 min | China 2014
Título: El pincel mágico.
Título original: The Magical Brouch.
Director: Zhixing Zhong.
Guión: Zhixing Zhong.
Voces: Haitian Hong, Xianglong Meng, Shao Yichen.
Estreno en España: 16/09/2016
Productora: Part 3 Digital Art Design.
Distribuidora: Paycom Multimedia.
Sinopsis
El sueño de Ma Liang era ser artista, pero nunca tuvo la oportunidad de aprender el arte de la pintura, a pesar de que adora hacer dibujos. Por suerte, un día un misterioso anciano entrega al joven un pincel con propiedades mágicas y descubre que todo lo que pinta con él cobra vida. Con la ayuda de este instrumento, comienza a ayudar a todos los habitantes de su pequeño pueblo de Baihua. Al menos hasta que la vida del muchacho se complica, pues un malvado y ambicioso general descubre su existencia y se propone conseguir el pequeño tesoro a cualquier precio. Cuando lo logra, el pincel pierde todos sus poderes en sus manos. Por eso obliga a Ma a que dibuje por él una montaña de oro. Sin embargo, el chico tiene un plan muy diferente para evitar que el general logre ser el hombre más rico y poderoso del mundo.
Crítica
Los pocos estrenos de películas de dibujos animados que nos suelen llegar de tierras asiáticas suelen contar con el monopolio del manga proveniente de Japón; así que hay que felicitar de entrada a la distribuidora Paycom Multimedia por su decisión de hacerse con los derechos y llevar a las pantallas una propuesta de un país oriental distinto, concretamente de China, y más aún cuando hasta la fecha El Pincel mágico tan sólo se ha proyectado en Corea del Sur y en Australia (en el Festival de Cine de Melbourne).
Producida en colaboración con Disney, la película está inspirada en un popular cuento de mismo título escrito por Kat Yeh e ilustrado por Hou Voun Lee. En ambas obras se combinan una tierna historia familiar y una aventura mágica, aunque en el caso del libro se carguen más las tintas en el aspecto emocional mientras que la cinta se decanta por resaltar los momentos de mayor actividad y frenetismo.
Producida en colaboración con Disney, la película está inspirada en un popular relato chino.
Rebosante de imaginación, en formato tridimensional y dirigida especialmente a los más pequeños, se nos presenta una aventura donde la trama se centra en la figura de Ma Liang, un niño que se dedica a pastorear cuidando un rebaño de ovejas aunque su gran pasión es la pintura. Gracias a sus dotes artísticas se construye una paleta muy especial con la que logra ahuyentar las distintas amenazas que le van saliendo al paso.
La mayor de todas es la representada por un grupo de guerreros con muy malas pulgas, comandados por un cruel general al que no le temblará la mano a la hora de conquistar y devastar la pacífica aldea del protagonista. Desposeído de su arma más productiva, Liang contará con la ayuda de los Dioses para repelar las constantes embestidas de las hordas enemigas, gracias sobre todo a un pincel mágico que le permite dibujar todo lo que le pasa por la imaginación y que posteriormente lo pintado cobre vida.
La historia que bebe de las fuentes más ancestrales de la tradición china.
El film tiene la habilidad de combinar el relato tradicional de los cuentos populares chinos con la modernidad que ofrecen los últimos avances tecnológicos en materia de CGI aplicados a la animación. Con esto se consigue un tanto equilibrar el hecho de que la película se haya generado por completo en el ordenador, y se nota que los responsables de la producción han intentado no someterse en demasía a los preceptos infográficos, insuflando algo de alma en una historia que bebe de las fuentes más ancestrales de la tradición china.
Se nota un gusto por el detalle y cierta fina ironía en algunos de los diálogos que es digno de agradecer, al igual que se tocan de soslayo algunos temas de ámbito social como puedan ser el de la especulación inmobiliaria o el delas difíciles relaciones paterno-filiales.
Algunos pensarán que el guion peca de falta de originalidad y que se trata de otro ejemplo de cine infantil que se pueda equiparar a visitar un parque de atracciones, ya que todos los personajes no paran quietos ni un momento y todo se engarza a base de un encadenado de persecuciones y momentos de acción; pero como se suele decir en estos casos “para gustos colores”, y El Pincel mágico si por algo destaca es por su tono colorista y por su incuestionable frescura.
Magia, expresión artística, superación de la adversidad, codicia, agresión militar, explotación de los recursos naturales…todo tratado con mimo y con un sentido de la creatividad magníficamente salvaje.
