El Presidente (Miniserie de TV)

Título original

El Presidente

Año

2020

País

 Chile

Dirección

Armando Bo II (Creator), Pablo Larraín (Creator), Natalia Beristain, Armando Bo II, Gabriel Díaz

Guion

Armando Bo II, Pablo Larraín

Fotografía

Benjamín Echazarreta, Cristian Cottet

Reparto

Andrés Parra, Karla Souza, Paulina Gaitan, Cristobal Tapia Montt, Alberto Ajaka, Luis Margani, Luis Gnecco, Jean Pierre Noher, Federico Liss, Heinz K. Krattiger

Productora

Coproducción Chile-Argentina-Estados Unidos; Amazon Studios / Fabula / Gaumont / Kapow. Distribuida por Amazon Studios

Género

Serie de TV. Intriga. Drama | Miniserie de TV. Deporte. Fútbol

Sinopsis

8 episodios. El jefe de un pequeño club de fútbol chileno se convierte en un jugador clave en el escándalo de corrupción de FIFA 2015.

Pues sí, aunque parezca mentira la semana que viene vuelve la Liga. No pocos se han echado las manos a la cabeza por la prontitud de del retorno del deporte rey a nuestro país, pero es que la cantidad de intereses que mueve no podía permitir que el negocio siguiera en dique seco muchos días más. ¿Solución?: gastarse el dinero en protección de la que no disfrutan otros colectivos mucho más necesitados y expuestos y vía libre gubernamental para ir aprobando resoluciones a ritmo vertiginoso. Pan y circo para todos. A fin e cuentas una vez que el balón eche a rodar también lo hará una maquinaria casi invisible que la serie que nos ocupa trata de diseccionar de forma muy pormenorizada.

Sergio Jaude, protagonista de la peripecia, fue un exdirigente de fútbol chileno que llegó a ser vicepresidente de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol). Su trabajo se vio salpicado por el mayor escándalo de corrupción en la FIFA ocurrido en 2015 y conocido coloquialmente como FIFA Gate, un seismo en el mundo del deporte donde se destaparon sobornos, fraudes y cantidades ingentes de dinero lavado. Sergio empezó de abajo, presidiendo un club modesto, y gracias a sus dotes de arribismo y aprendiendo a marchas forzadas como sacar partido de su progresiva situación en los estamentos federativos llegó a ocupar puestos muy importantes en el sector. Pero como se suele decir,  cuanto más alto se sube, más rápidamente se cae, y al final acabó  renunciando a sus cargos como dirigente y se radicó en los Estados Unidos, donde se acogió a una delación compensada con la justicia de ese país.

El presidente nos narra su auge y posterior caída con todo lujo de detalles, incidiendo sobremanera en explorar todas las facetas de ilegalidades galopantes que se dan en el universo balompédico, un lugar donde la putrefacción campa a sus anchas. Basado en hechos reales, y tan reales. La raleza de todos esos, como diría el mítico José María García, abrazafarolas y mindundis que se aprovechan de la pasión desatada entre los aficionados para incrementar sus emolumentos hasta límites insospechados es tal, que abarcan todos los campos de depravación que uno pueda llegar a imaginarse: chanchullos televisivos, control de las apuestas, ostentación extrema, sexo, drogas, violencia desmedida... Todo por un sueño, el de llegar a la cima del poder. Y por supuesto, con grandes dosis de nocturnidad y alevosía.

El director de esta estimulante propuesta es el argentino Armando Bo, quien alcanzara notoriedad gracias a ser uno de los firmantes del libreto de la oscarizada Birdman de Alejandro G. Iñárritu. Bo había dirigido dos años antes la muy reivindicable El último Elvis, y recientemente estrenó Animal, visto en el Festival de Sitges. El elenco actoral está encabezado por el colombiano Andrés Parra, quien borda su caracterización mimética de Jaude, un rol cimentado en mirada incisiva ante la posibilidad de medramiento no exento de una fina y mordaz ironía. Su interpretación fagocita al resto de sus compañeros, excepción hecha de Luis Margani, excelente en la piel de Julio Grondona, quien fuera presidente de la federación argentina durante la friolera de treinta y cinco años. Las jugosas conversaciones maestro-alumno entre ámbos son de lo mejorcito de la serie, auténticas lecciones de vida, o mejor dicho, de vividores. En la parte femenina despunta la temperamental Karla Souza, quien da vida a la ambiciosa mujer del protagonista. Ella se convierte, gracias a su tenaz manejo de la trastienda, en el  auténtico motor del gradual posicionamiento de su esposo, capaz de mover cielo y tierra y de diseñar un plan estratégico infalible para conseguir los niveles de opulencia codiciados.

En cada capítulo se nos va diseccionando un plan de acción que se va expandiendo a base de ir tocando todos los palos del negocio. Las intrigas palaciegas se van sucediendo ante nuestros ojos a un ritmo vertiginoso mientras unos y otros se van devorando para conseguir hacerse con lap arte más grnade dle pastel. El ritmo de algunas escenas es vertiginoso, y nos recuerda a los momentos más vibrantes de otra película que también denunciaba los sucios manejos de los poderosos como fue la seminal Nueve Reinas de Fabián Bielinsky. Frases geniales y adecuadas en un contexto magnífico. Y el fútbol se convierte en lo de menos, en un factor circunstancial que emboba a los afcionados del que se nutren los buitres de lo ajeno. Y nosotros disfrutamos de cada victoria de Sergio Jaude como si se tratara de un triunfo de nuestra selección. Quizás es algo que está en nuestra naturaleza y que no muchos consiguen ponerla en práctica con asiduidad; y es que todos hemos robado alguna vez (uno chicles, unos caramelos, unas pilas...), pero pocos hemos seguido haciéndolo para convertirlo en una forma de vida.